Juro que intento acortar los capítulos para poder poneros dos semanales, pero me lio a escribir, y me entra una idea, y luego otra, y otra… y luego la lio a páginas:-S
Dudillas y contestaciones….
Erin: Si Bella te viera dando saltitos de alegría… no se… con lo mal que lo esta pasando ella XD, (o al menos eso piensa ella, por dentro, te aseguro que también esta dando saltitos como tu). Este capítulo, no tiene el amor que tu pedías pero… creo que por fin, llegan a entenderse un poquito más entre ellos. ¡¡Por cierto!!, quiero conocer esas ideas que rondan tu mente :-} (Otra cosilla, quizás suene mal que lo diga pero… Messi es dios para los culés, y todos le temen, ¿por qué será? X*) Otra cosilla, si que es una lástima si, hablando por aquí se pierde mucho, sobre todo las expresiones que solemos hacer al decir las cosas, que luego hasta llegan a sentar mal cuando están revestida en pura ironía. No tengas cuidado al escribir tus bromas ;-)
Karla: Karla, aquellos felices años ¿verdad? XD, yo también compre ese disco, bueno no vale porque yo los tengo todos, que le voy a hacer, me pierde, me pierde en todos los sentidos :*). El ejemplo que puse, no es más que una realidad como tu bien dices, cuando somos adolescentes las hormonas piensan mucho por nosotros, pero cuando vamos madurando, nos damos cuenta de la realidad, tanto nosotras, como los hombres, aunque parezca que no. Uy en Forks… en Forks hace mucho frío Karla… mucho… y no tienen estufas :-}
Marianna: Marianna!!!!, pues, te digo lo mismo que he dicho a Karla, tenemos la manía, o la costumbre más bien, a prejuzgar a los hombres, y te aseguro que ellos en ese termino son más selectivos que nosotras. Para una noche cualquier cosa vale, pero para algo más, no les sirve cualquier cosa. Lo que pasa también es que nosotras tenemos la tendencia de fijarnos siempre en el malote :-S. Poco a poco Marianna, Edward ya esta comenzando a abrirse poco a poco, (hoy lo vas a ver), le falta, claro que le falta, pero poco a poco se va desquitando de ese halo de misterio que lo envuelve. Y encuentros y romances habrán… ya no se si buenos o malos, al menos estos últimos, ni entre quienes :-}. Me alegra muchísimo que estés feliz, como te dije, aquí aún queda tela que cortar ;-)
Airam: ¿Pobre Bella?... pobre de mi Maria! :-}, me esta volviendo loca, os lo juro, cada día la entiendo menos, no sabe lo que quiere, esperemos que Edward sepa ayudarla, si no esto, será peor que la tragedia del Titanic. Y te sorprenderías de todas las virtudes que tiene este Edward, ya, ya… ya las iras conociendo :-}. ¿Qué harán ahora que se quedan solitos?, aquí es donde entran las habilidades de Edward XD. Para mí si que es un placer leerte a ti, y por supuesto a todas ;-).
Ayyys: Ayyys… para que mentirte… se va a liar, y muy, muy gorda, de eso ya me encargo yo, voy a vengarme de todos los suplicios que esta Bella me esta haciendo pasar ;-}. Te iba a decir una cosa sobre las prendas interiores pero… no quiero aumentar tus nervios, tu solo cuenta los días que te quedan, o no… no vaya a ser que sean tus bragas las que salgan corriendo XD. Y si… se avecinan curvas, muy moviditas además. Por cierto, el telele me va a terminar dando a mí :-[, pero que sepáis que os arrastro a todas :-}.
Gracias a todas y al resto de mis lectoras perezosillas :-}
Ale, os dejo con el capítulo, hoy con otra canción que escuche hace unos días en el coche y nada más oírla dije, esta tiene que ser para este capítulo :-}
Capítulo 21 – ¿Qué es lo peor que puede pasar?
“Todavía a cinco días de la boda…”
A mi no me quedo otra que reírme ante la situación. No solo el jardín era un completo desastre, sino que además me tocaba quedarme varios días en este pueblo, en compañía de Edward además. Solos… Los dos.
De no ser por las inmensas ganas que tenía de llorar, me pondría a saltar…
-Nos vamos ya, creo que por hoy ha sido suficiente – Thomas, que así se llamaba el hombrecillo de mirada lasciva, llamo mi atención, la cual estaba totalmente perdida junto a la gran cantidad de barro que seguía habiendo en el jardín.
-¿Estará todo listo para el jueves? – pregunte aún a riesgo de saber la contestación. Habían colocado las carpas, consiguiendo así, que de llover, no se almacenara más barro en el jardín, algo que era seguro que seguiría pasando pero… ¿y que pasa con el que ya hay?
