Hola chicas!!
Por fin! Siento el retraso de verdad, pero he de decir que tengo más de una excusa eh... pero bueno, no os voy a contar las penas que aquí cada una tiene las suyas. Eso sí, he intentado compensaros un poco trayendo un capítulo largo, 16 páginas de Word. ¡No os quejaréis eh! Otra cosa ya es que os guste, pero bueno, lo he hecho lo mejor que he podido.
Así que sin más os dejo con el capítulo 50. Si es que llevamos un ritmo impresionante en este fic... a este paso me veo llegando al capitulo 100!
Capitulo L – Las Vegas es... Las Vegas
Emmet POV
5749. Cinco mil setecientos cuarenta y nueve. Ese prometía ser nuestro número de la suerte. En cuanto saliésemos del lío en el que estábamos metidos iba directo a comprar algo de lotería con este número.
Habitación 5749. Ahí teníamos la solución. Sólo teníamos que cruzar la puerta de esa habitación y estaría la solución a nuestros problemas. Así que con la llave en la mano, conseguida a través de mi maravilloso plan, abro la puerta de nuestra salvación.
Puerta abierta, me lanzo hacia los armarios y empiezo a sacar ropa que nos pueda servir, lanzándola sobre la cama. Pero ante mi solo aparecen faldas extremadamente cortas, vestidos llamativos y shorts diminutos.
- ¡Esto tiene que ser una broma! - grito desesperado.
- ¿Qué pasa? – me pregunta Edward mientras cruza la puerta
- ¿Qué qué pasa? ¡Pues que aquí solo hay ropa de mujer! – le respondo indignado.
Doy una ojeada a la cara de mis amigos y hay una mezcla entre desilusión y temor. Nuestro magnífico plan detalladamente trazado no contaba con que nos encontráramos con una habitación de mujeres. De tremendas mujeres debo decir, solo por el tipo de ropa que se ve ahora esparcida por la cama. Pensándolo bien, no me importaría nada conocerlas eh…. aunque claro, ahora mismo no sería el mejor momento para que nos encontráramos, infiltrados en su habitación y en gallumbos…
- ¿Y ahora que vamos a hacer? —pregunta Andrew, sacándome de mi sueño erótico. No hay nada que me ponga más que pensar en mujeres misteriosas e intentar descubrir sus encantos a través de sus prendas.
- ¿Tú qué crees que vamos a hacer? ¡Vestirnos! No hemos arriesgado tanto con el plan para ahora quedarnos de brazos cruzados.
- ¡Tú estas loco Emmet, yo no me pienso poner esa ropa de mujer! – Ya está el “pepito grillo” del grupo. Este Edward siempre poniendo pegas. Con lo bien que le estaba sentando las Vegas; yo pensaba que igual hasta conseguiríamos que se soltase un poco.
- Conmigo tampoco cuentes Emmet. ¡Todo esto es culpa tuya! Ay como se entere Alice… – El otro miedica del grupo. Alice esto, Alice aquello…. Que yo quiero muchísimo a mi casi hermanita eh! ¡Pero Jasper está en un nivel de enchochamiento imposible!
- A ver chicos, tenemos dos opciones: Salimos así tal cual estamos o nos ponemos estas “preciosas” ropas y salimos a buscar una solución. Yo lo tengo claro, aunque estoy tremendo, quiero guardar algo de mis encantos para sorprender a las chicas! Así que… ¿a qué esperamos? – Intento infundirles valor, pero las caras lo dicen todo… no creo que haya mucha participación. Pero siempre hay una excepción, La excepción…
- ¡Yo me apunto Emmet! En unos años seguro que nos echamos unas risas con esto. Que va en unos años, en unos días o a lo mejor esta misma noche. ¡Ya veréis chicos como esta misma noche nos echamos unas risas con ello! - Y sin dudarlo mucho, Andrew se lanza a la cama rebuscando entre la ropa desperdigada como una compradora compulsiva en el primer día de rebajas.
Bueno, si se anima uno, quizás se animen todos ¿no? Venga, toca coger el toro por los cuernos Emmet. Y sin pensarlo demasiado e intentando de forzar la situación, me uno a Andrew en la búsqueda de alguna prenda que me pueda entrar.
Entre el montón de ropa encuentro un vestido azul oscuro así como con muchos pliegues. Esto me debería valer ¿no? Quiero decir, esos pliegues seguro que se dan y dejan entrar a mi corpachón. Y no lo dudo, lo analizo a conciencia, busco los agujeros oportunos y me lo pongo. Pues oye, la verdad es que es la mar de cómodo. ¡Y este azul oscuro resalta el color de mis ojos seguro!
Me giro, hago un intento de pose sexy, le guiño un ojo a la audiencia y empiezo a buscar más prendas para cada uno de ellos. Ellos me miran estupefactos, no se acaban de creer que el plan vaya a ser ese.
Alcanzo una especie de vestido así como beige que parece una especie de sábana. Seguro que si mi descripción la oyera Alice se reiría de ella, pero oye, ¿qué espera de mí? Aún recuerdo cuando intentó hacerme entender los diferentes tipos de cuellos que existen: cuello de barca, cuello de cisne, cuello a la caja, cuello redondo, cuello de tortuga, cuello en pico, cuello vuelto, cuello de lazo, cuello plano… pufff ¡Aún tengo pesadillas con ello!
Así que lo cojo, lo examino, veo la anchura y decido que es el modelito ideal para Jacob. Esa musculatura desarrollada va a necesitar un vestido ancho como el mío. Con un movimiento rápido, me giro y se lo lanzo, acompañado de un “¡Póntelo y ni se te ocurra decirme que no!”
