Si, se que dije que lo colgaría sábado pero la que ya me conozca algo sabra que, como a mi no me convenza… Lo he intentado retocar lo más que he podido, sigue si convencerme todavía, pero, mejor de lo que estaba esta… espero que os guste.
Miluska, May, Adry, Marianna, Muñ3, Maria, Nuri, Airam, Karla, Tatina, Lau, Al y Erin, gracias a todas por comentar, por leerme simplemente, por estar aquí pendientes de mis locuras, incluso “presionarme”, lo digo entre comillas porque no lo habéis hecho para nada, al revés, me ha gustado ver que estáis hay a la expectativa pendientes de que actualice, así que para nada me lo he tomado como una presión,
Gracias y disculpar el pequeño retraso.

Antes de nada, lo recuerdo para que luego no me acusen de nada
, recordáis que en el prologo dije que la historia es para mayores de 18 ¿verdad?, aunque hoy día las menores estén quizás mas espabiladas que las que andamos en la veintena, de todas formas lo recuerdo, y a partir de este capitulo, vais a saber porque…

¿Ansiosas?...
Capítulo 13 – La fiesta (3ª parte)
-Sácame de aquí… por favor… - suplique sin apartar la mirada, ni quería ni podía dejar de mirarlo.
Él simplemente se limitó a asentir con su perfecta sonrisa ladeada, mientras tendía su mano para ayudarme a levantarme de la silla, mano que no soltó la mía, una vez me erguí sobre los tacones.
…..
-¿Qué te ha dicho Emmett? – pregunte levemente intranquila una vez corto la llamada.
Tenía tantas ganas de desaparecer de la maldita fiesta, que ni siquiera pensé en el detalle de que alguien nos acabaría echando de menos.
-Que somos un par de malas personas por irnos sin avisar, pero que en cuanto pueda se escapara y vendrá – sonrió a la par que guiñaba un de sus ojos, lo último que necesitaba esa noche eran malas caras por haberme marchado de allí.
-Es idea mía… ¿o a más de uno no nos ha gustado la dichosa fiesta?
-¿Como dices eso Bella?, si la fiesta era divertidísima – respondió mordaz, mostrándome otra vez su perfecta sonrisa.
-Tu tampoco lo has pasado muy bien ¿eh?, lo siento – respondí tras su cara de resignación.
Si para mí, que al fin y al cabo era mi familia, no había sido fácil, para él que no conocía a nadie, tampoco debió ser mucho mejor. Y menos teniendo que acabar como siempre, soportando mis penas…
Menudo recuerdo se va a llevar de mi cuando regrese a Boston, quizás hasta se plantee no ir de acompañante a ninguna boda más, con mis referencias… es probable.
-¿Por qué siempre te estas disculpando? – pregunto trayéndome de vuelta del mundo en el que me sumergían mis estúpidos pensamientos - No lo hagas, no al menos conmigo… no hace falta – pidió haciendo con ello que extrañamente me ruborizara - ¿Entramos? – inquirió a la vez que abría la puerta del local.
¿Como negarte ante esa mirada tan jodidamente irresistible?
Aparte la mirada de esos ojos tan peligrosamente hipnotizantes, antes de que fuera demasiado tarde y me volviera a quedar embobada ante sus narices, y peleando con mis pies hinchados, cruce el umbral de la puerta donde el conocido ambiente, tenuemente iluminado, nos dio la bienvenida.
Media vida viviendo en Seattle y nunca había venido a este local, y ahora, en apenas cuatro días lo visito dos veces, pero bueno, esas son las consecuencias de no estar donde debería estar, y de que encerrarme en casa, sea la última opción, aunque tampoco tenia llaves, así que, tras varios comentarios estúpidos en la puerta del hotel Sheraton, decidimos ir al único sitio que se nos ocurrió, aquel en el que habíamos estado la noche anterior, así de paso, cuando decidieran venir a buscarnos, lo tendrían más fácil.
-¿Qué quieres tomar? – pregunto Edward una vez llegamos hasta la barra.
-Algo que sea fuerte, pero que este bueno – añadí teniendo aun presente el dichoso amargor de mi peripecia con el whisky.
-Eso creo que será difícil – pronuncio frunciendo el ceño - pero déjame intentarlo – rebatió llamando la atención de la camarera, corrijo, más bien… dándole el placer a ésta de llamarla.
La rubia oxigenada que habitaba tras la barra no tardo en aparecer ante nosotros, arqueando su cuerpo levemente hacia delante, mostrándonos así, su generoso escote, bueno, era evidente que a mi precisamente no me lo estaba mostrando pero, como yo estaba presente, sin querer me hizo participe de su actuación.
¿Y yo quejándome del recuerdo que pudiera llevarse Edward de mi?... si la barbie recauchutada, bien podría ser hermana del trió de ases que danzaban por la fiesta.
