Hola chicas,
pues aquí vengo a colgaros este capítulo de Disturbia, ya al límite de mis horas de sueño... pero bueno, hoy es por un buen motivo que ya veréis en otro post. Así que voy al grano. Después de los pequeños incidentes que hemos tenido con el fic, volvemos a la rutina. Y hoy os traigo el capítulo XXVI de la mano de Nuri.... a ver que nos explica!
CAPÍTULO XXVI – Quédate conmigo
Bella POV
No me atrevía a mirar el reloj. No quería saber cuánto tiempo llevaba aquí sentada mirando hacia ningún lugar. Pensando que esto no me estaba pasando a mí, y deseando echar el tiempo atrás para poder cambiar aquello que sucedió hacía ya más un mes. Aquello que nunca imaginé que tendría la importancia en mi vida que ahora veo que tiene. Aquello que hice sin pensar, que disfruté, pero que ahora no sé si mereció la pena.
¿Cómo podía afrontar esto?, ¿estaba preparada?, ¿qué iba a hacer?, ¿con quién iba a contar?, ¿todo el mundo me juzgaría? Preguntas. Millones de preguntas se arremolinaban en mi cabeza, presionándome hasta lo imposible. Estaba perdida, estaba en el medio de la nada. Nada contaba en ese momento, ni mi pasado ni mi presente. Sólo contaba mi futuro, un futuro que con aquello que tenía entre las manos se había escrito.
Hace un mes había decidido algo. Ser una persona normal de mi edad, vivir la vida que quería, entrar en un mundo nuevo. Había salido de mi habitación decidida a hacerlo. Emmett se cruzó en mi camino y viví una noche fantástica. Una noche para nosotros. Una decisión, un deseo, un acto. Pero algo hecho sin pensar en las consecuencias. ¿Quién iba a saber a lo que todo aquello iba a conducir? Emmett y yo lo pasamos bien, si, y no tiene de malo que dos personas que se gustan se lo demuestren. Pero no de manera irresponsable.
Después de lo sucedido con Emmett, otra persona se había cruzado en mi camino. Y……pasó. No sé cómo llegamos a ese punto, ni siquiera me acuerdo bien de lo que pasó. Pero pasó, y después de eso, yo huí de mis actos. Fui una cobarde, pero Edward era mi profesor, habíamos decidido empezar de cero, aunque ninguno de los dos pensaba que iba a ser de esa manera.
Edward me había buscado, quería hablar conmigo, pero yo huía. No quería escuchar nada, pensé que era mejor dejarlo pasar. Hacer como si nada hubiese pasado, y así se lo dije a él en esa simple frase. Un día que me buscó en mi habitación, me dijo que había que hablarlo, quería disculparse. “Hagamos como ni nada hubiese pasado”, y no le dejé ni contestar. ¿Cobarde? Sé que lo fui, y mucho, pero a veces es mejor no remover aquello en lo que creemos habernos equivocado.
La pregunta ahora era si realmente era posible hacer como si nada hubiese pasado. Y la respuesta estaba muy clara, esa sentencia que tenía entre mis manos me lo decía. Era como si esas rayitas que ocupaban toda mi mente lo llevaran escrito: “no se puede escapar de las consecuencias de tus actos”. Como tampoco podía hacer que la noche con Emmett fuese una simple noche entre dos jóvenes que se atraen.
Emmett. Esa persona que en poco tiempo se había convertido en un amigo incondicional. No sabía lo que había sucedido entre su hermano y yo, pero no lo creí necesario. Nadie lo podía saber, era un secreto que no solo me pertenecía a mí, y decidí no compartirlo con nadie. Emmett y yo habíamos compartido muchas cosas, era una persona excepcional, y un amigo que merece la pena tener. Recordábamos aquella noche, por supuesto, y ninguno de los dos se arrepentía. Eran muchas las veces que bromeábamos sobre eso, al principio no podía evitar avergonzarme un poco, pero él había conseguido que dejara de hacerlo.
Y ahora no sabía si todo eso se iba a desmoronar. La tregua con Edward y mi amistad con Emmett. Era otra cosa que llevaba escrito ese objeto entre mis manos. Y las preguntas no cesaban de ahogarme, de angustiarme. Miré otra vez hacia esa sentencia deseando que lo que había visto fuese producto de mi imaginación.