Vuelvo al trabajo y por el rabillo del ojo veo como Jacob se empieza a pelear con la prenda, intentando adivinar por donde debería metérsela. A su rescate acude Jasper, que imagino que estará bien instruido por Alice. Después de una breve discusión sobre si su vestido está roto o si se han olvidado de hacerle algún agujero, Jasper consigue hacerle entender que se trata de un vestido con un hombro al aire. Y los dos juntos empiezan a maniobrar para conseguir embutirle el vestido.
Mientras están en faena, oigo a Andrew soltar un gritito de alegría:
- ¡Este! Ya lo tengo Emmet, este será mi vestido. ¡Por fin lo he encontrado! – me giro y lo veo dando saltitos por la habitación agarrado a un vestido plateado. Parece una quinceañera que por fin ha encontrado su vestido para el baile de fin de curso, después de mucho tiempo buscándolo.
- Perfecto Andrew, date prisa. Póntelo y empieza a buscar zapatos para todos.
- Conmigo no cuentes Emmet – Otra vez Edward…
- Tu harás lo que yo te diga Edward y basta ya de discusiones – Y sigo con mi faena. La verdad es que estas chicas tienen un gusto tremendo. Ay si las pillara yo. Aunque quién sabe, seguro que una vez salgamos de este lio, encuentro un momento y me pongo a buscarlas.
- ¡Mírame Emmet, mírame! ¿Verdad que estoy tremendo? ¡Si es que este vestido resalta todos mis encantos! – Y ahí tenemos a Andrew dentro del vestido plateado y la verdad es que al chaval no le queda nada mal el vestido. ¡Pero qué carajos dices Emmet, es Andrew!
- Si Andrew, genial. ¡Anda, busca zapatos! Jacob 43, Edward 41, Jasper 40 y yo 41 – Y sin dudarlo ni un instante se pone a rebuscar entre la estantería de zapatos.
En mis manos me encuentro con un vestido azul con algunas piedrecillas que parece el ideal para Jasper.
- Venga tío, ponte esto. – y le lanzo el vestido. Parece dudarlo unos segundos pero al ver mi mirada de reproche empieza a bajar la cremallera lateral para poder metérselo. Cuando por fin lo consigue, me dice:
- Tienes buen ojo con las tallas eh Emmet. Hasta el momento has acertado con todos! – Me giro y lo veo cubierto por ese vestido azul brillante con un hombro descubierto y un cinturón de piedrecillas. En el fondo parece hasta orgulloso de cómo le queda.
- Tengo un ojo clínico, ¿lo dudabas? – le respondo con una sonrisa socarrona - ¿Por qué crees que me han puesto ese sobrenombre?
Sigo rebuscando, intentando encontrar el último vestido. En mis manos aparece uno de cuero, pero sabiendo quién es el destinatario lo rechazo al momento imaginando las mil y una excusas que me pondría. Sigo buscando algo más acorde a su estilo y que sea de su tamaño y oigo de fondo como Andrew va repartiendo zapatos a cada uno. Se oyen quejas varias por culpa de los tacones y de las tallas, pero al final todos acaban aceptando lo que les toca.
Después de darle dos vueltas al montón de ropa y no encontrar nada, vuelve a caer en mis manos el vestido de cuero.
Me giro, miro a Edward y se lo lanzo. Lo recoge con soltura, lo mira y dice:
- ¡Ni lo sueñes Emmet! – lo miro serio y le respondo
- No hay elección Edward. En esta habitación hay tres chicas, una muy menuda, otra de talla media y una tercera de talla más grande. Todos los vestidos que hemos cogido son de ésta última. Es o este vestido o unos mini-shorts tejanos con una camisetilla de tirantes. ¡Escoge! Pero ya te digo que si fuera tu me quedaría con el vestido.
- Pero tío ¿Tú estás loco? ¿Cómo me voy a poner un vestido de cuero? Esto no puede estar pasando. ¡Qué vergüenza!
- Venga Edward, que aquí no nos conoce nadie. Estamos intentando salir de un apuro. Póntelo y ayúdanos a salir de aquí. Por favor... – y parece que da resultado. Se lo mira un par de veces y se lo pone. A continuación Andrew le da unos zapatos negros con un enorme taconazo. Los coge y dando un largo suspiro se los pone.
- ¡Genial chicas! ¡Estáis guapísimas! Ahora marchémonos antes de que vuelvan las propietarias de esta ropa.
Se giran y empiezo a ver como desfilan delante de mí, camino de la puerta, cada uno de ellos con sus respectivos vestidos: Jacob con ese vestido beige claro de aire étnico, Andrew con el vestido plateado con zapatos a juego que se ciñe a su cuerpo y que le realza el trasero, Jasper con el vestido azul intenso con piedrecitas que brillan con la luz, Edward con el vestido de cuero cortísimo y yo con el vestido azul oscuro de pliegues. ¡Madre de dios, estamos para hacer un desfile de modelos!
Caminamos por el pasillo, con tremendas dificultades por los tacones y la talla de los zapatos, dirección al ascensor. Mientras tanto les cuento la segunda parte del plan: ascensor, coche, salida a las afueras, compra de ropa y búsqueda de la policía para denunciar el robo.
El ascensor llega, nos metemos los cinco dentro y veo como Andrew saca de un bolso que lleva colgando del hombro, diferentes accesorios femeninos: collares, pendientes, pulseras, foulards... Los mira, los pone encima de cada uno tanteando si son los adecuados o no y los va repartiendo entre todos. El resto va tomándolos sin rechistar y se los va poniendo. Parece ser que por fin han asumido la situación y colaboran sin problemas.
