Chicas, os traigo el segundo capítulo de este relato que con tanto cariño y esfuerzo esta escribiendo Karla.
La semana pasada conocíamos a Bella, uno de los personajes principales de esta historia. Hoy, nos trae la otra cara de la moneda. Os aseguro que si el anterior nos dejo a todas tocadas, este lo va a hacer más, pues a medida que avanza la historia, ésta va a cobrar más dureza, de ahí la implicación de la autora del mismo, a la cual, reitero nuevamente mi agradecimiento por hacernos este regalazo.
Y ahora sí, a leer...
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Capítulo 2
Narrado por Edward
Nombre: Edward Cullen
Edad: 27 años
Profesión: Agente federal de Investigación (FBI)
Me inicie a la edad de veinte años, edad requerida por la Oficina Federal de Investigaciones, mejor conocida por sus siglas FBI.
Por mis venas corría ese deseo de servir a mi país y a la sociedad de cualquier amenaza. Mi padre, siendo muy joven, se inicio en el departamento de policía de la ciudad de Nueva York. Su apoyo fue de gran ayuda, apoyo que fue aliciente para soportar todos los exámenes físicos y mentales que se requería para entrar a la corporación. A tras quedaban todas esas noches en vela que pase estudiando, noches en las que mi padre a veces se quedaba en mi apartamento acompañándome, trayendo con él dos tazas de café bien cargados.
No fue fácil conseguirlo, pero lo había logrado. Un mes antes de salir seleccionado, mi padre fue abatido por unos hijos de puta que habían asaltado una Joyería. Esa noche trato de detenerlos pero en su intento falló. Pidió refuerzos si, pero demasiado tarde, mi padre cayó muerto con tres disparos en el pecho, los cuales traspasaron su chaleco.
Su compañera de toda la vida, su esposa, su amiga, su incondicional, mi madre Elizabeth, no logro soportar la pérdida, la ausencia, la soledad que mi padre había dejado. Falleció de un infarto.
En menos de cuatro meses había perdido a mis padres.
Mi vida cambio por completo. Tuve que vender la casa donde pase gran parte de mi vida con ellos. Era demasiado grande para mi, demasiados recuerdos, demasiado dolor.
Así que me refugie en mi trabajo. Día y noche, en la que no había descanso. Sin darme cuenta yo mismo no me lo permitía. Llegaba a mi apartamento y en vez de ir a la cama, seguía trabajando desde mi portátil. Por mas de doce meces mi vida fue así. Doce largos meses en los que fui demostrando lo valioso que era.
Pero esa vida empezó a pagar factura.
Empecé a bajar de peso, las líneas oscuras debajo de mis ojos se hacían notar, y obviamente mis superiores se dieron cuenta de esos cambios. Ellos hablaron conmigo, dijeron que no podía seguir así, que también tenia una vida, no solo era trabajo y que si no podía combinar ambas cosas, ellos iban a tomar la decisión de darme de baja. El enojo y la frustración invadió todo mi cuerpo pero mi mente lo pudo controlar, algo andaba mal, fui consiente en el momento que mencionaron que podía perder lo que hasta hoy había ganado, consiente que todo se podía ir a la mierda.
Al principio no fue fácil cambiar una rutina de mucho tiempo pero lo fui logrando, iba combinando esa vida laboral con la personal. Mi aspecto físico había mejorado y con ello el trato con mujeres. Pero los tiempos han cambiado y para una mujer es muy difícil entender este tipo de trabajo donde no hay horarios, donde no hay fechas especiales, donde hay riesgos y tienes que estar disponible en todo momento.
Puedo decir que lo he intentado, sobre todo cuando se cruzan en tu camino mujeres hermosas como Sophia. Si, Sophia. Con ella compartí más de un año de relación, pero el exceso de trabajo y el hecho de no poder soportar mis ausencias, hizo que la relación terminara. No hubo culpables, simplemente se trataba de entender. Es difícil pero no imposible, así que no me complico, ya llegara el día en que conozca a alguien que si lo podamos manejar pero por el momento, disfruto ambas cosas, mi vida y mi pasión por mi trabajo.