Y seguía en la misma posición, hasta que me mi terremoto personal hizo acto de presencia.
-¡Bella! Jasper me tiene una sorpresa, ¿te lo puedes creer?, dice que este fin de semana es todo para nosotros, ni siquiera me deja que recoja algo de ropa. ¿Y sabes qué? No me importa, así me puedo comprar todo lo que quiera donde sea que vayamos. Estoy tan emocionada Bella...-por fin se fijó en mi- ¿Qué te pasa?, tienes cara de haber visto un fantasma Bella, dime ahora mismo lo que está pasando, ¿qué es lo que estás mirando tanto?- y miró hacia lo mismo que yo.
Silencio. El mismo silencio que me llevaba acompañando un buen rato, ese tiempo donde todo habían sido preguntas, y muy pocas respuestas.
- Dios Bella….
- ¡Alice! Te dije que tenías un segundo para despedirte, ¡vamos! – en ese momento era Jasper quien irrumpía en mi habitación como un terremoto.
- Jasper no puedo irme ahora, espera un momento….
- ¡Alice! Es tardísimo, en el camino me explicas lo que pasa. ¡Pásalo bien Bella!
Cogió a Alice en brazos a pesar de las protestas de ella y se la llevó. Sé que ella no quería, que ella nunca me hubiese abandonado en estas circunstancias, pero lo cierto era que ahora estaba sola. Y no quería estarlo, quería que alguien se quedara conmigo. Siempre había sido una persona bastante solitaria, pero ahora necesitaba que alguien me dijera que todo iba a estar bien, sentir apoyo. Que ese apoyo fuese un presagio de que no iba a estar sola en esto. Esta aventura que iba a emprender los próximos meses…..y los próximos años. Porque esto no era algo momentáneo, era algo que me iba a acompañar siempre, algo que iba a cambiar mi vida por completo.
- ¡Bells! Vengo a invitarte a desayunar, ¡es sábado!, hay que empezar el día con buen pie.
Si alguien me hubiese dicho hace un tiempo que aquella aparición en mi cuarto no iba a tener ningún mal efecto en mí, le hubiese dicho que estaba loco. Pero hacía días que apareció otra vez en mi vida, y en sus ojos había visto que no tenía ninguna mala intención, que solo quería ser mi amigo. Solo quería a alguien que le apoyase en la nueva vida que iba a empezar en Chicago. Andrew, aquel chico de mi pasado, aquel amor inocente. ¿Quién era yo para no darle otra oportunidad? Una oportunidad para que me demostrara que su amistad valía la pena. No había intentado nada conmigo, a pesar de haber compartido estos días mucho tiempo juntos, y eso era una buena señal.
- ¡Bellita! Espabila que a este paso no nos dan el desayuno en ninguna parte. ¿Qué es eso que tienes ahí?
Era el momento, tenía que decírselo a alguien o iba a explotar.
- Es un test de embarazo Andrew- le dije con toda la tranquilidad que me era posible.
- Ah, ¿y donde encontraste eso?, ¿no puede ser contagioso? Eso puede tener cualquier enfermedad, no deberías estar cogiendo pruebas de embarazo ajenas.
- ¿Que dices? Andrew…..piensa un poco. ¿Qué te digo siempre?
- Que soy inteligente, pero que tengo que intentar sacar la inteligencia de donde la tengo escondida.
- Muy bien. Ahora piensa con claridad, y atiéndeme. Esta prueba de embarazo es mía, y ha dado positivo – Dios, dicho así…me estaba temblando todo.
- ¡Ya entiendo!, ¿estás embarazada?- me pregunto sin más, como si fuera algo simple.
- Exacto, no sé como has llegado a esa difícil conclusión pero….- Andrew gritó.
- ¡No! ¡Voy a ser padre! Joder, joder, joder, joder….
-Andrew
- Joder, joder…
-¡Andrew!
- Bella, no estoy preparado para ser padre. Hace un tiempo me quedé una tarde con mi sobrina y acabamos los dos buscando un botiquín. Nada grave, pero yo que iba a saber que la niña pesaba tan poco que no podía darle tanto impulso al columpio. ¡Y el perro! El perro de mi hermana, lo ingresaron en una clínica por empacho cuando se quedó a mi cargo. El gato de mi vecina….