Realmente la visión es de lo más cómica, extravagantes hombres de ancha espalda con resplandecientes y minúsculos vestidos que no cubren la mitad de lo que debieran. Ausencia total de pecho. Mostrando piernas y brazos musculados y peludos. Intentando mantener el equilibrio sobre esos zapatos sacados del infierno. Collares, pulseras y pendientes adornan su cuerpo.
Vamos bajando en el ascensor y Edward me saca de mi ensoñación mediante una pregunta:
- Y dime tu, genio de la lámpara… ¿con qué dinero compramos la ropa?
- Puesss… a ver… - mientras tanto el ascensor llega a la planta baja y las puertas se abren - mmm… déjame pensar en algo… seguro que algo se me ocurre… - empezamos a salir del ascensor ante la atenta mirada de una pareja de ancianitos que están esperando el ascensor. Los saludo con una sonrisa y sigo mi camino. Lo cierto es que en Las Vegas debe pasar de todo ya que no hay demasiada gente que se escandalice por vernos de esta guisa.
- ¡Hombre! ¡Ya era hora! ¿Os parece normal el retraso? – un hombre vestido con unos tejanos y una chaqueta de corte elegante se acerca a nosotros. - ¿No podéis llegar puntuales por una vez? Esto dice mucho de vosotros, de vosotras, de…. Mmm… Bueno…¡Los artistas siempre sois así, no entendéis de horarios!
- Perdone… - le interrumpo – creo que se trata de una… - pero no me deja acabar, me interrumpe de nuevo.
- Ni perdone ni lo siento ni leches, os pago un dineral para que vengáis y llegáis tarde. ¡Ya me he cansado! Ahora mismo vais directos a vuestros camerinos y os empezáis a preparar. ¿Cómo puede ser que aún no vayáis maquillados ni nada? Las pelucas y todo el maquillaje se encuentra allí. Enseguida voy y que sepáis que os descontaré el tiempo que lleváis de retraso.
- Pero, creo que tendríamos que…
- Cierto, tendríamos que acabar de zanjar el tema económico. Ya os dije por teléfono, había un fijo de 1000 euros por esta noche, pero como llegáis con dos horas de retraso lo dejamos en 900. Aparte va el 5% del consumo que realicen los clientes, así que ya podéis animarlos a que beban!
- ¿900 euros? – Y mi mirada se va hacia Edward
- Ni lo sueñes – me responde el aludido. El hombre que tenemos delante malinterpreta nuestra conversación y por un momento se refleja en su cara la duda de que vaya a perder a sus artistas de esta noche. Intentando solucionar el problema busca un punto medio.
- Ok, 950 euros, el 5% del consumo de los clientes y bebidas gratis. ¿Trato? No voy a dar mi brazo a torcer.
- ¡Trato! – respondo ante la cara estupefacta de mis amigos
- Pues venga, os acompaño a los camerinos. Os dejo prepararos y luego ya empezamos la actuación. No va a haber tiempo para pruebas de luz y sonido, aunque con las referencias que tenéis supongo que no será problema.
Y así empezamos a seguirlo por los pasillos de la planta baja del hotel hasta llegar a dos puertas que llevan a dos habitaciones intercomunicadas por una puerta. Nos da una especie de programación para que rellenemos con nuestras actuaciones, nos explica lo que se espera de nosotros, nos explica cuatro pautas básicas, nos enseña donde están las pelucas y se marcha dejándonos allí.
Nada más cerrar la puerta a sus espaldas, empieza la discusión de nuevo. Edward se niega en rotundo a participar, Jasper intenta ser conciliador y explicar que seguro que existe alguna forma mejor de conseguir dinero, Andrew con el poder que le ha otorgado su vestido plateado no duda en decir que siempre ha querido cantar la canción de “Priscilla reina del desierto” allí encima de aquel autobús que cruza el desierto, vestido precisamente con un vestido plateado, Jacob está algo anonadado, se le ve que no sabe ni que pensar y yo defiendo a muerte mi idea.
Así que después de mucho insistir y de ver que no hay ninguna solución mejor, todos acceden a realizar mi tremendo plan. Porque si hay una cosa en la que soy bueno, es en hacer planes. E igual que el coronel Aníbal Smith del equipo A, “me encanta que los planes salgan bien”.
Nos empezamos a organizar. De nuevo Jasper nos ilumina con su sabiduría adquirida a través de Alice en cuanto a maquillaje y peinados. Si al final tendremos que darle las gracias a la pequeñaja y todo. Andrew parece ser un gran experto en todo el tema este de las actuaciones, así que planea con cada uno las diferentes actuaciones que haremos. Y aunque parezca increíble, en menos de una hora ya tenemos todo organizado.
Estamos en los últimos retoques cuando de nuevo se presenta el mismo hombre de antes para pedirmos la hoja de actuación con las canciones que necesitaremos para nuestros playbacks. Antes de marcharse nos comenta que en media hora estaremos encima del escenario y que parece que el local está bastante lleno.
Nos deja allí, realmente acojonados por lo que viene en media hora. Está claro que la mayoría tenemos poca vergüenza o casi ninguna, pero una cosa así, una cosa así es para sacarle los colores a cualquiera. Pero oye, yo no me voy a rajar por nada del mundo… Anibal Smith, el gran jefe del equipo A nunca se rajaría. Claro que yo no tengo al lado ni a MA Barracus ni a Fenix ni a Murdog… yo tengo aquí a “Pepito Grillo”, al novio de la Chuky-Alice, al morenito étnico autista y la loca plateada. Vaya equipo T que me he montado. ¡Equipo T de travesti! Y yo sólo, me río de la situación, porque no hay más opción que reírse. El resto me ve y no entiende nada, pero ese nerviosismo previo a los grandes momentos provoca que estallen en carcajadas conmigo. Y así pasamos los treinta minutos que quedan, entre risas y bromas, entre burlas por el aspecto y historietas varias.