El agente Lewis, el agente Héller y yo, habíamos hecho un gran equipo de inteligencia investigativa para resolver los casos mas importantes en los últimos dos años pero debo decir que atrás de nosotros se encontraba un gran equipo cubriéndonos nuestras espaldas. Los tres somos casi de la misma edad por consiguiente el trato era de lo mas normal.
Pero como es lógico, no faltaba que alguno se hiciera el gracioso.
-Hey Cullen… ¿Vienes o no? -decía Lewis, mientras estaba en mi oficina trabajando.
-Ya dije que no, tengo que terminar este informe ¿cuántas veces quieres que lo repita?
-Déjalo Lewis –decía el agente Héller acercándose a la puerta- Él se lo pierde, no dudo que su abstinencia lo tenga así y se tenga que hacer la puñeta él solo.
-¡Vete al carajo!
-O será que la rubia despampanante con la que se topo el otro día lo dejo sin mas ganas de nada -Ahora era el turno de Lewis.
-¡Vete al carajo tú también! ¡Maricones de mierda!
Esas eran nuestras típicas bromas pero a la hora de trabajar éramos los mejores. Y así lo veníamos demostrando.
Las envidias hicieron acto de presencia hace ocho meses, cuando nuestros superiores, el agente Ford y el agente Johnson, gente de mucha experiencia con mas de veinte años en la corporación, nos mandaron llamar para informarnos que habíamos sido escogidos por la oficina central de Washington, para llevar el caso de una de las mas grandes redes de prostitución en nuestro país.
Recuerdo el día que nos dieron el caso. Los tres estábamos entusiasmados y agradecidos por la confianza que nos otorgaban para llevar a cabo esta investigación, investigación que era de gran ayuda para nuestras carreras dentro de la corporación. De antemano sabíamos que era un caso difícil, de ahí la frustración y el encabronamiento por la tardanza al dictamen del resultado.
Trabajábamos en conjunto con el grupo elite de la policía de la ciudad de Nueva York. En el momento en que dábamos los informes de la ubicación exacta donde se encontraban, se llevaba a cabo una movilización policial, pero esos hijos de perra sabían moverse bien. Los muy bastardos eran más inteligentes que nosotros. Era como si alguien les estuviera dando información exacta de todos nuestros movimientos.
Había un soplón, de eso estaba seguro pero… ¿quién?
Mis sospechas se confirmaron poco después, cuando los barrios bajos de la ciudad, fueron testigos de una persecución bastante intensa…
EL agente Lewis era el conductor de nuestra unidad. Sentía la puta adrenalina hasta arriba recorriendo todo mi cuerpo. Habíamos llegado a un edificio donde lo teníamos todo rodeado con nuestras torretas apagadas para no darles tiempo de escapar, pero los muy hijos de perra sabían que ya estábamos ahí. Tres camionetas negras cerradas salieron a toda velocidad del estacionamiento del mismo edifico, donde la primera se estampo con dos de nuestras unidades sacándolas del camino y dando paso libre a las otras dos. Todo el mundo se subió a sus coches patrulla para darles alcance a esas tres camionetas que se separaron para dispersarnos. No era la primera vez que hacían eso pero esta iba a ser la primera que no salieran bien librados.
-¡Lewis! ¡Acelera de una puta vez! –grite mientras me aferraba en el asiento del copiloto, alistando mi pistola semiautomática.
-¡Gira a la derecha Lewis, ve por el puto callejón! -gritaba Héller que venia en la parte trasera.
Mientras, el rechinido de la llantas y olor a neumático quemado se hacia notar.
-¡Hijos de puta! -gritamos al recibir los primeros impactos de balas, los cuales no llegaron a su objetivo.
-¡Acércate Lewis! -gritaba Héller. Los dos apuntamos y disparamos nuestras armas.
Héller apunto dándole a la llanta trasera que hizo que la camioneta se volcara debido a la puta velocidad que llevaba. Lewis frenó evitando que nos estampáramos con ella. Nos bajamos rápidamente para cubrirnos de los disparos yo por la parte del cofre de la unidad, Héller y Lewis por la parte trasera.