- Andrew- tenía que interrumpir aquello, que esperaba que fuese producto de los nervios y no de que Andrew fuese aun más tonto de lo que pensaba-haz el favor de escucharme con atención, siéntate y respira hondo.
Afortunadamente me hizo caso.
- Vamos a ver. Estoy embarazada, pero tú no eres el padre, ¿nos hemos acostado juntos tú y yo?
- Si. Bella, me ofendes, una cosa es que ahora solo seamos amigos y otra que te olvides de todo lo que ha pasado. ¿Tan malo soy en…..eso? ¡Oh dios mío! Voy a ser padre, y encima soy un desastre en la cama.
Le tapé la boca con una mano y le dije bien claro…
- Andrew, estoy embarazada, pero no soy un alien. Hace muchísimo tiempo que tú y yo estuvimos juntos, y es imposible que seas el padre. ¿Está claro?- Le destapé la boca temiendo la próxima tontería que saldría de ahí.
- ¿Entonces no voy a ser padre? Pues ya me había hecho a la idea….que desilusión- este hombre no tenía remedio- ¿podré ser el padrino por lo menos?
- Andrew, ¡te he dicho que me escuches con atención!- por lo menos se quedó callado- mira, tengo cuatro noticias.
-Dímelas todas.
- Estoy embarazada, esa ya la sabes.
Silencio
- Tú no eres el padre, lo que deberías haber sabido desde el principio.
Silencio
- No sé quién es el padre.
- Pero yo no lo soy- se levantó y levantó las manos como si tuviera a todo un cuerpo de policía al completo delante de él.
- No Andrew, ya te he dicho que no lo eres. Sigamos, ahora viene lo más fuerte.
- Estás embarazada, no sabes de quién, ¿y aún hay más?
- Los dos posibles padres son hermanos.
- A ver Bella, yo intento pensar con claridad, te lo juro que sí. Pero intento entender como los padres de tu posible hijo, es decir, los posibles padres de tu hijo, pueden ser a la vez sus hermanos….y no lo entiendo.
- Andrew, antes no eras así. Siempre fuiste un poco alocado, pero no tan……no tenías tu inteligencia tan escondida como ahora. Presta atención, los posibles padres de mi hijo, son hermanos, entre ellos.
- Ahhh, ¡ya entendí!, ¿y quiénes son?
- Emmett y su hermano Edward, mi profesor- si hubiese sido mi peculiar amigo una persona normal, no lo hubiese dicho tan tranquilamente, pero sentía que estaba hablando con la pared, no había problema.
- ¡Lo sabía! Sabía que entre tú y el tío enorme ese había pasado algo, ¡lo sabía! Ahora sí que estoy pensando con claridad. Estoy haciendo memoria de todo lo que he visto en películas y telenovelas, y creo que tengo que decir esto, presta atención.
- Ilumíname Andrew.
- Deberías decírselo, tienen derecho a saberlo.
- Ya lo sé
- Pues empecemos por el más grande, a ese lo conozco. Eso sí, si se desmaya yo no lo recojo, acabaría como mi sobrina cuando la llevé al parque….
- Andrew, no estoy preparada ahora mismo para decirle a nadie más todo esto. Esta conversación surrealista que hemos tenido me ha servido para despejarme, sigamos así, veamos una peli. Quiero que te quedes conmigo….- y no pude decir nada más, Andrew me alzó en brazos como momentos antes lo había hecho Jasper con Alice, y lo único que podía hacer era rogarle que me bajara.
A penas un minuto después estábamos entrando en la habitación de Emmett. Lo que no esperaba era lo que iba a hacer Andrew, quería que la tierra se abriese y me tragase.
- Emmett, ¡Bella está embarazada!
Silencio
Quería matar a Andrew con mis propias manos, y no tardaría en hacerlo.
- Bella, te he dicho muchas veces que este chico aun es más tonto que yo, mira que inventar una cosa así.
- Es verdad Emmett- no podía negárselo.
- Y puede que tú seas el padre- a mi antiguo amigo le era imposible quedarse callado.
- Joder, joder, joder…
- ¡Tiene la misma reacción que yo! Y a él no le tapas la boca y lo haces escucharte con atención.
Emmett no lo dejó hablar más, lo empujó y cerró la puerta. Instantes después estaba delante de mí.