-¿Jueves?... ¿no se casa el domingo? – inquirió expectante.
-Si pero esta previsto que el viernes traigan todas las mesas, la decoración… las flores… - eso si no son arrasadas por una extraña plaga o algo peor… total, nada estaba saliendo según lo previsto, ya podía esperarme lo peor.
-No se preocupe, si tenemos que trabajar juntos lo haremos – respondió, respuesta que no ayudo nada a mis nervios - Quite esa cara de susto, como muy tarde el viernes al medio día tendrá listo el perfecto escenario de boda.
-Me deja más tranquila – respondí mordaz, mientras él se limitaba a limpiarse las manos con total naturalidad a la vez que sonreía.
¿Por qué todos los tíos tenían que sonreír?... Al menos este hombre no causaba ningún efecto en mí… Menos mal sino ya…
-Estelo, nunca hemos fallado, le doy mi palabra - ¿tenia que creer en la palabra de un hombre?
Desde luego, ahora si que estaba mucho más tranquila…
Tras despedirme del equipo A, ese del cual tenía serías dudas de que pudieran hacer lo que decían, pero en los cuales no me quedaba de otra que intentar confiar si no quería ser yo la que terminara impregnada de barro y por ende, dejando el jardín peor de lo que ya lo estaba, entre al interior de casa, ese al que me había negado a entrar en toda la tarde. Y no solo por la grandísima ansiedad que recorría mi cuerpo debido al gran contratiempo, sino porque, en ella, estaba Edward… solo… y ya había estado demasiado tiempo a solas con él por un día.
Vale Bella… tu con normalidad, se tu misma… Bueno eso no, tú intenta relajarte.
Suspire, y abrí la puerta.
-¡Hey! ¿Qué tal todo por ahí fuera? – pregunto Edward desde la cocina, nada más cerré la puerta.
-Bueno… Han puesto las carpas y toldos y han intentado limpiar un poco el desastre del suelo, pero hasta el jueves no van a poder poner la plataforma y eso lleva mucho tiempo así que… - respondí mientras me deshacía de la chaqueta y la dejaba sobre el sofá, antes de caminar hacía su dirección.
-Les dará tiempo. Y a unas malas nos colocamos un par de esos monos que llevan y a coger una pala – dijo risueño, saliendo a mi encuentro.
-Si bueno… si quiero que mi hermana se case este domingo, más vale que yo me mantenga alejada de las palas, picos y demás. No solo corre riesgo mi integridad física sino también la vuestra… por no hablar de la del jardín – respondí acercándome hasta él, él cual estaba apoyado en uno de los pilares de la entrada a la cocina - ¿Qué haces? – pregunte al ver el paño de cocina que sostenía entre sus manos.
-Bueno… como me has prohibido salir ahí fuera me he dicho… tengo que hacer algo. Así que he estado rebuscado un poco en tu frigo, pero me has pillado, quería terminar antes de que entraras – respondió a la par que llevaba una de sus manos a la altura de su coronilla y se encogía de hombros, mientras una sutil sonrisa se dibujaba en sus labios.
Mi estómago dio un vuelco de anticipación.
-¿Estas haciendo la cena? – pregunte incrédula – No hacía falta que…
-No esperes gran cosa tampoco – me interrumpió antes de entrar el cocina seguido por mí – Había un poco de pollo frito en el frigo y varías verduras – decía mientras yo miraba ensimismada los alimentos perfectamente cortados sobre el mármol de la encimera – Así que he pensado en hacerlas a la plancha y el pollo mezclarlo en una ensalada. Comida sana, como a ti te gusta – sonrió tras su sarcasmo y yo sentí como cierta parte de mi se humedecía rápidamente en respuesta.
-No… no se que decir… - susurre - Gracias, supongo – me encogí de hombros.
-¿Por hacer la cena? – pregunto extrañado, con cierto deje de ironía en su voz – Esto no es más que una tontería, dámelas cuando de verdad haga algo importante por ti – volvió a sonreír antes de centrar su atención nuevamente en la cena, la cual, tenía perfectamente controlada, pues hasta sabía ya donde estaban las sartenes, algo de lo que yo misma, ya ni recordaba.
-¿Quieres?... ¿Quieres que te ayude? – pregunte a sus espaldas.
-Tranquila, esto ya esta controlado, aunque si me ofrecieras una copa de vino, te lo agradecería – pidió girando levemente el cuello hacía mi dirección para volver a mostrarme otra más de sus sonrisas.
Ya era oficial, las sonrisas eran la marca personal de este muchacho, le acompañaban en sus movimientos, y yo, lejos de sentirme aturdida por ellas, cada vez me sentía más cómoda, aunque no por ello menos nerviosa.