De repente llaman a la puerta y entra de nuevo el hombre-guía, nos pregunta como lo llevamos y nos dice que todo está listo para empezar. Lo seguimos hasta el escenario, se sitúa en el centro, saluda a los asistentes, nos hace una breve presentación y … me presenta. En ese momento la adrenalina corre por mis venas, y por un momento se para el tiempo, justo después de sentir “Y con vosotros la increíble Cher con su canción Strong enough, un fuerte aplauso!”
Subo al escenario gracias a un pequeño empujoncito de Jacob. Si cabroncete, a ver si eres capaz de moverte tu cuando te toque. Así que me agarro al micrófono y camino hacia el centro del escenario con los mayores contoneos que mis caderas bien engrasadas me permiten. Y la canción empieza. (Por si alguien tiene curiosidad http://www.youtube.com/watch?v=Q3YuGGdBk7U)
Me dejo llevar por la música, porque al fin y al cabo, aquí nadie me conoce y por qué negarlo, me lo estoy pasando genial a pesar de los nervios. La canción tal y como empieza acaba, y las luces se apagan dejando paso a una enorme ovación. ¿A mí? ¿Esto es para mí? Jajajaja Me acerco al límite del escenario acompañado de más contoneos y empiezo a lanzar besos al público que se levanta aún más motivado y aúlla de emoción. Si al final se me va a dar bien esto… y no veas la pasta que ganan… pues igual me lo planteo ¿eh?
Detrás de mi actuación hay un momento de descanso y a continuación llega el momento de Jacob que sale a hacer su actuación de Tina Turner – Simply the best (http://www.youtube.com/watch?v=6UsFjXF0GJg). Es como si estuviera la mismísima Tina Turner en la sala, se lo trabaja tanto que consigue meterse al público en el bolsillo desde el primer momento. Y al acabar la actuación una nueva ovación.
Un descanso breve y de nuevo otra actuación. Una tímida chica vestida de plateado sale al escenario y acaba gateando y restregándose con todo lo que pilla, al ritmo de Madonna - like a virgin (http://www.youtube.com/watch?v=-cz7xQf9BS0). ¡Que grande este Andrew! Otra ovación para el saco.
Y llega el momento de la actuación final. Aquí nos reunimos todos, los cinco. Jasper y Edward se estrenan en esto de la actuación y se les ve tremendamente asustados. Edward tiene un tono blanquecino a pesar del maquillaje y Jasper, en cambio, tiene los colores subidos.
Aprovechando que no reaccionan, los cogemos con sutileza por los brazos y los subimos al escenario. Las luces están bajas, la intensidad empieza a subir y con las primeras notas de la música empezamos a hacer el playback del vídeo (dadle al play)
Andrew parece como si siempre se hubiese dedicado a esto… creo que este chaval tiene un lado secreto y oscuro. Jacob creo que ha bebido ya un par de copas porque parece desatado después de su actuación de Tina Turner. Edward al principio está nervioso pero se deja llevar y se hace con la actuación sin problemas. Pero es Jasper quién sorprende no sólo al público sino también a nosotros con una imitación perfecta a una especie de Spice Girl pija.
Se acaba la actuación y de nuevo viene acompañada por una ovación. ¿Qué está pasando en el mundo? Esto es increíble, esta va a ser una noche para recordar toda la vida, para contar a los hijos y después a los nietos. ¡Una noche fantástica, y eso que aun no ha acabado!
Salimos de la sala de fiestas aún disfrazados y con un cheque en la mano que no vamos a tardar más de 30 minutos en gastar. Nos dirigimos fuera de la sala y decidimos ir a buscar el coche para hacer las compras.
En el pasillo que lleva a la sala hay un par de policías acompañados de unas chicas. Al pasar por su lado, Andrew les hace ojitos, les coquetea con poca discreción y les dice:
- ¡Como está el cuerpo, madre de dios! ¡Que viva la policía y la madre que los parió! - y se despide de ellos moviendo su manita. Este chico se ha metido demasiado en el papel eh… pero nos hace reír a todos.
- ¡Deténganse! – responde uno de los policías. En eso que Edward se interpone en medio y les dice:
- Perdonen señores agentes, pero nuestro compañero ha bebido demasiado. Discúlpenle por favor, les aseguro que no volverá a pasar.
- He dicho que se detengan. Quedan ustedes arrestados.
- Pero si ha sido solo una broma. No se lo tomen tan a la tremenda. Prometemos tenerlo vigilado. De hecho, ya mismo nos íbamos de aquí.
- Estas señoritas de aquí han denunciado un robo en su habitación. Y cuál ha sido su sorpresa al asistir a esta sala y descubrir que ustedes llevan puesto todas sus pertenencias sustraídas. Así que háganme el favor de acompañarnos. Vamos a solucionar este problema.
Y aunque me gustaría poder decir “me encanta cuando los planes salen bien”, en este caso debo decir, “se nos torció el plan”. Y aquí estamos, los cinco encerrados en una celda acusados de robo. Edward me lanza miradas envenenadas y no para de decir que todo esto es culpa mía, Jasper parece un disco rallado “Ay como se entere Alice, ay como se entere Alice…”. Andrew está la mar de contento con esta nuevo experiencia y Jacob no para de decir que si somos mujeres porque no nos han metido en una celda de mujeres, que eso es lo que más le jode.