- Bella….no sé qué decir.
Y yo tampoco sabía que decir. Todo lo de Andrew había hecho que todo pareciese aún más irreal, pero ahora tenía la realidad delante de mis ojos.
- Emmett, lo siento….
- Ahora mismo no puedo pensar en nada, pero si puedo decirte que no tienes que disculparte.
- Si lo tengo que hacer. Mira, si no hago esto rápido, no lo podré hacer nunca. Así que te lo voy a contar.
- Cuéntame lo que sea. Pero tranquilízate, estás temblando Bella- decía esto acariciándome los hombros, pero él temblaba más que yo.
- Es posible que no seas el padre, hubo otro con el que tuve relaciones….y tampoco nos protegimos....por lo poco que recuerdo. Al día siguiente de cuando pasó lo nuestro.
Silencio.
- Dios….Tranquila Bella, no soy quien para juzgarte….
- El otro es Edward, tu hermano.- no sé cómo pude soltar eso así, pero todo lo que llevaba acumulado estaba pasándome factura.
Silencio.
La culpa me estaba ganando la partida, y las lágrimas amenazaban con demostrarlo.
- Di algo, por favor.- el silencio me estaba matando.
- Necesito a Andrew.- y salió corriendo de la habitación.
Allí me quedé yo. Perdida, desorientada. Todo aquello me estaba sobrepasando. Me parecía surrealista, me parecía que me iba a despertar en cualquier momento de esa pesadilla. Ahora no solo era el miedo a lo desconocido, el miedo a ese embarazo que iba a cambiar mi vida. Era la culpa. Hermanos, eran hermanos. ¿Cómo había llegado a hacer algo así?
Otra vez, las preguntas me agobiaban. Pasé todo el día paseando sin rumbo, intentando no pensar en nada, pero pensando en todo. Iba por la calle fijándome en cada persona que pasaba y pensando si también estaba pasando por algo como yo. Y sabía que no era así. ¿Por qué a mí? Hace 4 días era una chica normal. Es verdad que lo que había pasado hace más de un mes atrás no lo había olvidado, pero había conseguido….ignorarlo. Era un engaño a mí misma, pero necesitaba hacerlo. Y ahora todo se me echaba encima. ¿Cómo había podido ser tan irresponsable? Tarde para pensar en eso…
Todavía con mi cabeza hecha un lío, entraba en mi habitación, pasadas las 12 de la noche, después de un día sola. A penas había comido y se me había hecho tarde sentada en un parque, viendo a la gente pasar. Angustiada, agobiada, perdida en la nada y sintiéndome culpable. Todos esos sentimientos no querían abandonarme.
Lo que vi al entrar me dejó alucinada. Emmett y Andrew estaban sentados en la cama de Alice. Emmett tenía la cabeza en el hombro de Andrew, y este le frotaba su enorme hombro con su mano. No conocía demasiado a Edward, pero en ese momento me alegré de que hubiese una posibilidad de que ninguno de los allí sentados fuese el padre de mi hijo. Necesitaba a alguien maduro conmigo, porque yo en ese momento no me sentía así. Ellos se percataron de mi presencia.
- Hola Bella, el grandullón necesitaba hablar contigo. Está un poco impactado pero ya le he dicho que no todo es tan malo. No sabes quién es el padre, pero si sabes quienes son los abuelos- Andrew tenía que ser.
- Andrew, déjanos solos.- Esta vez fue Emmett quien habló.
Salió de la habitación y yo me enfrenté a lo que llevaba todo el día pensando que me tenía que enfrentar.
- Lo siento muchísimo.
- No, soy yo el que lo siente. No debería haberme ido así.
-Tranquilo….
- Déjame acabar por favor. Me fui porque estaba….no sé ni cómo estaba. Necesitaba pensar, pero fui un egoísta, tú debías estar peor. Escúchame bien Bella, no te voy a decir que es una situación ideal, pero no es tu culpa. En todo caso es culpa de los tres. Siempre me he escudado detrás de mi fachada de niño, sé que soy inmaduro e irresponsable, pero soy lo suficientemente mayorcito como para saber que tú no eres la culpable de todo. Sé cómo te debes estar sintiendo, y quiero que sepas que no es verdad, no eres todo lo que piensas. Solo somos víctimas de la situación y de nuestra irresponsabilidad, eso no te lo niego. No tengo idea como afrontar todo esto, pero sí que sé que voy a estar contigo. ¿Somos amigos no? Pues lo seremos hasta el final. Es más, si quieres esto se queda entre nosotros, ya veremos cómo hacemos con Edward. Haremos lo que tú quieras, pero no estás sola Bella.