Misma sonrisita estúpida mientras Edward le daba las indicaciones de la bebida, misma mirada felina, mismo gesto “sutil” de acariciar sus propios labios con su lengua mientras éste, volvía a repetir el pedido, y por supuesto, no podía faltar el mismo zarandeo de pestañas, ese que debía de haber aprendido en un curso por correspondencia, pues así explicaría como todas lo hacían milimétricamente igual.
Ya sabes Bella, en cuanto vuelvas a Boston te agencias con uno de esos cursos de seducción y a ligar… ¿con esas artes?... seguro que ningún hombre se te resiste.
-Toma – llamo mi atención Edward, pasándome la bebida. Esperaba que al menos ésta estuviera buena, y más después del tiempo que le había llevado a la pobre chica su elaboración.
-¿Esto que es? – pregunte mirando el contenido de color anaranjado.
-Prueba y lo sabrás – respondió pausadamente llevando el extremo del vaso hasta sus labios curvados, gesto que no tarde en imitar.
-Mmmm… esta… muy bueno – dije tras saborear el suave licor. Una mezcla afrutada con el toque exacto de amargor, rápidamente apaliado por la dosis exacta de dulzor.
Desde luego, el whisky tenía que envidiarle mucho a esto.
-¿Verdad?... Pero lleva cuidado, esta bebida engaña – advirtió mientras volvía a llevarme el vaso hasta mi boca.
-Lleva… ¿lleva caramelo? – pregunte relamiendo el dulce sabor que había quedado en mis labios.
-Entre otras cosas – dijo de forma picara, volviendo a mostrarme su perfecta sonrisa ladeada.
-¿Vas a guardar el misterio también con esto? – pregunte sintiendo como una sonrisa estúpida curvaba mis labios.
-Así es – afirmo risueño.
-Bueno... le pediré a Alice que lo averigüe por mi – solté sin pensar llamando a su risa - ¿De que te ríes?
-De lo infantil que puedes llegar a ser algunas veces – susurro clavando su verde mirada en mí.
-¿Infantil?... dejémoslo – murmure apartando mis ojos del peligro de los suyos, a la vez que acallaba mis labios con el exótico sabor de mi bebida.
-¿Ya estas mejor? - pregunto de pronto, llamando la atención de mi mirada, la cual estaba perdida por la estancia semi vacía del local.
-Si… - susurre correspondiendo a su sonrisa - ha sido la situación, me ha superado pero ya estoy bien – alce mis hombros tras mi afirmación - Debía haber intuido que algo así pasaría.
-Lo dices como si tuvieras lo culpa de lo ocurrido… y no fue así – sentencio de forma contundente - Jasper fue quien te dejo a ti, y visto lo visto estos dos últimos días, creo que te hizo un favor – mascullo entre dientes sorprendiéndome con el calibre de sus palabras - No me malinterpretes pero… – hablo rápidamente en un intento de retractarse - tu no pegas mucho con ellos.
-Ese es mi gran fallo, no ser como ellos – suspire frustrada, aunque eso era algo que ya tenia bastante asumido, jamás sería como ellos.
-Te equivocas – volví a mirarle - tu fallo no esta en no ser como ellos… tu fallo esta en intentar serlo – remato sus palabras tras un largo trago a su bebida, mientras sentía como mis labios formaban una perfecta o, debido a la contundencia de estás.
Si no fuera por lo jodidamente sexy que se ve en este momento, mientras relame los restos de bebida de sus labios… ¿Qué yo intento ser como ellos?... lo que me faltaba por oír hoy.
-Yo nunca he intentado eso – aclare rápidamente tras mi leve aturdimiento - Si lo hubiera hecho no habría dejado la carrera.
Exacto, si alguna vez hubiera pretendido ser lo que no era, habría seguido con las indicaciones de mi padre, y ahora mismo no sería la oveja negra de la familia.
-Pero tampoco les dijisteis que lo hiciste…
-¿Qué quieres decir? – pregunte confusa, los intentos de psicoanálisis que Edward ejercía sobre mi, conseguían el efecto contrario de lo que seguro él pretendía.
-Solo digo que ellos esperaban de ti justo aquello que tu misma les hiciste creer – dijo con rotundidad.
¿Y él que narices sabía?
-¿Sabes cual fue la reacción de mi padre al decirle que estaba estudiando arte? – capte nuevamente su atención con mi pregunta - Que ya podía buscarme un buen trabajo si quería acabarla, que ningún Swan malgastaría su dinero en esa tontería.
Esas fueron sus simples y contundentes palabras, tras decir eso se largo dejándome claro que no podía esperar ningún tipo de apoyo por su parte, y ahora viene este tío que apenas conozco y pretende decirme que yo intentaba ser como ellos… Alucinante.
-¿Y entonces decidiste tirar la toalla? – pregunto risueño. Y por primera vez a mi no me hacía ninguna gracia su sonrisa.