-Perfecto, otra cosa no, pero en esta casa hay vino a montones – dije dándole la espalda y dirigiéndome hacía el estante donde seguro, habría más de una botella de vino. ¡Voilá! - A mis padres les encanta y a mi me contagiaron esa afición. No vayas a pensar que soy una borracha… – susurre mientras me estiraba para intentar alcanzar la botella. En momentos como estos, era cuando más echaba de menos los tacones - Solo bebo vino cuando…
-Tranquila, estoy acostumbrado a beberme una copa diaria, dicen que es buena para la salud – contesto mientras echaba las verduras en la sartén, o al menos suponía que a eso se debían los ligeros chispazos que escuche tras de mi.
-Si… eso decía mi madre todos los días…, solo que ella…, bebía más de una copa – dije con dificultad mientras daba pequeños saltitos, intentando así hacerme con una de las botellas.
-Todo es bueno, siempre y cuando no se abuse. ¡Espera!, ¡espera! – grito dirigiéndose hacía mi, a la par que limpiaba sus manos con el paño - deja que te ayude – y sin ninguna dificultad, estiro uno de sus brazos y se hizo con la botella que ya me estaba haciendo sudar.
-Gracias – susurre cuando la puso entre mis manos.
-Incorregible – susurro ahora él entre risas a la vez que negaba con la cabeza. Su risa si que era incorregible.
Edward retomo el control de la sartén, mientras yo, me situada varios metros a su derecha y me centraba en la difícil misión de conseguir introducir el sacacorchos en la botella, algo difícil ya que dicho artefacto, no pudo ser inventado más que por un hombre.
Manda narices, tan simples que son para unas cosas… y tan complicados para otras.
-¿Quieres ayuda?
-No… no… lo tengo todo controlado – mascullé entre dientes, sin dejar de pelearme con el absurdo abridor. Con lo fáciles que son los cierres de los tetrabrik.
Un ligero murmullo procedente de Edward, me hizo alzar la cabeza para mirarlo. Estaba riéndose, para variar, mientras movía con habilidad el contenido de la sartén. Y yo no pude dejar de mirar esa imagen, la imagen de una persona tranquila, ligeramente sonriente a la par que cocinaba. Eso es lo que yo había deseado tener desde niña, no un cocinero personal pero si alguien con quien compartir momentos tan simples como este y ahora, tras años de búsqueda, era protagonista sin quererlo de uno de esos momentos tan soñados…
-¡Mieeerda!
Estaba tan absorta en mis fantasías que no me di ni cuenta de que mis manos seguían en la función de abrir la dichosa botella, por lo que, al no tener controlada ésta, fue inevitable el que acabara volcada sobre la encimera, vaciándose justo encima de mis ropas…
-No te rías… soy una torpe en potencia… - lloriquee al escuchar de fondo las risas de Edward, mientras continuaba restregando con mis manos la terrible mancha asentada en mi camiseta y mis vaqueros - Soy un completo desastre…
-No lo eres… - dijo risueño, pasándome un paño del cajón.
-Si lo soy…- volví a lloriquear totalmente frustrada - Llama a las cosas por su nombre, soy un desastre y no me digas lo contrario si no quieres que me sienta peor – añadí sin cesar en mi intento de limpiar las manchas, aunque lo único que estaba consiguiendo, es que estas se hicieron más grandes.
-Está bien… Eres un desastre – sonrió.
-Gracias…
-Será mejor que pongas esas ropas a remojo, si no quieres que las manchas de vino sean perennes… desastre.
-Muy gracioso… - reí - Tengo que salir fuera a por las maletas, siguen en el maletero – suspire.
-Quédate al cuidado de la sartén, si no quieres pillar un resfriado lo mejor es que salga yo.
-¿Y quemar la cocina? – pregunte irónica. ¿Quién en su sano juicio dejaría a alguien que no ha sido capaz de abrir una botella de vino, al cuidado de la cocina?
Edward enarco las cejas y volvió a reír.
-Esta bien… ponte… ponte mi camisa.
-¡No! – grite al ver como sus dedos comenzaban a deshacerse de los botones de su camisa.
-No puedes salir así, y no quieres quedarte al cuidado de la cena.
-Pero es que… es que serás tu quien coja un resfriado así – insistí, pero ya era tarde, los botones de su camisa ya no agarraban ningún trozo de tela.
-No te preocupes, soy fuerte… Toma… - y así sin más, se quito la camisa dejando su cuerpo desnudo de cintura para arriba, visible a mis ojos.
-Gra… gracias… - susurre ruborizada al coger su camisa blanca.