No pude hacer otra cosa que sonreírle.
- ¿Parece mentira que todo eso haya salido de mi boca eh? Me siento orgulloso de mí mismo.
Y a pesar de todo lo que nos estaba pasando, nos reímos. Reímos nerviosos, pero por lo menos estábamos juntos en esto. De repente sonó el móvil de Emmett.
- Dime Rosalie- contestó.
Rosalie no había cambiado nada con él, seguía igual de fría, pero la niña lo adoraba. Yo pensaba que solo era una excusa para estar cerca de él, pero Emmett pensaba que se estaba aprovechándose para tener niñera gratis. Pero no se negaba, el también adoraba a Emma.
- Rosalie te estoy diciendo que no puedo ahora….- le hice señas para que supiese que no había problema- mira, está bien, solo por no escucharte, nos vemos en 15 minutos.
- Anda, que estás deseando ver a la niña, corre.
- Siento dejarte sola justo ahora, pero ya sabes cómo es esta mujer, es capaz de venir a buscarme, y la niña quiere verme. Además, la verdad es que necesito despejarme un poco, esto….
- Esto es fuerte, muy fuerte. Creo que todavía no me hago a la idea de cuánto. Pero corre, te están esperando, yo estaré bien.
- ¿Seguro?- asentí- bueno, entonces me voy rápido. Mañana estaré aquí a primera hora y hablamos. Descansa- se despidió con un beso en la frente, y se marchó.
Quería pedirle que se quedara conmigo, que no me dejara sola. Alice, Andrew, Emmett. Sé que ninguno quería hacerlo, pero los tres se habían ido. Y yo no podía más. Hoy todo había sucedido muy rápido, ni siquiera pude hacerme a la idea. Era una locura.
Encendí el portátil y puse la primera canción que vi, dispuesta a que todo se me viniera encima, y poder descargarme.
No puedo negar que las palabras de Emmett me habían reconfortado, pero no solucionaba nada. Desde el principio, en el fondo sabía que Emmett no me iba a fallar, ese no era el problema. Había otro factor en esta ecuación….
-¡Alice! Pequeña duende, ¿estás ahí?
Era él, como una broma del destino. Edward estaba detrás de la puerta, y yo no sabía si estaba preparada para enfrentarme a él también. Con un impulso tonto e inconsciente, me dirigí a abrirle. Me temblaba todo el cuerpo, las preguntas que me acompañaban desde el principio del día martilleaban en mi cabeza más que nunca y estaba a escasos metros de uno de mis mayores problemas, pero me dirigía hacia la puerta. No sabía bien que estaba haciendo, pero lo hacía.
- ¿Bella? ¿Eres tú? Ábreme por favor, necesito hablar contigo…
Allí estaba, delante de mi habitación, mirándome fijamente en cuanto abrí la puerta. Unas traicioneras lágrimas abandonaron mis ojos, y me derrumbé. Era algo que sabía que iba a pasar desde esa mañana, cuando ese test había decidido mi futuro, mi presente. Incluso mi pasado había cambiado, pues hechos que había decidido olvidar, adquirieron más importancia de la que ya tenían.
- ¿Qué pasa Bella? ¿Estás bien? Ey…- me abrazó, no sé qué fue lo que se le pasó por la cabeza, ni que se me pasó a mí para corresponderle. Pero llevaba todo el día necesitando eso, un simple abrazo. Hoy, las palabras no me servían, no me servía nada. Solo necesitaba un abrazo, un consuelo, y Edward lo había notado así, o simplemente le di pena y me abrazó. No lo sé, pero me alegraba de que estuviera aquí. Me alegraba sentirlo cerca, lo sentía sincero. Y por un momento me olvidé de que él era uno a los que tenía mucho que contarle.
Me guió hasta mi cama, me sentó y se arrodilló mirándome a los ojos.