-No… no – intente aclarar - Mi intención jamás fue la de tirar la toalla, pero mi padre retiro el pago de la matricula, y luego con la boda… ya no volví pero… Cuando llegue a Boston iba a continuarla, solo me faltaba dinero, pero el sueldo de camarera no me daba para vivir y estudiar.... y luego ya conocí a Jacob y… - va, déjalo Bella, que sabe Edward lo que es ganarse la vida.
-¿Jacob?
-Mi jefe… él es mi jefe y mi mejor amigo – susurre cabizbaja.
Demasiados malos recuerdos juntos. Gracias a que conocí a Jacob…, si no hubiera sido por él… a saber.
-Va Bella – volvió a hablar Edward - Lo último que quiero esta noche es que sigas triste – sonrió a la par que frotaba su mano contra mi hombro… ¿Y ahora pretende animarme? - Vamos a brindar por los estirados – sugirió alzando su vaso en alto.
Si, mejor que olvidemos lo que he dicho
-Por los estirados – lo imite, chocando mi vaso contra el suyo - Dios, esto esta tremendo… quiero otro - pedí soltando el vacio cristal sobre la barra.
-Bella, esto es como el champagne, cuando menos…
-Va venga – lo interrumpí - no seas un estirado tu también, vamos a divertirnos - ¿qué había de malo en una copa más?
-¿Tu plan de divertirnos es acabar borrachos? – pregunto serio.
-Que lastima, con lo guapo que eres… quien diría que eres un aburrido – solté sin pensar, efectos de la primera copa de la noche.
-¿Aburrido?... – pregunto con una mueca de expectación en su cara - Soy un aburrido… muy bien, dos mas – pronuncio girándose hacía la barbie sonrisas, que no tardo ni un segundo en acercase hacía nosotros.
-¿Ahora quien es el infantil? – susurre sarcástica sin poder contener la risa.
-No no, tú quieres divertirte y yo también, ¡divirtámonos! – grito antes de comenzar su especial enfrentamiento, con el cortejo de la recauchutada.
-¡Otra! – proteste dejando el vaso vacio sobre la barra.
Gire mi cuerpo, sentado en un pequeño taburete que Edward había traído para mi hacia ya algún rato, y contemple su semblante expectante mientras miraba el cristal vacio de lo que hacía unos minutos, era mi bebida.
Una sonora risa broto de mi garganta cuando Edward paseo su mirada de mi vaso vacio hasta el suyo, el cual seguía aún por la mitad, para volver a centrarse en mi vaso y negar mientras sus labios se curvaban deliciosamente.
-Bella – susurro mi nombre a la par que sus ojos buscaron los míos - ya llevas tres, no creo que una más…
-Estoy bien – lo interrumpí – Solo necesito otra más – lo mire intentando fingir un puchero.
-Eso dijiste con la anterior… Esperamos un rato y pedimos otra ¿vale? – dijo en plan paternalista.
-Agua fiestas… - susurre - Te pareces a mi padre.
-Gracias por el cumplido – sonó sarcástico.
-Es verdad – reí - Te pones serio como él, solo te falta el bigote y decir “Isabella, eres una deshonra” – susurre imitando la voz de mi progenitor.
-Estás borracha – dijo entre sonoras carcajadas.
-No estoy borracha, estoy contenta que es distinto – contradije sabiendo muy bien lo que decía, prueba evidente que aun mantenía mis cinco sentidos impecables – Venga Edward, llama a la camarera y pídeme otro… prometo bebérmelo despacio.
-Bella, los pucheros conmigo no funcionan – comenzó a decir, acortado la pequeña distancia entre el taburete donde estaba sentada y su cuerpo, el cual llevaba perturbándome desde que se había quitado la chaqueta.
-Si te enseño mi escote como hace la camarera… ¿lo conseguiré? – insinué sin pensar.
Puede que en otras circunstancias no hubiera hecho ese comentario, pero el suave sopor en el que se encontraba divagando mi cabeza, no dejaba espacio para la vergüenza.
-Bella – dijo divertido, penetrando mis oídos con el sonido de su encantadora risa – Si quieres puedo pedirte otra cosa que no lleve tanto alcohol.
-No seas soso…
-Ahora soy soso – rio a la par que llevaba una de sus manos a su ya de por si, despeinado pelo.
-Ya se que te pasa… - advertí - Tienes miedo de llamar a la camarera, te sientes cohibido cuando la tienes delante – susurre.
-Me has pillado – susurro ahora él, inclinando su cabeza hasta quedar ésta a la altura de la mía – Así que por el momento, no más copas – añadió con un deje de sensualidad en su voz, haciendo con ello que todo temblara bajo las patas de mí asiento.
¿Cómo rebatirle algo si hasta su negativa, conseguía que fuera la cosa más sexy que había escuchado?
-¿Como lo haces?
-¿Como hago el que? – pregunto alzando sus cejas.