-Mete esas ropas en agua caliente… - dijo antes de darse medía vuelta, dirección a la sartén, siendo ahora su espalda desnuda, la que quedaba ante mis ojos.
Ahí estaba yo, paralizada en mitad de la cocina, empapada por fuera, y empezando a estarlo por dentro…
Con la poca cordura que me quedaba, entre al pequeño baño colindante a la cocina. Tras cerrar la puerta, abrí el grifo del lavabo, y sentándome sobre la taza del retrete, lleve mis manos hasta mi boca cuando el sonido gutural, amenazo con rasgar mis cuerdas vocales.
¿Qué mierda me estaba pasando?, ¿desde cuando iba rompiendo botellas de vino?... y peor aún ¿desde cuando era incapaz de hacerme cargo de una maldita sartén llena de verduras?
Yo era correcta, una chica un poco inquieta de mente, pero normal en cualquier caso, no una desquiciada que imaginaba momentos perfectos con un hombre perfecto al cual ni conocía, él cual conseguía ponerme de los nervios con cualquiera de sus gestos.
Y lo peor de todo, es que a medida que pasaban los días, más nerviosa me ponía, mientras que él… Nada… todo era normal para él, hasta el quitarse la camisa para dejármela a mi era la cosa más natural del mundo.
¡Dios mío!… voy cuesta abajo y sin frenos. El jardín es un desastre, estoy sola con el pecado andante, voy rompiendo cosas cual huracán… ¿Qué será lo próximo?... ¿Enrollarme con el jefe del equipo A?...
Bella… esto no va a terminar bien… nada bien.
Aturdida por el fuerte olor a vino que mi ropa desprendía, comencé a deshacerme de ésta, quedándome solo en ropa interior. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al mirar la camisa blanca de Edward, lo único con lo que podía tapar mi semi desnudez, a pocos centímetros de mí. Volví a mirar hacía el pequeño perchero colgado tras la puerta, rogando internamente que en éste hubiera cualquier prenda de mi madre, o incluso de mi padre, pero como ya intuía, en éste simplemente había una roída toalla que en otros tiempos era blanca.
-Bueno… me temo que solo me quedas tu – dije en voz alta, mirando a la impoluta camisa.
Tarde varios segundos en decidirme a cogerla, no me atrevía a hacerlo, la veía tan resplandeciente, tan perfecta… tan deslumbrante que fue inevitable que no acabara comparándola con la dichosa manzana prohibida. Esa tan perfecta por fuera, pero tan destructiva y corruptible por dentro.
Y ahí estaba uno de mis temores hecho realidad. El aroma de Edward, ese aroma tan magnético, fresco pero a la vez rotundo y perturbador, no tardo en envolverme a la vez que la tela envolvió mi cuerpo.
Ahora si que te vas al manicomio de cabeza…
Salí del baño con lentitud, sintiendo como a cada paso que daba, la esencia de Edward se iba mezclando con la mía, pero mi aturdimiento fue a mayores cuando entre a la cocina y vi la mesa perfectamente colocada, lista a la espera de que me sentara.
-Toma – sentí la voz de Edward a mis espaldas - Esta no la tires ¿eh? – susurro pasándome una de las copas de vino que llevaba en sus manos - Espero que no te moleste si ceno así, me daba cosa salir y que algún vecino pasara…
Y entonces fue cuando volví a darme cuenta de su torso desnudo. Si el echo de estar medio desnuda ante él, o el de tener la cena preparada sin haber movido un solo dedo, no era razón suficiente para dejarme paralizada, el hecho de tenerlo frente a mi, mostrándome parte de sus atributos… si lo era.
-No… no te preocupes – susurre antes de llevarme el extremo de la copa hasta mis labios. Beber… tengo que beber para estar más tranquila…
-Bien… pues siéntate a menos que quieras cenar de pie – dijo una vez sentado en la pequeña mesa. Yo seguía de pie, intentando no atragantarme con la bebida - No es algo muy elaborado pero… - decía mientras yo centraba mi atención lejos de la suya. En la comida - ¿Te gusta? – pregunto mientras probaba ésta.
No lo mires… si lo miras vas a atragantarte, y puede que acabe haciéndote el boca a boca y entonces… todo será peor…
-Si… esta muy bueno – susurre antes volver a coger la copa y vaciar lo que quedaba de ésta de un solo trago… - ¿Podrías echarme más? – pedí sin apenas mirarlo.
Por el rabillo del ojo vi como asintió ligeramente antes de hacerse con mi copa. Y entonces fue cuando, sin querer, mis ojos volvieron a centrarse en su cuerpo semi desnudo.
¿No quería saber el porque de mis desvaríos mentales?... pues he aquí el culpable.