- ¿Quieres hablar? ¿Contarme lo que te pasa?- yo no podía hablar- ¿Qué tonto soy no? ¿Qué me vas a querer contar a mí? Si no hago más que complicarte la existencia. Mira Bella, quizá no sea el momento adecuado, pero necesito hablar contigo, y tu no haces más que huir.
- Perdóname- no sabía en qué sentido lo decía, ni si realmente tenía que pedirle perdón, pero era lo único que me salía en ese sentido.
- No, perdóname tú a mi Bella. He actuado como un adolescente, y ya no lo soy. Me he acostumbrado a esconder los problemas, a hacer como si no existiesen, a huir antes de buscar explicaciones. Llevo meses haciendo esto, y en el camino te he llevado a ti por delante. Decidimos empezar de cero, pero no bastaron las palabras. Seguimos haciendo tonterías, como emborracharnos para esconder nuestros respectivos problemas. No basta con decir que vamos a empezar de cero, porque no lo hemos cumplido. Quiero hablar esto contigo porque desde el día después a aquella noche, decidí no seguir huyendo. Quiero afrontar mis actos, y saber afrontar los de los demás. Quiero volver a ser yo.
- No todo es culpa tuya Edward.
- Si lo es, me he comportado como si tuviera un trastorno de personalidad. Pensaba que estaba pensando también en los demás, pero no lo hacía, he sido un egoísta. Perdóname Bella, no sé que me pasó esa noche.
- Lo que hicimos, lo hicimos los dos, no tienes que disculparte.
- Pero necesito hacerlo. Lo que pasó puede quedarse ahí, y no volver a sacarlo más, pero tiene que ser cosa de los dos, necesitábamos hablarlo.- sonaba seguro y sincero, y yo estaba comenzando a sentirme segura con él, no le tenía miedo.
- Siento haber escapado de la situación, tienes razón, hay que saber afrontar las cosas. ¿Qué tal te fue todo después de…..lo que pasó?
- Pues si te refieres a mi relación, a mi relación con Tanya, no lo sé, eso es lo peor. Que ese día decidí afrontar las cosas, Hablé con ella, le conté todo, y ella me explico lo que yo había visto. Decidimos hacer borrón y cuenta nueva, otra vez. Yo la quiero Bella, pero ya no es lo mismo, intentamos engañarnos, pero no podemos seguir así, no sé en qué situación estamos. ¿Quieres contarme lo que te pasa a ti?
No podía, en ese momento no me salían las palabras. Pero tenía que hacerlo, cuanto antes mejor. Las lágrimas amenazaban con salir otra vez. ¿Cómo podía ser tan tonta en un momento como este?
- Tengo que contarte algo Edward, y no sé si seguirás mirándome con esa comprensión después de que te lo cuente.- ya no podía más.
- Mírame Bella- puso una mano a cada lado de mi rostro y me miró, yo le correspondía a la mirada, en ese momento necesitaba eso, una mirada de consuelo. No creía que fuese precisamente la de Edward, pero lo hizo, en ese momento volví a sentirme segura.
- Déjame hablar Edward.
- No, déjame hablar a mí. No sé qué es lo que me tengas que contar, pero no estás ahora mismo para decir nada. Olvídate de todo por hoy. Yo me muero de curiosidad por saberlo, pero ahora mismo quiero que te tranquilices, tengo la sensación de que todo lo que te pasa es por mi culpa, y no quiero que llores más.- arrastró mis lágrimas con sus dedos, y yo no podía permitir que pensase que solo era culpa suya.
- No es solo culpa tuya, ahora mismo solo puedo pensar en que no puedo creer que todo esto me esté pasando a mí.
- Sea lo que sea lo que te está pasando, es normal que pienses en eso. ¿Cuántas veces hemos pensado en lo que le pasa a los demás como algo lejano, como algo que no nos pasará a nosotros? Demasiadas, y a veces la realidad nos da una lección. Pero ahora intenta no pensar en nada, mañana será otro día, no te conozco mucho, pero nunca te había visto así. Deja de llorar, ¿sí?, pídeme lo que quieras, pero deja de llorar.
Le pedí lo único que había deseado desde hacía horas. Lo había deseado con Alice, con Andrew, con Emmett. Hoy quería seguir siendo inmadura, y no pensar en nada, no quería estar sola, hasta a eso le tenía miedo.
- Quédate conmigo.
- Aquí estoy Bella.