Bella POV
- ¿Bella?
- Si, soy yo…. ¿Emmet? ¿Eres tú?
- Bella, necesito un favor…
Y aquí estoy ahora, entrando en los límites del territorio de Las Vegas. Emmet me ha explicado por encima lo que les ha ocurrido: Les han robado todo unas chicas y ellos han tenido que “tomar prestadas” algunas otras para poder salir. El caso se les ha torcido bastante y han acabado los cinco en una celda. Y como están en la otra punta del país, yo soy la más cercana a la que pueden acudir para salir de ahí.
Me acerco a la comisaría y pregunto en la entrada:
- Buenas noches. Vengo a pagar la fianza de Emmet Cullen, Edward Cullen, Jasper Hale, Jacob Black y Andrew Jones.
- De acuerdo señorita, primero debe pasar usted a identificarlos. – Oigo como susurra para sí mismo “si es que puede”. Se gira y me dice - Acompáñeme por favor.
El policía me conduce hasta las celdas y allí me encuentro el espectáculo más dantesco que me podría haber imaginado nunca. Emmet está de pie agarrado a los barrotes de la celda. En una de sus manos cuelgan dos zapatos azules que hacen juego con un vestido del mismo color. En la cabeza luce una curiosa peluca rubia con el pelo totalmente suelto. En su cara lleva una mueca de fastidio.
Detrás de él y paseando con gran soltura encima de unos zapatos plateados se encuentra Andrew. Lleva una sonrisa en la cara que resplandece casi más que su vestido plateado. Va parloteando él solo, ya que nadie le presta atención, y de vez en cuando va moviendo su corta melena castaña.
Jacob está sentado en un extremo de la celda mirando al infinito. Lleva puesto un vestido con un hombro al aire en colores claros que deja ver por un lateral todo el largo de su musculada pierna. Tiene los pies descalzos, aunque a su lado se ve un par de zapatos negros. Su peluca morena está recogida en un moño alto.
Jasper está sentado, observando a todos, intentando analizar lo sucedido. Lleva puesto un vestido azul eléctrico con pedrería y una melenita parecida a la de Alice. ¡Que curioso! Estos dos son tal para cual…
Y por último, apoyando la pared en la frente y dándome la espalda, hay alguien con un vestido de cuero cortísimo. Unos zapatos negros altísimos están tirados justo a su lado. Lleva una peluca castaña con un recogido alto. Creo que reconocería esa espalda en cualquier lado.
- Hola chicos, veo que os lo habéis pasado en grande aquí en las Vegas – y con estas palabras, fijan todos sus miradas en mi. En ese momento lo único que puedo hacer es comenzar a reír. ¿Cómo habrán llegado a esto? – Venga, dadme unos minutos y ya os saco de aquí.
- Bella… ¿qué haces aquí? - me pregunta Edward sobresaltado
- Me ha llamado Emmet, me ha dicho que necesitabais mi ayuda y aquí estoy.
- Emmet… te juro que no te mato porque sino mamá se pondría muy triste – Le lanza miradas envenenadas a su hermano pequeño. Así que ante el panorama que se presenta, decido salir con el policía a tramitar su salida antes de que monten una tangana dentro de la celda.
Una vez pagada la fianza, consigo sacarlos de allí. Las caras de todos ellos son un poema: Andrew parece feliz por la aventura, Emmet desilusionado por el final, Edward enfadado, Jasper arrepentido y Jacob contento de salir. El policía les indica que deben permanecer un par de días en Las Vegas a fin de solucionar sus problemas judiciales.
Es poner un pie fuera de la comisaria e intentan darme explicaciones todos a la vez. Imposible entender nada, así que intento poner orden pero parece imposible conseguirlo. Discuten, se reprochan, se enfadan… Así que finalmente decido llevarlos a algún gran almacén para que puedan comprarse ropa y me puedan contar toda la historieta una vez cambiados y relajados.
Después de las compras y de volver a su aspecto habitual, los ánimos consiguen relajarse un poco. Les convenzo para ir a tomar un café a alguna cafetería y así poder explicarme todo lo que ha pasado.
Llegamos a la primera cafetería que encontramos por el camino y nos sentamos en una mesa enorme. La camarera se dirige hacia nosotros para hacer el pedido. Cuando me decido a realizar mi pedido, Emmet me corta y me dice:
- Bella, vas a necesitar algo fuerte para escuchar esto…. ¡Seis whiskies preciosidad! – Y acompaña la frase de un guiño.
- ¡Pues sí que va a ser divertida la historia! -
Emmet empieza a relatar toda la aventura: su dificultad para llegar a Las Vegas, la noche de fiesta con los chicos y las chicas nuevas, la segunda noche de fiesta, el robo, el plan para conseguir salir de ahí, la actuación en la sala de variedades y el arresto por parte de la policía.
Durante su relato, Jasper corta continuamente para incidir en que él no estuvo con ninguna de las chicas y que no tenía ningún interés en estarlo, que él es muy feliz con su Alice y que no piensa en nadie más. Parece preocupado por la versión de los hechos que pueda llegarle a Alice ya sea a través de los otros o a través de mí.
Edward también se apunta en excusarse de su inocencia y en la falta de interés por ninguna de “esas” mujeres. El resto lo miran sospechosamente y se echan algunas risas a costa de su comentario y eso solo consigue enfurruñarlo aún más. Cada vez que nuestras miradas se cruzan, me rehúye con gesto avergonzado.