-¿Como consigues que te haga caso en todo?
-Por que soy una persona sensata, y eso tu subconsciente lo sabe.
-No… - reí ante mi negación - créeme cuando te digo que mi subconsciente esta completamente trastornado, no me hace caso ni a mi misma.
-Si yo fuera tu subconsciente tampoco te haría caso – dijo divertido.
-¿Porque dices eso?, apenas me conoces – fingí estar indignada a la par que cruzaba mis brazos por encima de mi vientre.
-Me sobra lo que he visto de ti, para saber lo que digo – hablo en susurros, antes de volver a mostrarme su sonrisa ladina.
-Estas volviéndome loca – susurre cerrando los ojos.
Sus palabras de esta noche, mezcladas con su pronta cercanía, su sonrisa, la forma de mirarme, la forma de hablarme, todo… todo junto a la visión de su cuerpo marcado bajo la tela blanca de su camisa, estaban haciendo verdaderos estragos en mi cuerpo, estragos difíciles de contener con varías copas de más.
-¿Te encuentras bien? – pregunto acariciando mi mejilla con el dorso de su mano – Estas algo fría.
-Estoy… estoy bien – susurre cabizbaja, mis males no se curaban precisamente con agua.
-Te pediré agua.
-No de verdad… me, me siento bien es solo que… Nada – dije vencida ante una nueva más de sus sonrisas.
¿Quería pedirme agua?, que la pidiera, ahora mismo conmigo podía hacer todo lo que él quisiera.
Edward se limito a girarse hacía la complacida camarera, la cual juraría que parecía perder metros de tela de la camiseta cada vez que la miraba, ¿o era yo que estaba perdiendo el sentido de la percepción?... No, recuerdo perfectamente como antes esa prenda tapaba su ahora descubierto ombligo…
Pobrecilla, tendrá calor, como hay tantos clientes…
-¿El agua viene con regalo? – pregunte mordaz siguiendo la mirada de sus ojos, puesta en el papel blanco que sostenía entre sus dedos – Enséñamelo – reclame.
-Es su teléfono – susurro con cierto deje de asco.
-Wow…, esta noche estás que te sales… - dije entre carcajadas – Debes sentirte muy halagado teniendo a tanta mujer a tus pies – seguí riendo.
-Halagadísimo – mascullo entre dientes.
-Mira el lado positivo, por lo menos te ha pasado un papel, otra en su lugar te habría pasado sus bragas – rompí a reír otra vez mientras veía como su cara se estremecía.
-Te lo estas pasando en grande ¿verdad? – pregunto frunciendo el ceño.
-Edward… no las culpes a ellas, ser irresistible tiene un precio – seguí mofándome.
-Tú podrías hacer algo, o decirle algo – me recrimino, intentando asesinarme con la mirada.
-¿No sabes cuidarte solito? – insinué.
Edward volvió a girarse, quedando así de lado para encararme, y nuevamente, acorto la leve distancia que nos separaba, haciendo con ello que todos los sistemas de mi cuerpo entraran en alerta.
-Yo te ayude en el restaurante con ese tipo, ¿y así me lo pagas? – reclamo en susurros apenas audibles, sino fuera por el tenue volumen de la música y la escasa lejanía de nuestros rostros.
¿Qué tipo?... ¿Qué restaurante?... ahora mismo para mi solo estaba él, frente a mi, mirándome con esa sonrisa torcida tan sumamente sensual y el brillo amenazante en sus ojos.
-¿Qué tipo? – me obligue a decir, a la vez que humedecí mis labios en acto reflejo, sin poder apartar mis ojos, de su carnosa y apetecible boca.
-Aquel con él que estabas hablando… mientras yo te buscaba – dijo pícaramente apartando el recogido de mi pelo de uno de mis hombros.
Sentí como sus dedos rozaron levemente con la piel de mi brazo, la cual se erizo ante su contacto, seguida de la esa extraña sensación, esa que solo sentía cada vez que él me rozaba, recorriendo todo mi cuerpo.
-Aquel que no quería marcharse ¿recuerdas? – añadió más datos a su descripción antes de ver como ahora era él, era él que humedecía sus labios con la punta de su lengua, gesto que me hizo cerrar los ojos por impulso, sintiendo como mis hormonas comenzaba a tener vida propia.
Tranquila Bella, solo quiere provocarte… busca ponerte a prueba… tu solo tienes que resistir…
¿Resistir…, y eso como narices se hace?
-¿Con el morenazo? - asintió lentamente - Te equivocas, no me hiciste ningún favor ahuyentándolo.
-Ya, seguro que estarías más cómoda con él ahora mismo que conmigo ¿no? – ronroneo cerca de mi oído, haciendo con ello que mis bragas volvieran a humedecerse como la noche anterior, tras sentir su cálido aliento en esa zona.
Bella para esto o si no… ¿o si no que?...