Dos tipos salieron corriendo de la camioneta disparando hacia nosotros. Héller y yo salimos corriendo tras ellos. Huyeron hacia la calle, justo allí se separaron. Cada uno se fue en dirección contraria. Héller me hizo una señal para que siguiera al que tomo el camino de la izquierda. Le grite que se detuviera pero el hijo de puta disparó en respuesta. Rápidamente me cubrí tras unos de los botes de basura y dispare, lo cual hizo que se metiera por otro callejón. Corrí tras él pero me detuve al ver que el callejón no tenia salida. Intentaba subir por la barda.
-¡Gírate y deja la maldita arma en el suelo! –grite mientras yo le apuntaba con mi arma.
Son esos segundos que debes actuar con inteligencia porque tu vida se puede ir a la mierda. El muy cabrón se giro pero hizo un movimiento con su arma para dispararme, así que rápidamente detone la mía donde él cayó muerto. Me quede allí y me comunique por radio con Héller pero no respondió así que llame a las autoridades correspondientes para que hicieran la investigación y levantaran el cuerpo. En el segundo intento Héller respondió diciendo que también había dado muerte al otro pero que el muy hijo de puta le dio un rozón en el brazo derecho y que en ese momento se lo estaban llevando a primeros auxilios.
Salí de allí en busca de Lewis.
-Hey Lewis, ¿qué paso? –pregunte cuando vi como en una de las varias unidades que abarrotaban la zona, se llevaban a un tipo esposad.
-Nada, que el muy puto se rindió y ya sabes como son estos, que se quieren llevar toda la gloria -dijo con un movimiento de cara en dirección al grupo de policías.- ¿Y qué sucedió con Héller? -preguntó.
-Él esta bien, solo sufrió un rozón, ahorita se encuentra en primeros auxilios. ¿Has sabido que paso con las otras dos camionetas? -pregunte.
-Si. Por radio han informado que pudieron escapar.
-¡Mierda! –bufé- Que suerte tienen esos putos cabrones -dije, mientras tanto la radio de la unidad nos estaba informando que estuviéramos alertas porque a los policías ineptos de mierda se les había escapado el detenido.
Nos subimos a la unidad, dando varias vueltas por la zona pero fue inútil, ese hijo de puta ya estaba lejos de aquí. Decidimos ir a nuestras oficinas para dar informe de lo que había sucedido y empezar de cero, de lo cual ya estaba jodidamente frustrado ya que los resultados siempre eran nulos.
Eran las ocho de la noche cuando salí de la oficina, llegue al estacionamiento abriendo la puerta del coche tirando mi arma en el asiento de copiloto. Me quede sentado un momento con las manos en el volante apuñándolo fuertemente, sentía que mi cabeza iba estallar.
La semana avanzaba. El agente Héller se tomo cuatro días de recuperación donde se sentía como león enjaulado, si por él fuera al día siguiente se hubiera presentado a trabajar. Héller era un tipo duro que a comparación de Lewis se tomaba las cosas muy en serio, no quiero decir que Lewis no se las tomara pero su carácter era más tranquilo que el de nosotros y eso marcaba un poco la diferencia.
Lewis era como un tipo de balanza entre nosotros.
El día de hoy me encontraba en mi cubículo cuando recibí la llamada del agente Johnson, diciéndome que fuera a su oficina inmediatamente. Toque a la puerta cuando escuche la voz del agente diciendo que pasara. La oficina era bastante amplia y lo bastante seria para un jefe del FBI. En el sillón de a lado se encontraba el agente Ford y de pie, al lado de la silla del agente Johnson, un hombre al que jamás antes había visto.
-Cullen, te presento al agente Miller. Él trabaja para la oficina central de Washington -mi cabeza hizo un gesto de saludo el cual fue correspondido. Debo decir que aquí no había formalismos, también debo añadir que el agente Miller era relativamente joven.
-Toma asiento -dijo el agente Ford, mientras el agente Miller seguía de pie observándome detenidamente.
-Como veras Cullen –habló de nuevo el agente Johnson- hace ocho meses se nos encomendó una investigación donde los resultados han sido escasos.
-Lo se –fue lo único que pude decir. En estos momentos por mi cabeza pasaba la renuncia del caso.
-Hace tiempo que hemos llegado a la conclusión que los hijos de puta tienen un maldito soplón -asentí. Hacía semanas que yo también había llegado a la misma conclusión.