¿Quién lo mando ser tan visiblemente perfecto?... yo no tenía la culpa de mis desvaríos, la culpa era suya por ir tentándome. ¿Quién le mando quitarse la camisa y dejar su tableta de chocolate visible a mis ojos?... él. ¿Quién le mando hacer el papel de míster perfecto preparando la cena?... él. ¿Quién despertaba todos esos deseos sexuales que creía dormidos?... evidentemente él…
La culpa era suya… no mía, era a él a quien tendrían que mandar al manicomio, pero para alejarlo de la multitud, por ser tan visiblemente follable…
Vale… ahora se puede juntar el calentón de mi garganta con el de cierta zona más abajo…
-Tenías sed – afirmo Edward en susurros, cuando me termine la segunda copa de vino…
-¿Sonaría mal si te pidiera un poco más? – asintió – Vale pues… entonces creo que es el momento de pasarme al agua.
-Sigues poniéndote nerviosa cuando estoy cerca de ti – susurro tras varios segundos de silencio, segundos en los que por el rabillo del ojo, pude ver como estudiaba todos mis movimientos, aumentando así mi tic nervioso.
-Intento controlarme pero… tu no es que me lo pongas muy fácil que digamos – hablo el vino, juro que no lo hice yo.
-¿Por estar sin camisa? – inquirió apoyando su espalda sobre el respaldo de la silla, dándome así una mejor visión de su torso.
-No solo por eso – dije obligándome a mirarlo a los ojos, aunque no sabía que era peor, si ser hipnotizada por sus perfectas abdominales, o por sus brillantes gemas esmeraldas - Es raro… - continué hablando, en vista de que eso es lo que él esperaba – Es que… te comportas conmigo de una forma natural, como si… como si…
-Como si no nos hubiéramos acostado – sentencio.
-Exacto… - suspire - Y yo… yo…
-Mi intención no es la de hacer como si nada hubiera pasado… solo intento que te sientas más cómoda, y evadiendo el tema es una buena forma.
-Pues no lo consigues… - para nada - No al menos conmigo, porque mientras tu te comportas de forma natural, yo no paro de darle vueltas al tema, y juro que intento hacer como si nada hubiera pasado, y seguro que lo haces porque ya debe ser algo habitual en ti pero en mi… en mi no – confesé.
-Ves… vuelves juzgarme – susurro cabizbajo.
-No… no me malinterpretes es que yo… tu… no se… jamás he hecho esto antes, bueno de echo mi única experiencia sexual ha sido con Jasper, aunque eso ya lo sabes… Bueno… y ahora… tu…
-Tengo la sensación que sientes que estas traicionando a Jasper – aseveró con rotundidad.
-¡No!… no a Jasper no… - aclare rápidamente - A mí – susurre llevando mis manos hasta el centro de mi pecho - a mi misma, a mi manera de ser y de pensar.
-¿Y porque no intentas ver las cosas desde otro punto de vista? Por que no te relajas y ves esto… no se como… como unas vacaciones – dijo en tono tranquilizador.
-Porque… lo que para mi pueden ser unas vacaciones… para ti es trabajo – intente sonar sincera, intentando con ello hacer que me entendiera.
-¿Ahora piensas en mi bienestar? – inquirió risueño.
-No… no es eso es que yo… - venga Bella… suelta aquello que tanto te reconcome - Yo nunca he sido la chica de usar y tirar – revele finalmente.
Todo lo que me pasaba no era más que eso, un dilema interior entre mi yo normal, y el yo que había desarrollado desde que había vuelto a Seattle, más bien… desde aquella noche en aquel almacén.
-No crees que de pensar así, ¿no sería yo el chico de usar y tirar? - visto así… - Mira… esto es un trabajo para mi, cierto, pero estoy cómodo contigo. Y para estar en igualdad, he de confesarte que me atraes, igual que yo te atraigo a ti…
Tierra llamando a Bella… ¡Bella!
-Joder… asustas con esa rotundidad – susurre avergonzada.
-¿No es evidente? – inquirió.
Y yo simplemente me deje llevar por la seguridad que desprendía…
-Es que… Yo nunca he sido la chica en la que se fijan al entrar en una cafetería – dije cabizbaja.
-¿No?... ¿o no te has dado cuenta? – pregunto tras llevar sus dedos hasta mi mandíbula, la cual levanto lentamente consiguiendo así que lo mirara - Te infravaloras a ti misma, de una forma en la que ni siquiera te das cuenta – susurro clavando su mirada en la mía.
-No puedo valorarme… Tu mismo estas viendo lo que soy para todo el mundo… Ni siquiera Jasper me ha querido dar una explicación – he hay mi gran verdad, yo no era más que un títere para todo el mundo, y el echo de estar en Forks alejada de mi familia… lo confirmaba.