-Puede que él hubiera hecho lo que otros tienen miedo de hacer – solté sin pensar, girando mi cara hasta dejarla a escasos milímetros de la suya.
-No juegues con fuego – negó sonriente manteniéndome la mirada.
-¿Es una amenaza? – insinué mordiendo sutilmente, o esperaba que al menos así fuera, mi labio inferior.
-No – susurro – es una advertencia – bajo sus ojos en busca de mis labios.
-¿A la que deba tener miedo? – inquirí con una voz desconocida hasta ahora para mi.
El efecto que Edward ejercía sobre mi cuerpo, en conjunto a las copas de más, estaban llevándome a unos límites desconocidos hasta ahora.
-Podrías quemarte – trague en seco tras su respuesta, mientras mis ojos volvían a cerrarse por impulso.
Quemarme, eso ya lo estas haciendo…
-Perdona – irrumpió una voz desconocida, haciendo que mis ojos se abrieran de golpe en busca de esa persona tan inoportuna - ¿Tienes fuego? - pregunto la recauchutada tras la barra, no podía ser otra tenia que ser ella.
Envidiosa.
-Eh… no, no fumamos – respondió Edward en tono amable, aprovechando la ocasión para alejarse unos centímetros de mi cuerpo.
Mecheros quizás no llevábamos pero entre mis piernas yacía un fuego que estaba empezando a abrasarme.
-Lastima – la escuche decir a la vez que volvía a hacer esa cosa extraña con sus pestañas.
¿Es que no ves que esta conmigo?... No, parece que su cerebro no le da para ver eso… pues de otra forma no me explico porque sigue parada ante nosotros, comiéndose a Edward con la mirada.
-Voy al baño un momento - dije asqueada ya con la situación.
-Espera… Bella – sentí gritar a Edward tras de mi.
-Quédate, así podéis seguir regalándoos miraditas sin cortaros porque yo este – me estremecí ante la imagen - ¡Ah no!, que eso ya lo estáis haciendo – añadí sin dejar de adentrándome hacía la zona donde, suponía, debían estar los servicios.
-Bella, espera – dijo agarrándome del brazo, y acorralándome contra la pared y su cuerpo - ¿Qué te pasa?
-Nada – respondí cabizbaja.
Bastante se habían reído ya de mí esta noche para que ahora él también lo hiciera.
-Mientes.
-Me estoy meando ¿contento? – grite devolviéndole la mirada.
No me dio tiempo a pensar nada más con claridad, cuando de pronto sus labios se estamparon contra los míos de manera frenética, con urgencia, acallando con ello mis deseos más internos, aquellos que pedían a gritos volver a sentir su lengua enredándose con la mía, pero a la vez, despertando otros, que hasta el momento había podido controlar.
Su cuerpo presiono contra el mío con la misma fuerza que su lengua entro en mi boca reclamando su presencia en ella. Mis manos, impasibles hasta el momento, se enredaron en la maraña de su cabello ejerciendo más presión contra mí, no quería que se separara ni un milímetro, lo necesitaba, necesitaba el calor de su cuerpo oprimiendo el mío, sus manos, aferrándose con fuerza alrededor de mis caderas, sus gemidos ahogados, haciendo eco en nuestras bocas mientras nuestras lenguas, seguían sin darse tregua en un pulso que no estaban dispuestas a perder.
Lo necesitaba por completo, incondicional e irrevocablemente.
-El baño… necesito ir al baño – farfulle con voz ahogada una vez sus labios dejaron los míos yendo a parar hasta mi cuello.
-¿Quieres que te acompañe? – sentí su voz ronca sobre mi piel mientras me dejaba hacer por esa fuerza irresistible tan superior a mi, esa que me hacia sentir más viva que nunca.
-Si… si… - susurre entre cortada mientras mis labios volvieron a buscar los suyos, los cuales no tarde en encontrar a la par que comenzamos a movernos dirección a alguna parte…
No dejamos de besarnos mientras era él mismo el que guiaba nuestros cuerpos. Tampoco dejemos de hacerlo cuando casi pierdo el equilibrio por culpa de la inestabilidad de mis piernas, las cuales sentía como gelatina, ya que apenas eran capaces de sostenerme, ni cuando mi espalda choco contra la fría madera de la puerta haciéndome gemir, no, al revés, todo eso, en vez de hacerme recobrar el juicio, ese que debí perder entre la segunda y tercera copa, no hizo más que aumentar mi excitación.
Un nuevo gemido, esta vez frustrado, emano de mi garganta cuando lo sentí alejarse de mi cuerpo una vez pasamos el umbral de la puerta. Me obligue a mi misma el dejar de mirarlo mientras me contemplaba desde el marco de esta. En sus ojos se reflejaban la duda, pero también la lujuria del momento, pero aún así no dije nada, no podía hablar, no quería hacerlo, mi mente estaba en una situación de caos total, y mi cuerpo ardía como si me encontrara en el mismo infierno.