Jacob insiste en que estuvo a punto de conseguir mucha acción con una de ellas. Que la tenía en el bote y que estaba seguro que después de haberlo probado no se habría atrevido a abandonarlo.
Andrew puntualiza que él es la primera vez que había hecho una cosa así, porque él es muy hombre aunque sabe pasárselo bien de todas las maneras. Parece que le preocupa lo que puedan pensar sus amigos de su actitud.
Emmet, sin embargo, explica toda la historia con pelos y señales. Está orgulloso de su plan y de cómo los chicos se han unido para intentar resolverlo. ¡Hombres!
Cuando acabamos nuestros whiskies y la historia ya ha sido contada, Emmet decide que es momento de celebrar que por fin se ha acabado el incidente. Miro mi reloj y me doy cuenta de lo rápido que ha pasado la tarde. Por un momento me entra un remordimiento por sólo haber llamado a mis padres una vez para saber de mi pequeñín.
Emmet al verme mirar la hora, me interrumpe y me dice:
- ¿No pensarás marcharte ahora?
- Pues la verdad Emmet es que me gustaría ponerme de camino a casa ya mismo. Tengo tres horas de viaje por delante…
- ¡Ni hablar del tema! ¿Tú has visto la hora que es? Si sales ahora llegarás de madrugada y no me gusta que conduzcas sola a estas horas.
- Bella, Emmet tiene razón… quédate a dormir y mañana por la mañana sales de vuelta a casa. La suite es muy grande y hay sitio de sobras – interviene Edward por primera vez en mucho tiempo.
- Pero.. ¿Y Elliot? No lo puedo dejar solo..
- Anda Bella, nuestro pequeñín debe estar durmiendo a estas horas. Llama a tus padres, pregúntales por él y hazme caso. Quédate anda… no pasa nada por una noche lejos de Elliot. Además tus padres se apañan bien y seguro que están contentísimos de tenerlo todo para ellos.
Y decido hacerles caso. No son buenas horas para conducir. Además estoy bastante cansada y no creo que tardase mucho en entrarme el sueño. Llamo a casa de mis padres y me confirman que Elliot duerme como un angelito y que es mejor que haga caso a los chicos y mañana por la mañana reemprenda el camino de vuelta. Así que dejando de lado mi sensación de mala madre, decido que es mejor opción viajar con seguridad y sin riesgos.
Cuando vuelvo a la mesa, los chicos ya están esperando a que llegue. Sin darme tiempo a siquiera sentarme, se levantan todos. Edward, en sus habituales gestos de atención, coge mi chaqueta y me ayuda a ponerla. Es… no sé cómo decirlo, pero al final te acabas acostumbrando a éstos, y no dejas de apreciarlos, realmente es un hombre muy atento. A pesar de ello, nada más tener la chaqueta puesta, esquiva mi mirada y se aleja hacia otro lado.
Emmet me explica que han decidido que ya estamos en Las Vegas, no nos queda más remedio que disfrutarlo. Además, están convencidos de que deben agradecerme el haberles sacado de la celda, y como saben que hace mucho tiempo que no paso una noche de disfrute, dicen que se van a encargar todos de conseguirlo. Vamos, palabras textuales “¡te vamos a tratar como una reina Bella, déjate querer!”.
No quiero cortarles el rollo, pero la verdad es que estoy muy cansada. Esta mañana Elliot me ha despertado bastante pronto porque tenía gases en su barriguita. El resto del día lo he pasado de arriba abajo ayudando a mi madre con sus recados. Así que decido que les voy a acompañar a tomar una copa y luego disimuladamente me iré hacia el hotel.
Emmet me toma del brazo para caminar por el boulevard central, bajo la mirada de Edward. Al darse cuenta de que los dos nos hemos fijado en su reacción, Edward intenta disimular como buenamente puede, entablando una conversación con Jasper y Jacob. Al cabo de unos minutos de caminata, encontramos un local que parece llamar la atención de Emmet:
- ¡Vamos adentro, chicas! – este tío no pierde el humor ni en los peores momentos – Oye Bella, ¿sabes que me ha faltado para acabar de sentirme mujer?
- Dime Emmet. ¡Sorpréndeme! –qué miedo me da…
- Pues me faltó ponerme alguna ropa interior sexy… la verdad es que el tema de los vestidos me ha encantado. ¡Qué cómodos! Ahora entiendo porque los escoceses llevan esas falditas a cuadros – me encamina hacia una mesa en una esquina del local y le hace señas a la camarera para que se acerque - ¿sabes? ¡A lo mejor hasta me planteo comprarme una escocesa! – Comienzo a reírme acompañando sus carcajadas. La camarera se acerca y espera el pedido. – Preciosa, pon una ronda de chupitos.
Y así entre conversaciones chorras y rondas de chupitos pasa el tiempo. Los chicos son pura diversión cuando se juntan. Cada uno aporta su punto al grupo y se complementan perfectamente. Y mejor aún, me hacen sentir parte de ellos, me siento integrada, ya formo parte del grupo, del equipo T como dice Emmet.
Ellos son como una masa de diversión. Se mueven, se golpean en los hombros, se gastan bromas, se chinchan y se ríen. Emmet va aprovechando que la camarera nos va trayendo rondas para intentar llamar su atención. Pero la chica parece que está demasiado ocupada para prestarle atención extra. Así que cuando ve que no tiene más opción nos propone un cambio de local.
En ese momento intento hacer un mutis por el foro, pero Andrew me interfiere y me arrastra con cariño hasta el siguiente local. Entramos, nos sentamos y pedimos otra ronda. Seguimos charlando y bebiendo. Van contando historietas nuevas y de hace años.