-Lo único que veo es una persona que se cree muy inferior a lo que realmente es, una persona que no se da cuenta de lo importante que es para su familia, aunque ellos no digan lo mucho que la quieren, y aunque ni ella misma lo vea – sentencio sin pestañear - Y Jasper… él no es más que un pobre diablo a la sombra de sus padres… Cuando consigas abrir la mente verás que lo que hizo, fue hacerte un favor…
-¿Por qué estamos hablando de esto ahora? – inquirí burlona. Era inútil seguir hablando de cosas que él jamás entendería.
-Tú sacaste el tema – rió.
-Prefiero el de la atracción – solté sin pesar, avergonzándome rápidamente de ello. Aunque si era sincera, prefería ese tema a cualquier otro.
-No te juzgues a ti misma… yo no lo hago – ahí estaba nuevamente esa sonrisa.
-Vale… ¿Y entonces que propones hacer para que mis nervios no me traicionen? – volvió a hablar el alcohol…
-Nada… no propongo nada… que pase lo que tenga que pasar – susurro volviendo a clavar su mirada en mí.
-Algo así como… ¿dejarnos llevar por nuestros impulsos y disfrutar hasta que llegue la fecha de caducidad?
-Algo así – rió.
-No es mal plan… Señor, que estoy diciendo – reí yo ahora.
-No… no lo es… - dijo serio. Y yo ya sentía como todo mi cuerpo se iba derritiendo por momentos…
-Pero… ¿y si pasa algo? – susurre sintiendo como mi cuerpo se iba acercando al suyo.
-¿Algo?... ¿algo como que? – susurro él, acerando su rostro hacía mi.
-No se… algo… algo malo – hablé eclipsada por sus ojos.
Edward se limito a sonreír, a la par que deslizaba sus finos dedos por mis labios, los cuales estaban a la altura de los suyos. Cerré los ojos por impulso al sentir su suave aliento rozando mi cara para después sentirlo sobre mis labios, los cuales rozo levemente con los suyos.
Abrí mis ojos al dejar de sentir ese leve contacto y entonces su mirada se clavo en mis ojos…
-Y que es lo peor que puede pasar… ¿Qué te guste? – susurro antes de que yo me dejara arrastrar…
Sentí su aliento nuevamente sobre mis labios mientras sus dedos continuaban delimitando el hueso de mi mandíbula. Mis ojos se cerraron por inercia al contacto de su cálida boca sobre la mía, mientras sus dedos se iban deslizando por mi cuello hasta enredarse entre mi pelo.
Mi pulso comenzó a dispararse cuando su lengua comenzó a jugar con mi labio inferior, delineándolo primero, para después apresarlo débilmente con sus dientes. Mi piel comenzó a erizarse y el nudo en mi estómago comenzó a hacerse presente al sentir por fin la calidez de sus labios sobre mi boca entre abierta.
Y entonces su lengua entro en busca de la mía, primero lenta y suavemente, como explorando el terreno, para después enterrarse en mi boca de manera profunda… salvaje, sin sutilezas de ningún tipo. Fue entonces cuando mis manos comenzaron a tener vida propia, alzándose y enredándose entre su pelo, para atraerlo más a mí, para que no dudara ni un instante en seguir con su tortura.
De pronto sentí como su cuerpo se alzaba lentamente. Mis manos, las cuales estaban enredadas en su cuello, sirvieron de soporte para alzarme junto a él. Mis pies comenzaron a moverse, arrastrados por el movimiento de su cuerpo y sin dejar de besarnos seguimos moviéndonos dirección a ninguna parte, pues yo ya ni recordaba donde estaba.
Gemidos guturales eran ahogados en nuestras bocas a medida que nuestras lenguas continuaban enroscándose con fiereza. Poco importaba la necesidad de respirar, era más importante la necesidad que ambos sentíamos, la necesidad que corría por mi cuerpo a medida que sus manos iban recorriéndolo por encima de mis escasas prendas, la necesidad que clamaba cada vez con más fuerza en el interior de mi pecho, esa con la que mis manos se aferraban a su espalda, mientras nuestras lenguas seguían en el intento de fusionarse en una.
Mis tobillos chocaron con algo duro, provocando que mi mano buscara algún agarre, pues no estaba en mi cabeza el dejar de besarle para abrir los ojos. Mi mano izquierda se cerró sobre la solida materia que enseguida reconocí como el barandal de la escalera.
Escasos fueron los milímetros que nuestras bocas se separaron. Breves, los segundos que nos miramos a los ojos justo antes de que nuestras bocas volvieran a encontrarse a la vez que nuestros cuerpos reanudaron el movimiento.