-Esto no es el baño… - volví a encararlo una vez puede ser capaz de ver las cajas apiladas sobre la pared.
Y entonces deje de tener consciencia de todo. Sin pararme a pensar en nada, me lance contra él, volviendo a capturar sus labios con los míos.
No se bien si debido a lo sucedido la noche anterior, cuando me acorralo entre su cuerpo y el lavabo, o por la frustración de tener que acabar yo sola lo que él había empezado hacía una horas, o por lo acontecido durante la noche, o bien por la pasión del momento, pero en un instante, la duda que podía haber en mi la noche anterior, o sin ir más lejos, hacía unos instantes, se disipo volviendo a convertirse en una gran necesidad, una necesidad enorme por tenerlo dentro de mí.
Él pareció entender muy bien lo que quería, ya que no dudo en volver a acorralarme contra la pared, aplastándome con su duro cuerpo, pero no dolía, al revés, agradecía que desde aquí, la música del local sonara fuerte, pues la locura que estaba apunto de cometer, no iba a ser silenciosa.
Tan pronto como sentí la rugosa pared en mi espalda, deje de sentir mis pies apoyados en el suelo, ya que mis piernas yacían enrolladas por su cintura, mientras sus rudas manos aferraban fuertemente mi trasero.
Un sonoro jadeo salió disparado de mis labios, cuando apretó sus caderas contra las mías, recordándome el monstruo que se encontraba bajo sus pantalones, uno muy vivo que me había servido de fantasía la noche anterior, pero que ahora, quería en mi interior.
Siguió masajeando las moyas de mi trasero con las palmas de sus manos, mientras su boca comenzó a descender por mi cuello, cuello que yo amablemente le ofrecía para que hiciera con el lo que quisiera. Su boca siguió descendiendo por mi escote, erizando la piel de mi cuerpo por completo. Apoye mi cabeza en la pared e intente abrir los ojos para comprobar, que las sensaciones que estaba sintiendo no eran una continuación de mi masturbación la noche anterior, ni una alucinación por el alcohol que corría, mezclado con la fuerte excitación por mis venas.
Era real, desde arriba ponía ver como su cabeza se movía con desesperación de un lado a otro de mi cuerpo. Ayudado por una de sus manos, intento ceder la piel de mi escote para dejar al descubierto la máxima piel posible de mis senos. Se entretuvo mordisqueando y lamiendo en círculos esa zona mientras su mano, estimula el resto de mi seno, al cual no tenía acceso su boca.
Para cuando su boca volvió a tomar posesión de la mía, yo era incapaz de seguir los movimientos de su lengua, los jadeos de mi garganta eran los protagonistas en esta.
Volvió a descender su mano por cintura, lenta y fuertemente, hasta llegar al lugar donde la otra le estaba esperando, pero esta vez no se contento con masajear mi trasero por encima de mi ropa interior, sino que una vez llego hasta el, se deslizo entre mi culote y comenzó a acariciar mis ingles, ansiándome más, desesperándome aún más si cabía.
No lo pensé dos veces, lo quería dentro de mí, y lo quería ya. Afloje una de mis manos del agarre de su espalda, y descendiendo por esta, llegue hasta su torso, en el cual no dude en clavar levemente mis uñas, dejándole claro que no estaba dispuesta a mas juegos. Hoy se acabarían las provocaciones, hoy dejaría de reprimirme, hoy se acabaría el buscar una justificación para decir no, igual que había hecho otra veces, igual que llevaba haciendo tres años.
Seguí bajando mi mano por su vientre hasta que mis dedos se toparon con la hebilla de su cinturón. Él pareció entender lo que quería cuando, viendo que era incapaz de abrirla, se alejo unos milímetros de mí, los justos para conseguir abrir el molesto cierre.
Lo sentí jadear cuando mis dedos lucharon con el botón de sus pantalones, gesto que lo incito más, ya que los dedos que antes estaban acariciando mis ingles, comenzaron a acariciar mis pliegues, suavemente, delicadamente, haciéndome gemir en cada uno de sus formas dibujadas.
No lo pensé dos veces cuando sentí como el botón de sus pantalones se abrió, ni siquiera me plantee el bajar la cremallera de sus pantalones, mi mano fue directa a su dureza, la cual se ajustaba por debajo de la tela de sus slips, tela que no dude en atravesar a la misma vez que uno de sus dedos entraba en mi interior.
Arremetió su dedo fuertemente dentro de mí, comprobando así mi humedad. No dudo ni un instante en introducir un segundo dedo en mi interior, primero despacio, para luego bombardear mi clítoris, a la misma velocidad que mi mano rodeaba su masculinidad y subía y bajaba por toda su gruesa y dura longitud.