-La semana pasada hubo una persecución –ahora fue el turno del agente Ford, al cual me gire para verlo- donde hubo un detenido que escapo a los pocos minutos –volví a asentir- Pero todo fue una pantalla para despistar, pues lo que paso en realidad fue que nosotros lo retuvimos por unas varias horas más.
-Así es -aseveró el agente Johnson- Se le saco la información de que su jefe, el tal Anderson, y digo el tal porque no sabemos si ese es su nombre verdadero ya que se manejan muchos… resulta que se encontraba en Europa el día de la persecución, reclutando jovencitas y que en unos días llegaría a Nueva York, pero el muy perro ya esta aquí. Al que retuvimos es nuestro contacto, uno que esta trabajando para nosotros, y no creas que por decisión propia, porque no fue así. Se le ha amenazado y se le ha insertado un GPS donde esta monitoreado las veinticuatro horas del día, el cual es imposible desactivar pero ante todo eso, no estamos confiados -escuchaba detenidamente toda la información que me estaban dando- Por eso has sido seleccionado para el siguiente paso que queremos dar para acabar de una buena vez con esos hijos de puta.
-¿Que tengo que hacer? -pregunte en un impulso de querer saber más.
-Eso me gusta, que este dispuesto para todo -dijo el agente Miller, con un tono de ironía que no me gusto nada.
-El plan es este - el agente Johnson hizo una pausa antes de continuar– Nuestro contacto ha convencido a su jefe de meter a un amigo para trabajar en la organización por las dos bajas que sufrieron en la persecución de la semana pasada y ese amigo vas a ser tu. Vas a ser un infiltrado. Pieza clave para desmantelar toda la red que exista. Queremos nombres, ciudades, cuentas bancarias toda la información exacta para acabar con esos hijos de perra.
-¿Estas dispuesto hacer ese trabajo? ¿Saber los riesgos que llevas y tener que actuar igual que esos perros para que no sospechen absolutamente nada? -pregunto el agente Ford.
-Si señor. Estoy dispuesto hacer lo que sea para atraparlos -dije con firmeza.
-Bien. Mañana a las ocho de la mañana estarás reunido con nuestro contacto, su nombre es Tim Owen, él ya esta enterado y mas vale que vaya porque sabe lo que le puede pasar. La cita es en el restaurante Balaboosta, no te preocupes por la dirección, el agente Miller te dejara allí. Él pasara por tu apartamento antes de la hora señalada –él mencionado asintió con su cabeza.
-Esta es la fotografía de Owen para que lo reconozca cuando llegues al restaurante -dijo el agente Johnson, pasándome la fotografía- En ese instante te llevara con su jefe para que seas aceptado. Como ya te hemos dicho, tienes que actuar lo mas natural posible, mejor dicho… igual o peor que ellos para que no sospechen nada.
-En la primera oportunidad que tengas tienes que conseguir toda la información, mientras tanto estarás allí hasta que la hayas conseguido. Esperamos que sea lo mas rápido posible, por eso te escogimos, sabemos de lo que eres capaz -continuaba el agente Johnson.
-Otra cosa, no menciones de esto a nadie, ni a tus compañeros. Vamos a decir que vas estar fuera por unos días, que has ido a la ciudad de los Ángeles para reunir información y así continuar con el caso.
-También tienes que saber que hemos cambiado todo acerca de ti, aunque esto si es cierto, dirás que no tienes familia, que anteriormente has tenido varios trabajo, que desde muy joven empezaste robando piezas de autos, pasando por el mercado negro de armas hasta llegar a vender droga, pero que ya quieres algo fijo. En ti esta convencerlo –asentí, tenía muy claro que esto era lo que quería- Toma, esta es tu nueva identificación y tranquilo, no podrán averiguar nada de tu vida anterior, todo esta bloqueado para cuando te investiguen cosa que… estamos seguros harán –lo daba por hecho- Para ellos serás Anthony Masen -dijo al momento que me daba mi nueva identificación.
-¿Quedo claro Cullen? -preguntó el agente Ford.
-Si señor. Todo muy claro –conteste.