Un grupo de tres chicas se pone a bailar enfrente de nuestra mesa, llamando la atención de los tres machos cabríos solteros del grupo. Emmet se me acerca al oído y me susurra:
- Reina, si me disculpas voy a buscar a mi princesa
- Claro, no te preocupes. ¡Disfruta, la noche es joven!
- Lo mismo te digo Bella, disfruta… - y me guiña un ojo. – Bueno, por aquí ando, si necesitas algo ya sabes…¡lo que sea! – me guiña un ojo dando a entender otras cosas – ¡No te me asustes! Aunque soy la ONG del amor, contigo tengo una excepción. No me lo perdonaría, si me lo perdonarían… ejem ejem
- Si claro, no sé qué cara pondría tu princesa si viera aparecer a la reina – y una carcajada acompaña a mi comentario
- Anda, no me seas celosona. Tu sabes que si quisieras, yo seria todo tuyo! ¡Nos vemos! – Y con eso se acerca a Andrew y Jacob, les comenta un par de cosas y se levantan dirección a las princesas.
Los veo caminar hacia el grupo de chicas y una sonrisa escapa de mi cara:
- ¡Son todo un caso! – me giro sonriendo a Jasper y Edward - ¿Y tu Edward, no te animas?
- ¿Yo? No, gracias. A mí no me interesa ese tipo de chicas. - me mira fugazmente y gira la cara buscando al grupo de machos y hembras ejerciendo el ritual animal de búsqueda de pareja previo al apareamiento. Fijo mi mirada en ellos y la verdad es que se emplean las mismas técnicas que he visto en los documentales de animales. Los machos intentan impresionar a las hembras mostrando su potencial. Así como el pavo real extiende sus plumas, Jacob enseña su musculatura, Emmet se hace el interesante y Andrew las hace reír.
Seguimos charlando por un rato, escucho las batallitas que me cuentan Jasper y Edward sobre lo que les ha tocado aguantar y sobre lo que han vivido a lo largo de estos años. En algunos momentos nos echamos unas risas viendo las diferentes técnicas de los chicos.
En un momento dado, el móvil de Jasper empieza a sonar. Su cara se ilumina y todos sabemos que es Alice la que está llamando. Nos mira, nos sonríe y se disculpa con nosotros. Antes de descolgar nos dice que es probable que tarde bastante o incluso que ya no vuelva.
Edward y yo nos quedamos por un momento en silencio y rompemos el hielo hablando de la bonita relación que tienen Jasper y Alice. Edward intenta explicarme todo lo que ha pasado desde que ha llegado a las Vegas, pero hay una extraña tensión entre los dos. Parece avergonzado por la situación en que lo he encontrado y hasta nos cuesta conversar. Así que decidimos romper la tensión con una ronda de cocteles. El local a estas horas ya empieza a estar a tope, así que nos dirigimos a la barra a pedirlos.
Nada más levantarme empiezo a notar que se me han subido los chupitos a la cabeza y noto un leve desequilibrio que recupero rápidamente. Edward me ve tambalear y me toma de la cintura. Me giro y lo veo sonriendo.
- ¿No estarás ya borracha no? – me susurra a la oreja. Y al notar su aliento recorriendo mi cuello, se me eriza toda la piel.
- ¡Ni hablar! ¿No estarás pensando en emborracharme verdad, profesor Cullen? - le respondo entre risas
- Odio cuando me llamas así Bella – y me arruga el entrecejo – ¡Creo que no me va a quedar más remedio que suspenderte! - pero a continuación abandona su pose seria y ríe conmigo.
Llegamos a la barra, pedimos, charlamos. Suena una canción que me encanta, arrastro a Edward a la pista a bailar. La canción acaba y sigue una canción lenta. Edward no se lo piensa demasiado y me toma de la cintura, sus manos me queman la piel. Suavemente me acaricia con su mano derecha mientras que con la izquierda me va aproximando cada vez más hacia él.
Y quizás es el alcohol, quizás el momento, quizás el lugar… pero simplemente me dejo llevar. Disfrutamos por primera juntos. Jasper no vuelve y el trío de cazadores se debe haber marchado a otro local con las chicas.
Detrás de esa copa viene alguna más, pero tampoco soy capaz de decir cuantas más.
El sol entra por la ventana y me da en plena cara. Un latigazo de dolor e recorre la sien y un suave gimoteo sale de mi garganta. ¡Tremendo dolor de cabeza tengo esta mañana! Y ... pufff… tengo el cuerpo raro, como si… no se…¡¡¿¿¿estoy desnuda???!! ¿¿QUÉEE?? Ay madre de dios, que no sea lo que estoy pensando, que no sea lo que estoy pensando…
Abro un ojo y a pesar del dolor que me producen los rayos solares, es peor aún la visión que recibo. Una imagen de un cuerpo a mi lado, también desnudo, durmiendo bocabajo y con la sábana cubriéndole escasamente la cintura. Pero no es un cuerpo, es ese cuerpo, es esa espalda y es ese pelo. Y como si fuera un flechazo, a mi cabeza vienen imágenes vividas…Edward abrazándome en el bar, Edward susurrándome en el bar, yo riendo totalmente inhibida.
Abro los ojos sorprendida por los flashes que vienen de mi memoria. Centro mi mirada en su cintura y de repente más imágenes a mi cabeza. Besándonos en el ascensor, Edward acariciando mi espalda por debajo de la camiseta, yo aferrada a su pelo arrastrándolo más cerca de mí. Pura pasión, pura excitación.