Conseguí subir a espaldas dos de los escalones, al tercero, mis pies tropezaron haciendo que mi boca volviera a separarse de la suya. Una sonrisa lasciva curvo sus sedientos labios antes de que sus manos fueran a parar a mi cintura, obligándome a que me recostara sobre los fríos escalones.
No dude un instante en hacer lo que pedía, mi cuerpo clamaba a gritos sus caricias, mi piel, sentir el contacto de sus dedos, de sus besos. Una vez sentí mi espalda recostada sobre la fría madera, su húmeda lengua comenzó a trazar un camino desde mi cuello hasta mis pechos, a medida que sus dedos iban abriendo los botones de su camisa.
Mis pezones rozaron dolorosamente la tela del sujetador a medida que su boca seguía estremeciéndome con cada uno de sus besos. Sus manos comenzaron a acariciar mis piernas, las cuales se hallaban abiertas ante él, dejándole una mejor posición para que hiciera conmigo lo que quisiera.
Un fuerte escalofrío recorrió mi espalda cuando sentí la calidez de su aliento sobre mis bragas de encaje negro. Alce mi cuello hasta que mis ojos se toparon con los suyos, los cuales me miraban con deseo mientras sus manos se deshacían de mi prenda inferior.
Y entonces volví a recostarme sobre la asimétrica superficie, y cerrando nuevamente los ojos, me deje hacer, me deje llevar por las sensaciones que Edward provocaba en mi cuerpo.
Un profundo suspiro emano de mi garganta cuando su tórrida lengua entro al contacto en mi fuerte humedad. Mis manos volvieron a enredarse entre su pelo mientras Edward comenzaba a dibujar formas por mi sexo, el cual sentía palpitar a medida que un fuerte nudo se cerraba sobre mi bajo vientre.
Sentí como sus dientes apresaban ligeramente mis pliegues, como su lengua, acariciaba lentamente mi cavidad para después bombardearla sin piedad. Sentí como mis manos aflojaban el agarre al que lo tenía sometido, como mi cuerpo se comenzaba tensar para después… dejarse llevar…
Se ha abierto la veda entre estos dos, y mucho me temo que Bella va a tener que pensar en algo pronto para pagar su gran deuda. ¿Alguien se ofrece a ayudarla?... se aceptan donativos :-}
8 Sonrisas:
Wow se sinceraron (de cierta manera) y de la mejor manera!!!!!!!!!
me da tanta risa bella y sus comentarios este hombre la tiene realmente loca y bipolar, el pecado andante jajajaja es que quien no..? con un hombre que te haga la cena y te trate y te haga cosas ricas como no!!
Me agrada que se dejen llevar y que pase lo q tenga que pasar en ese tiempo a solas... Que ira a pasar..? espero que hablen mas de ellos y me agrado que él le dijera que si le atrae yuju!!
Almu tienes razon en lo que dices nosotras siempre de juzgona es q a veces por una cosa que nos pase pensamos q todos haran lo mismo, si me entiendes no, pero es cierto a veces los hombres son mucho mas selectivos cuando se trata de algo mas alla, mas serio ps!!! Pero bueno para mi Ed sigue siendo el mejor jajaja ese misterio de el nos envuelve!!!
Otra cosa que pille, como que no sabes ni entre quienes...???? No me asuste Almu!!!
Bueno que sigan fluyendo esas ideas pero este fic que nos tiene super pegadas y ansiosas, queremos mas!!!!!!!
Ah la cancion muy acertada me encanta esa de Katy!
Bueno es un buen comienzo por lo menos ya le dijo ella lo que siente..y wwoowww yo tb me quiero dejar llevar x Edwrad?? hahahahah =)....
Almu una consulta?? y habrá algún Edward POV?? tb queremos conocer a este enigmatico chico!!..que hay detrás de él!!!... esperemos que se de en algún momento... ;)...
Besos...cuidate
Almu cariño, por Dios eres mala, me engañaste completamente con respecto al amor en el capi, con lo que hubo fue suficiente, ya ves que Bella no se queja de estarla pasando tan mal. Bueno en otro orden, no es por el lemmon en si, daria lo mismo si solo escribieras el inicio y que luego hicieras que apareciera el hogar encendido como en las peliculas cuando los protagonistas tienen intimidad, es mas porque a mi entender el contacto fisico ya sea un besos, unas caricias o todo eso que le hace Edward a Bella, generan mas deseperacion en la pobre y crean como cierto lazo invisible que los va uniendo. No se si me explico bien, espero que me comprendas.