-Entonces es mejor que te retires y estés en tu apartamento desde ya, para que mañana el agente Miller pase por ti. Y si te preguntan tus compañeros ya sabes lo que tienes que decir –asentí antes de girarme sobre mis talones, pero la voz del agente Johnson, hizo que volviera a mirarles –Cullen… Mucha suerte.
Al llegar a mi cubículo para recoger mis cosas, me encontré con mis compañeros hasta el momento, Lewis y Héller. Ambos mi miraban con curiosidad. Aquí las noticias corrían como pólvora, querían saber para que me mandaran llamar. Les dije que me habían enviado a la ciudad de los Ángeles para seguir con la investigación y que mañana por la mañana partiría hacia allá. Ellos pensaban que nos habían apartado del caso.
Durante la noche, no pude dormir pensando y analizando cómo iba actuar delante de esos perros. Me levante a las cinco de la madrugada, era inútil seguir intentándolo. Me di una buena ducha para relajarme y me concentre en lo que tenía que hacer. Salí del baño y me dirigí a la cocina para prepararme una taza de café bien cargada, prendiendo el televisor en el canal de noticias, pero nada relevante a lo que ya estábamos acostumbrados… Que si la bolsa de valores cayó 2.5%, que si el mercado mundial estaba colapsado, que si el Senado de Estados Unidos aprobó techo de deuda para evitar quiebra, la detención de emigrantes cerca de la frontera con México, que si el trafico de humanos, el trafico de drogas y el trafico de armas iban en aumento. Asqueado de lo mismo apague el televisor. Esto era como un cáncer que cundía rápidamente, el mundo estaba hecho una mierda.
El agente Miller llego puntual a mi apartamento.
-¿Listo? –preguntó nada más tenerme delante.
-Si. Listo.
Sin mediar ni una sola palabra más, nos dirigimos al restaurante donde me iba a encontrar con el contacto. Por el camino no cruzamos palabra salvo antes de bajarme, momento en el que me aviso de que me tendrían vigilado y que si mi vida corría peligro saliera de ahí inmediatamente sin importar nada, pero que antes de eso prefería que hiciera bien mi puto trabajo. No me extrañaba que el puto engreído dijera eso.
Al entrar al restaurante, el contacto ya me estaba esperando en una mesa.
-¿No se te antoja una taza de café con un pastelito? Yo invito -dijo el muy perro, con una sonrisa en su rostro.
-Déjate de putadas y mueve ese culo para que me lleves con tu jefe de mierda.
-Ok, ok... solo era una broma –dijo levantando las palmas de sus manos e hizo un ademan para que saliera primero.
-Yo te sigo. Y no quiero recordarte de lo que te pueden llegar hacer si haces algo estúpido. Es mejor que estés del lado nuestro, sabemos muy bien como son esos hijos de perra con los malditos traidores de mierda.
-No tienes que recordarme, ya lo se.
Caminamos varias cuadras donde yo siempre lo seguí. Llegamos a un edifico no muy grande donde se encontraba un bar en la parte de arriba. Rodeamos todo el edificio hasta llegar a una cortina de metal, la cual tenía en la parte de arriba una cámara de seguridad. Tim dio varias palmadas a la cortina, al poco tiempo un tipo blanco de lo más corpulento nos abrió con sus brazos cubiertos con un sinfín de tatuajes.
-¿Quién es este Tim? – pregunto el fortachón, nada mas verme.
-Este es mi amigo Anthony y el jefe lo esta esperando –respondió. No cabía duda que estaba cooperando, sabia cual era el nombre que me habían asignado.
El hombre nos dio el paso. Al entrar me di cuenta que era una especie de bodega donde varias camionetas negras estaban bien estacionadas. A un costado estaban varios cuartos tipo oficinas donde fuimos dirigidos por el mismo hombre. Se detuvo en una de ellas y toco a la puerta.
Los segundos que esta tardo en abrirse, el nudo en mi estomago se contrajo hasta llegar a ser doloroso. Tenía que mantener la calma si quería salir de esta con vida, tenía que hacerlo si quería acabar con toda esta mierda.
-¿Qué pasa Roger? -preguntó otro hombretón similar al primero, pero de raza negra, nada más abrir aquella puerta.
-Nada, que Tim quiere hablar con el jefe.