Se levantó, me acostó, y se quedó a mi lado. Acariciándome el brazo como si nos conociésemos de toda la vida, como si nada hubiese pasado. Y yo me olvidé otra vez, por un momento, de todo. Seguramente aquel hecho, el quedarme con Edward aquella noche, simplemente consolándome, mostrándonos el uno al otro una parte de nosotros que no conocíamos, también tuviese consecuencias en un futuro, consecuencias que no sabría calificar, buenas o malas. Pero no quería pensar.
Mañana sería otro día.
10/09/2010 Ayyys
13/09/2010 Almu
15/09/2010 -
20/09/2010 Nuri
22/09/2010 Karla
24/09/2010 Adry
27/09/2010 May
29/09/2010 Alba
01/10/2010 Airam
04/10/2010 Milu
4 Sonrisas:
Nury!!!! estubo genial!!!!!! me atrapaste!!!!!!! todo tiene logica no hubo proteccion!!! ahora mi pobre Bella no sabe que hacer... que dificil situacion!!! pero Emmet respondio bien despues de que se fue claro jejej
y Edward al parecer se esta dando cuenta de sus errores del pasado... por fin jeje
bueno Nury me encanto!!! aunque las pruebas de embarazo no son 100% seguras XD
Hola!!!! lei el capitulo el día de ayer y hasta ahora no reacciono.... que buen capitulo y tremendo DILEMA jajajajaja jamas me hubiese imaginado que la historia iba a seguir este rumbo pobre bella, no se si reirme, llorar, muy capitulo y que siga adelante la historia.
Genial!!!
:-( omg... ay k cap tan tenso ..nuri me has dejado en shok ... dios bueno creo k sabiamos k podia suceder esto.. pero chicas k sea el hijo de rob si no las matoo hahaha:-}.. aunk como bien decia karla.. podria ser otra opcion k no es segura la prueba de emb.. jejee.. bueno mis niñas .. solo puedo decir.. que este fic.. cada vez esta muxo mejor... kiero masssssss XD... gracias nuri... m gusto muxo ;-).k giro le diste a la historia!! Saluditos a todas!
Vale nena, con retraso pero ya sabes lo caótico que he tenido todos estos días :-S
Creo que he pasado por varios estados mientras leía el capitulo, cada uno con sus respectivas caras por supuesto. Primero, el estado de incredulidad al leer las palabras Bella/test de embarazo... Después a venido la euforia al leer a Andrew y las palabras "buscar la inteligencia escondida" XD, me he reído un montón con las chorradas de este personaje, y eso que yo pensaba ya que iba a ser malo :-S, soy una mal pensada. Por cierto, me ha recordado muchísimo a un amigo mió, yo a este le digo que su inteligencia es superior al resto, por eso no podemos pillarle y él por ende, tampoco a nosotros ;-D...
Vale, sigo...De nuevo la incredulidad al leer como Andrew le contaba todo a Emmett, que en principio es para matarlo pero mira, le ha dado el empujón necesario a Bella. La reacción de Emmett, hombre, que te cuenten que podrías ser papa, pero que no es seguro porque existe la posibilidad de que otro sea el padre, y que ese otro, sea encima su hermano pues....Creo que se lo ha tomado bastante bien :-|. Luego cuando a sido capaz de procesar las cosas ya se ha visto el buen fondo de Emmett. Sea cual sea el padre, esta claro que este le va a apoyar en todo...
Y el final, esa conversación con Edward...necesaria, muy necesaria, todo lo que le pasa a estos dos, no es más que las consecuencias de no hablar. El único detalle, Bella no le ha contado nada del embarazo, si se entera por otras personas, quizás su reacción pueda ser peor pero...tiene que ponerse en situación de Bella, es que no es nada fácil enterarte que estas embarazada cuando se tienen una serie de metas, y encima, no saber de quién es el hijo, y que un posible padre, sea tu profesor, es que manda narices :-S...
En definitiva, me ha gustado mucho el capitulo, la madurez de Bella ante la situación, esa pequeña desesperación que narras, que haces que nos pongamos en su piel, el manejo de emociones que has empleado... Genial Nuri, puedes creértelo o no, tu misma, pero este capítulo se merece que te hagamos todas una gran ola...
Perfecto de principio a fin ;-)
Y tú, ¿nos regalas una sonrisa?