-No puedo… no puedo más… - susurre entre jadeos cuando mis piernas comenzaron a temblar, mientras el dolor de mi bajo vientre se intensificaba cada vez más, así hasta finalmente explotar, dejándome llevar por las sensaciones que en vez de apaciguarme, me hacían querer más.
-Espera, espera – pronuncio con el tono de voz más ronco que jamás había oído pronunciar por nadie, mientras su mano voló de mi clítoris al bolsillo de su pantalón de donde saco un preservativo…
¿Qué hacia eso ahí?... ¿Acaso sabia que….?
Bella, es un gigoló, entra en su trabajo hacer estas cosas, es normal que lleve eso… ¿Hay que recordarte que seguramente, tu no seas la primera en esta situación?
Al diablo con todo…
En este momento me importaba bien poco cuantas habían pasado por la misma situación que yo, lo único que me importaba ahora mismo, era sentir su miembro dentro de mi, la sensación de tenerlo entre mis piernas, si después de eso tenia que pagar, gustosa lo haría si follaba la mitad de bien que me besaba o me acariciaba.
No hubieron titubeos, tampoco palabras tranquilizadoras, solo una simple mirada que reflejaba aquello que ahora mismo solo me importaba, deseo. Tras eso, se coloco entre mis piernas y embistió fuertemente contra mí, haciendo que mis ojos se cerraran producto de la increíble sensación, una mezcla de dolor junto a una profunda excitación, a la vez que mis labios ya entreabiertos, emanaron un profundo gemido.
Salió de mi solo para volver a hundirse una segunda vez igual de brutal, y ahí fue, cuando yo simplemente me deje hacer.
A un ritmo constante comenzó a moverse en mi interior, sintiendo como mis paredes se amoldaban perfectamente a su miembro. Yo acompañe el movimiento de sus caderas con las mías, intensificando con ello aún más el placer de cada una de sus entradas y salidas de mi.
Lleve mi manos hasta su trasero, pegando sus caderas más hacia las mías, quería fundirlo contra mi, incrementar las sensaciones todo lo máximo posible, disfrutar al límite del resultado de dejarme llevar.
Cada nueva arremetida de Edward era un paso más hacia la gloria, un paso más hacia el olvido de la realidad, de esa a la que ya me enfrentaría mañana, mañana cuando solo recordar su nombre, me hiciera jadear.
Busque su boca jadeante cuando sentí como mis paredes iban contrayéndose a medida que la fuerza y velocidad de las arremetidas iban ascendiendo.
No había palabras bonitas, ni siquiera palabras coherentes, solo gemidos, pura necesidad de dos personas, sexo, el más excitante, abrasador y frenético sexo que había tenido en mi vida. Aquel que seguramente, jamás volvería a tener.
Repito que no me convence demasiado pero… ahí esta.
Esta semana ya no se si habrá capitulo, tengo que terminar el de My angel si no quiero perder la cabeza :.}, y tengo que escribir el final de Disturbia, y a todo esto hay que sumarle que la campaña de exámenes ha empezado
, pero si no es así, sin falta a principios de la que viene estará. ¡¡¡Besos!!!

11 Sonrisas:
Almu habia estado con la página del blog abierta desde el sábado y yo de una manera muy enferma actualizaba cada 15 minutos hhahahah!
Pero no me he decepcionado. Amé el capitulo. un abrazo grandeee fuiiiiiiiiiiiii!
OMG!!!!!!!!!!!!! al mejor estilo de Almu!!! Quedo amazing, no entiendo porq dudas de tu gran capacidad jajaja de verdad me fascino como siempre no decepcionaste!!
(con cara de pena) fui una de esas que metio presion y hasta campaña jajaja Gracias mas bien a ti por actualizar tan pronto, y bueno ahora q te vaya fino para q tambien puedas actualizar my angel, porq sino te van a matar por alli jaja ntc, en fin quede satisfecha Gracias como siempre!
mi almu.. k dices k no t convencio??.. buenoo yo se k eres perfeccionista jeje.. pero ha estado exelente barbarisimo.. wooow porfinnnnn jijiji...me encanto la forma en que se hablaban y se dejaron llevar...gracias bella k mandaste al carajo todo... y bravisimo por ed por tomar la iniciativa jjojjo... muero muero muerooo por saber que pasaraaa como stara todo despues ouchhh... son d los momentos que muero por leer un pov ed jajaja... me fascino!!!
jeje.. nenaa pues te deseo muxa suerte pa los examenesss k t vaya exelentemente bien y aki estaremos esperando con mas actualizaciones sin presion muakkkk
MI ALMU!!! me quitaste todito mi stress al leer este capitulo
no sabes como lo disfrute ayyy me gusto muchisimo.. Edward tenia tantas o mas ganas que Bella ya no se pudo resistir a los encantos de ella.... que encontronazo de estos dos!!! no pudo haber sido mejor... el mejor sexo asi como lo describio Bella.... la reprimida desaparecio haber si le va seguir llamando asi
creo que Edward va a tener que irse con cuidado , el enamorarse no esta permitido en su profesion o si???? uyyyyyy quiero ver que va a pasar despues de esto , como van actuar los dos !! creo que todavia se van a resistir un poquito , tu sabes , eso que perdimos la cabeza por culpa de alcohol
sobre todo Bella y su mente preclara jeje como me rio con Ella.......