Estuvo increible, como siempre la rueda en la cabeza de Bella es mas y mas graciosa con cada vuelta que da, esta hecha un nudo ya no sabe hacia donde ir, lo bueno es que Edward la esta orientando un poco y le esta dando algunos pntos de referncia para que encuentre el rumbo nuevamente, claro que tal vez no sea el mismo rumbo que ella queria llevar pero de suguro va a ser uno muy, muy interesante, ya que como dijiste se terminaron las restricciones y ciertamente quedara endeudada de por vida, espero que Edward sea un caballero y no intente cobrarle por algo que el mismo incito, no, no lo creo el dijjo que si bien era un trabajo para el ella lo atraia de la misma forma que el a ella, aunque considerando todo el penar de Bella por la fuertisima atraccion que siente, me encantaria escuchar a la cabeza de Edward para saber si es remotamente cercana su atraccion hacia ella. Creo que me hice un nudo tratando de poner en palabras lo que pienso.
En cuanto a mis idieas, creo que demaciado tienes con las tuyas para encima lidiar con las mias, creo que entre las dos hariamos que Bella en serio terminara en un manicomio victima de un colapso nervioso provocado por ese pedazo de hombre que encima esta empezando a convertirse en el hombre que ella soñaba desde niña, que niña(mayor de...digamos 16) no soñaria con alguien asi? jajaja.
Besos cuidate y no seas demaciado dura con esta un tanto desquiciada Bella.
Pues si Almu , se abrio la veda, la brecha , el caminito para estos dos!!!!! y me alegro porque habia mucha tension por parte de Bella , asi va estar mas relajadita....y lo va disfrutar anda que siiiii y que pase lo que tenga que pasar!!! pero me temo que su cabecita loka siempre va estar ahiiii, a como se vengan dando los acontecimientos!!!!
pero tiene a Edward para cualquier aclaracion XD digamos es como su psicoanalista XD porque en tan poco tiempo la ha llegado a conocer , cosa que muy diferente de El , pero por lo menos ha confirmado que le atraeeee aunque eso ya lo sabiamosss....
por eso no son necesarios los donativossss...no creo que haya paga de por medio , asi mi Bella no va a quedar en bancarota, que aproveche la ofertaaaaaa que le ofrecio Edward, dejarse llevarrrrrr , disfrutar el momento, uyyyyyyy y ha sido un buen comienzoooooo!!!!!
Me enacantoooooo gracias!!!!!
besitos mi Almu!!!!!!
jaja dios santoo ... almuu pues no veo k hagas lio jaja si por mi fuera escribe masss jajaja.... super super super el cap.. siempre m sorprendes jejej aunque te atormente bella con sus cambios jaja...es que como no con ese papasote la vuelve locaa, ami se me hace que nuestra bella ta sintiendo algo mass que solo gustarle jejeseguriiito y con todas las cosas que hace y le provoca jaja pero ya ta la spina ahi... que bien que se aclararon la cosa.. mejor para los dos jaja no creo k el ingrato le cobre si bien que lo sta aprovechandojaja ya admitidooo que se gustan ... y que onda con bella porque se pone a pensar despues que pasara jaja ay bueo todas las mujeres somos muy pensantes los hombres actuann jaja.... que mas puede pasarrrrr que se enamoren?? eso queremos seguro con algo de sufrimiento jaja pero ps yaaa pa que pensarle ahora.. mejor como dicennnn vivirrrrrrr el ahoraaaaa jejej
y buenooo siguiendo sabia que no iba a sperar tantito pa hacer cosillas jajaja me encanta se ta poniendoooooo grr jjaja... y aun faltan muchas cosas por vivir espero bellaaa ste ahora mas comodaa y aproveche todoooooo siiiiiiiiiiiiii que alegria jaja... y la cancionnnnnn puff.. me encanta jeje desde que la vi quedo perfec con el cap como decias jeje
por mi querida almuuu .super en espera de otro caputulazo besitos a toda chungas
Almuuuu! Gran capi. Estoy deseosa de leer el punto de vista de Edward!, muchas gracias por seguir escribiendo!
omg ke riko es eddi x dios necesito uno asi hahahaha esto esta cada vez mejor tengo una duda estos dos se cuidan de algun modo no lo recuerdo =)
Parece que el día se ha ido arreglando...
Y que un chico como Edward te haga la cena….Yo tmb me apunto!!! Eso si ya lo de tirarme el vino…como q me lo pienso, pobre Bella todo le pasaa a ella… X* Aunq si el resultado es un Edward sin camisa, casi q me lo pienso :-} Lo de ser torpe tendría q tener alguna recompensa no??
Y ahora…A dejarse llevar…pues…dejados están… y miedo me da la cifra que va a alcanzar!!! :*) XD
Muack!
Y tú, ¿nos regalas una sonrisa?