Intento sacarme todo eso de la cabeza. Varios pensamientos vuelven a mi ¿Edward? ¿Me he vuelto a liar con Edward? Ay diossss, Bella, ¿es que no sabes resistirte? ¿Qué tiene este hombre que te vuelve loca? Me fijo un poco más y veo lo que tiene.
Una ancha espalda musculada en su justa medida, unos brazos firmes, un pelo desordenado irresistible, una cintura que lleva a la perdición… Mmmmm ¿estaría muy mal si… si viera la perdición? Quiero decir, ya nos hemos acostado ¿no? Vamos, estoy segura, mi cuerpo no me engaña. ¿Qué hay de malo en que vea en total sobriedad lo que he podido disfrutar en total ebriedad? ¿No hay nada malo no? Y así, haciendo pincita con dos deditos levanto ligeramente la sábana lo justito para ver un…. un tremendo culo. ¿Pero este hombre no tiene nada feo? Está de “toma pan y moja”. Si es que… no me extraña que no sea capaz de soportar la tentación.
Y de nuevo más flashes, mis manos aferradas a esa espalda, rodeada de esos brazos, suspiros, jadeos sonoros, besos apasionados, manos acariciando, lenguas descubriendo nuevas zonas de piel. Todo se resume en excitación y placer.
Unos calores me suben por el cuerpo. Intento despejar mi mente frotándome la cara, cuando observo un objeto extraño en un sitio donde nunca hubo nada. ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¿Un anillo?
Giro rápidamente la mirada, buscando las manos de Edward y encuentro la prueba definitiva, el mismo maldito anillo situado en su dedo anular
- ¡¡Mierdaaaaaaaaaaaaaaaa!
Pues chicas... esto es todo... ¿dos anillos? :D Bueno, dejo en manos de Nuri la continuación.
¡Espero que os haya gustado!
01/12/2010 Ayyys
03/12/2010 Nuri
06/12/2010 Karla
08/12/2010 Airam
10/12/2010 Almu
13/12/2010 Milu
15/12/2010 Alba
17/12/2010 Montse
5 Sonrisas:
Pero que buen CAPITULO!!!!! ME ENCANTA; ME ENCANTA si lo que pasa en las vegas se queda en las VEGAS.... como me he reido con los videos y las canciones que han bailado los chicos y ahora este par de tortolos como van a remediar su lio jajajajaja genial!!!!
crissssss!!!! lo sabia , lo sabia algo asi de ti me esperaba en este viajecito digo lokura total XD buenisimo mi ayyys!!! como me he reido... lo estaba leyendo por parte ... estaba con nury ... pero despues me he ido a comprar algo para comer asi disfrutarlo mejor XD .... no no no eso de imaginarmelos vestidos de mujer ha sido lo mejor!!! mi mente visual no se daba abasto;-D que puntadas las de emmet digo las tuyas..cuando dice que tiene a pepito grillo,al novio de la chucky alice, al morenito etnico autista y la loca plateada .... eso ha sido genial vaya equipo T XD
cuando salen al escenario a dar el show que guardadito se lo tenian si por ahi dicen que todo hombre tiene su lado femenino no se si sea cierto pero no se esforzaron mucho para entregarse a ese publico y que el publico respondiera de la misma forma fue todo un exito!!!!:-]
y al final el plan les fallo y hasta la carcel fueron a dar madre mia!!!! cuando Bella los vio otro momento de esa vision mental que he tenido obviamente estaba sola leyendelo que si no pobre de mi!!!!!!
eso se merecia festejar despues de esa chokoanvetura jjejej y a mi Bella otravez se le pasaron las copas deberian prohibirle tomar , cada vez que lo hace bueno solo dos veces ha terminado bien enrrollada con Edward XD
y ese final!!!! que significa....se caso con mi edward???? y ahora espero que Edward se acuerde jjejejej y nos cuente que paso???
sigue mi nury , pensaba que yo pero me da igual ... me dan miedo la dos XD porque sera????
te felicito mi ayyys te quedo genialmente espectacular!!!!!!!
BUENIIISIMOOOOOOOOO Enserioo me he reido un montonn y es cierto lo que pasa en las vegas se queda en las vegas!!! Y esos anillos?? sera que se casaron Siiiiii jajaja espero con ansias el otro cap!
Bye Besos!
esto me hace acordar a la peli locura de amor en las vegas que se casan cuando estan borrachos jajajaja me encantaria que pase eso en unas de esas capillitas para casarse rapidisimo que solo puedes encontrar en las vegas y ademas me imagino que alguien lo filmo y ellos despues lo ven y como estaban pasaditos de copas se decian todo lo que sentian awwwwwwwwwwwwwwwwwwwww. ya tengo todo el cap pensado jijijij XD
ro :)
Genial!!
Lo que me he reido ;-D
Evidentemente ya me lo lei cuando escribí el mío jeje, pero comento ahora que vuelvo a estar libre de exámenes, nunca es tarde si la dicha es buena jejeje
Bueno, cada día te superas más eh! jejeje
Lo de los chicos con la ropa....jejeje, y genial la elección de vestidos, vaya imágenes mentales me has hecho tener!
Y ya con las canciones....madre mía ;-D
Cuando ha llegado Bella también me ha gustado mucho jeje, con lo que se ha encontrado....
Y la última parte ha sido la mejor de todas jeje, estos dos no tienen remedio....pero mejor que no lo tengan, que así escribes escenitas como estas ;-D
Bueno, que ya sabes que me ha encantado ;-) Y ahora me voy a seguir poniendo al día que a partir de aquí no me leí ninguno, quitando el mío claro jeje
Gracias!! Besitos!
Y tú, ¿nos regalas una sonrisa?