ahora si quiero un pov ED como que antes me daba un poquito igual como lo digo , Bella me cae super bien!!! y me encanta leerla pero despues de esto me intriga saber que piensa ED si que si .......
pues nada Almu felicitarte por este capitulo.... y si no te convencio y si el resultado es asi pues que no te sigan convenciendo jejeje siempre lo haces super!! genial!
cuidate mucho un besote y abrazote!!
Oh por dios que capitulo, no se porque no te convencio, a mi me parecio genial, gracioso, divertido y muy muy hot. por fin accion entre estos dos, espero que ninguno se arrepienta de lo que hicieron bajo los efectos del alcohol.
Perdona por no comentar el capi anterior es que lo lei apurada en otra compu que no era la mia.
Asi que mi comentario para el anterior es que perra que es renee por poner a Bella en semejante situacion, la entrada del morenazo desperto un poquitin de celos en Edward ¡que bueno! y que pedazo de arpia que era la ex suegra. Ah, Ah si tambien que me parecio que Alice y jasper se traen algo curioso no?
Besos desde argentina con amor
Otra cosa que me olvide TOMATE TU TIEMPO y estudia para sacar buenas notas, lo haces genial asi que es un verdadero placer esperar las actualizaciones.
Besos
Perfecto almu!! me encanto!! por fin paso lo k tanto esperabamos jejeje estoi desenado saber como sigue su relacion despues de esto...
yo creo k bella va a pasar un poco de verguenza y no lo va a tratar iwal, pero veo k edward parece k esta empezando a sentir algo x ella y el tomara la iniciativa mas veces (espero) jeje
me encanta esta historia!! bsts
Almu!!
. Si es que ya te dije que esta Bella era diferente a todas, es única
. Y Edward que no la dejaba beber más, si es que sigue siendo un amor
. Yo sigo esperando a que empiecen a aparecer los defectos de este chico...
Se nos han soltado por fin! Bella se nos ha desmelenado jajaja. Bien! Ya era hora, estaba claro que explotarían en algún momento. Demasiada atracción veía yo, por parte de los dos.
Voy por partes.
Primero la conversación de los dos sobre lo de la fiesta y la carrera de Bella etc...Me gusta que Edward la siga espabilando, le dice las cosas como son. Tendrá razón o no, pero Bella sigue necesitando a alguien que se las diga.
Después, Bella medio borracha jajaja. Si ya es graciosa normalmente, así lo es todavía más. Vaya frasecitas que suelta por su boca, y las que se le pasan por la mente todavía más
La camarera. Que pesada!! Sabemos que es irresistible, pero tiene el donde la oportunidad eh!! Con ese tonteo que se traían....Menos mal que después siguieron lo que empezaron....y que momento!! Si lo estaban deseando los dos....ha sido genial Almu. A ver ahora como sigue....a ver que piensa Bella al día siguiente, a ver que piensa Edward, a ver como actuan, a ver si sigue siendo solo sexo o en algún momento lejano o no lejano llega a ser algo más y se lia una buena jajajaj, cuantas incógnitas!!
Bueno, que como siempre que dices que no te convence, a mi me convence lo tuyo y lo mío y lo tuyo juntos
Un besazo!!
Ah...Almu que te puedo decir...el capitulo está genial...primero espero que a nadie se le ocurra pasarse por ahi haha y encontrarlos..ujuju...2do..si si concuerdo con muchas la camarera era una odiocita haber que tanto tenía que acercársele a Edward...malo malo...hahah al final Bella sacó las garras hahaha...y que bueno que aunk con copas encima, al fin se deshinibió nuestra Bella..aunque me preocupa que pasará después cuando entre en cabeza..uuyy mejor que se acuerde solo de disfrutar..haha que bien vale la pena haha sii siii...
Almu no sufras tu cspi te quedó genial de verdad =) y no te agobies por actualizar...tienes que estudiar.. =)..
Almu, mi nextel murio ahogado en la alberca y no había podido revisar las actualizaciones del correo, pero estos dos capítulos estan buenisimos. Que onda con Renee! esto fue como una cadena de fichas de domino cayendo; que si todo estuviera normal en la cena lo mas probable es que Bella no estaría haciendo pues, lo que esta haciendo no? Un bezo.
me lei los 13 caps de este fic hoy,
me enamore de este fic y este lemmon woooo hasta me calenté yo jejejeje ya quiero ver como va ser esa relación y quiero ver a mi edward mas celoso... quiero que actualizes.... besotes
Y tú, ¿nos regalas una sonrisa?