-Diles que pasen -el tipo corpulento, Roger, se voltio hacia nosotros pero Tim le gano la palabra.
-No es necesario Roger, ya lo escuche. Te puedes retirar –dijo Tim en un tono de burla. Me sorprendió que tuviera esos huevos, ya que la diferencia de tamaño entre ambos era bastante obvia.
Entramos y el ambiente olía a cigarro mezclado con whisky. Me imagine que la persona que estaba sentado detrás del escritorio era el puto jefe. A su lado, el tipo de raza negra me miraba con recelo.
-Jefe, le traigo a mi amigo para que lo conozca. -dijo Tim. Dos pares de ojos me observaban de pies a cabeza.
-Ya viste David que tenemos aquí. ¡Un niño con cara bonita! –dijo el Europeo.
-Lo estoy viendo jefe -dijo el tal David con desdén.
-No saben lo que esta cara bonita puede llegar hacer -conteste rápidamente. Ambos no tardaron en mirarse ante mi respuesta.
-¿A si? –inquirió echando su cuerpo hacía el respaldo de la silla, juntando sus manos- ¿Y qué puedes hacer? –su reto sonó a burla pero yo no me iba a amedrentar, no ahora.
-Ni se lo imagina –el reto fue ahora mío.
-¡Le dije que era bueno jefe!
-¡Cállate Tim! –grito el jefe, en ese momento un ruido nos hizo voltear la cabeza, era la cortina que se estaba abriendo dando paso a una camioneta negra.
-Jefe, ha llegado Rachel –dijo David
-Bien, ve y controla la situación –dijo y David salió de la oficina.
-Dame tu identificación -en ese momento saque mi cartera y se la di, la vio un instante y la guardo en el cajón de su escritorio.- Necesito gente -continuo- Esos policías de mierda han estado cerca, así que Anthony, veré de lo que eres capaz -se levanto y le dimos el paso para que pasara delante de nosotros y salir de la oficina.
Tim y yo salimos detrás de él. Llegamos donde estaba la camioneta que había llegado. Delante de ella estaban formadas ocho chicas, chicas que estaban llorando y gimiendo con un miedo en sus caras.
-¡Hola señoritas! -dijo el jefe– Me alegro que hayan llegado bien. Pido una disculpa por no haberlas recibido como se merecen pero creo que ya se han dado cuenta a lo que han venido. A trabajar, pero no a esa ridiculez del modelaje y revistas de modas. Han venido a trabajar de verdad, a trabajar para mí, a dar placer ¿me entienden? Yo creo que si -el hijo de perra usaba un tono de lo más repugnante– Vuestras ansias por venir a este país me han costado bastante dinero y lo quiero de regreso. Y si alguna de ustedes hace algo estúpido, los que pagarían las consecuencias serian sus familiares. Tenemos todos sus datos, nombres de sus padres, hermanos, hermanas etc. Así que no se los recomiendo –al momento que decía esto, él pasaba por cada una de ellas acariciándoles sus pechos haciendo que los llantos de ellas fueran en aumento debido al miedo. Una de ellas se puso histérica y uno de los hombres que estaba presente le dio dos bofetadas.
Me llamo la atención una que estaba al extremo de la fila. No se movía. Parecía sumida en sus pensamientos mientras su vista se clavaba en el cemento del suelo, pero sus piernas temblaban, de lejos era consciente de ello.
-Anthony- dijo de espaldas con una señal de mano indicando que me acercara.- Quiero ver que eres capaz de hacer -a esto se referían mis superiores cuando decían que tenía que actuar como ellos.
Camine hacia la chica que miraba el piso y con voz severa dije;
-¡Mírame! –no me tembló el pulso al hacerlo. Era lo que tenía que hacer.
-¡Levanta tu maldita cara!...
Ella levanto su cara. Sus ojos estaban cubiertos por el miedo. No lo dude un instante, toda aquella mafia me miraba esperando mi reacción, tenía que salir con vida de esta, por ésta y por las miles de chicas como ella tenía que hacerlo.
Sin ningún tipo de compasión rasgue su blusa, dejando al descubierto sus pechos.
¿Que os aparecido?... Karla merece una sonrisa ¿verdad?... venga chicas que son gratis, además dicen que alargan la vida ;). A la semana que viene más...
6 Sonrisas:
Pues si el anterior fue jodido, este no se queda atrás. La obsesión que corre por las venas de Edward le han llevado a meterse de lleno en la boca del lobo... ¿podrá Edward soportarlo? ¿ podrá comportarse como ellos? ¿ podrá sobrepasar esos limites? me pregunto.
Brutal la imagen que se ha formado en mi cabeza en esas ultimas lineas, lo fue en su momento cuando lo leí y lo ha vuelto a ser ahora.
Y no puedo dejar de hacerme una pregunta ¿hasta que límite va ser capaz de llegar Edward?... ¿Que habrá sentido Bella en ese instante?...
No puedo evitarlo, me gustaría ser más apática con este tipo de lecturas pero... no puedo evitarlo, soy masoca, o es que eres tu Karla que te superas cada vez más ;).
Chicas muchisimas gracias por todos sus comentarios ...son de gran apoyo y de gran ayuda para seguir adelante con la historia!!! Esas mismas preguntas me hago yo tambien Almu.. por lo fuerte que es el tema.....y bien sabemos que esto es ficcion pero que siempre la realidad lo supera...... por eso he tratado de manejarlo con respeto y realismo y con tu ayuda y tus consejos se que saldra adelante.
de nuevo gracias por el apoyo!!!
el tercer cap esta en proceso.... como dice Almu ¿que habra sentido Bella en ese instante? y hasta que limite llegara Edward? que dificil ponerse en la piel de ellos muy dificil!!!!
OMG KRLISS ESTA BUENERRIMA LA HISTORIA... wow me sorprendio el pov.. mi ed de agente omg.. ya me lo imagino jajaja.. tss pobre obsecionado con el trabajoo bueno es k en eso como es posible vivir... pero bueno ahora sera un infiltrado.. todo para descubrir a esos malditos hijos de p.... jejeje super interesante... es claro k alguien de ahi los traiciona.. asi que kien sera.. pero ahora me preguntooo ya conocio a bella o dios mio le llamo la atencion... pero creo k le llamara mas al momento k rasgo su blusa jeje k malooo sucio jeje... tss sin duda se tendra k comportar de lo mas patan sino pueden descubrirlo... oh dios mioo... no me imagino k tantas cosas tendra k hacer ... sin duda una situacion dificil para el... y pero para bellaa pobre dioss en k mundo se fue a meter :s creyendo k iba a mejorar...... nose no kiero verlos sufrirr pero creo k es parte de la historiaaa no sera nada facil como decia antes...
muy buena historia mi krlis.. cada vez t superas.. k valienteeee ... me gusto muxoooo muxo muxoooo!
Karlita felicidades nuevamente excelente capitulo y tremenda narración, haces que me meta de lleno en el papel y me alegro un montón tener un pov Edward ya que no sabía si lo habría siempre es bueno ver el otro lado de la moneda! Me dio mucha cosita la historia d ela vida de Edward debe ser tan difícil perder a tu padre e imagínate perderlos a los dos casi al mismo tiempo, muy duro, y me encanto este lado de detective inteligente, astuto y sobretodo trabajador, creo que va a estar súper interesante ver como se filtra dentro de esa organización y si será capaz de muchas cosas más como la que hizo en su demostración, que seguramente será una de las mas leve!! En fin como te diste cuenta ya me atrapo tu historia, seguiré esperando el otro cap!
la historia sta genial!!!!!!!!!!!!!!!!!!! gracias karla!!!!!!!!!muy buena gracias. los capis cada vez son mejores y muero por saber q sigue?????
muero por el tercer capi
INCREIBLEMENTE BUENO EL CAPI. Karla felicitaciones cariño!!!!!! La historia esta muy intensa, conocer a Edward en este rol de agente, tan obsesivo con el trabajo, tan solo en el mundo, con todo el dolor de haber perdido a sus padres fue espectacular.
Que pasará ahora? Muero de curiosidad, que pasará por la cabeza de Bella cuando reaccione, como será el futuro de ambos en ese mundo de horrores en el que les tocará vivir.
Besos
Y tú, ¿nos regalas una sonrisa?