¡Hola!, ¿Qué tal ha ido la noche de reyes?, ¿muchos regalitos? Bueno, yo vengo a traeros uno, un poco fuera de horas pero nunca es tarde si la dicha es buena
. Se que algunas preferirían que la actualización fuera de My Angel pero, ya le tocaba a ¿Quieres?, que entre las fiestas, el intento de asesinato de mi catarrazo, y los trabajos que me toca presentar la semana que viene en la univerdidad, lo he ido atrasando y atrasando, y esto no puede ser, de todas formas, ir preparándose ya el vestido para la gala de los oscar


Geraldine, Erin, Karla, Nuri, Airam, Marianna, bienvenida por cierto a esta nueva locura mía, y Dana… GRACIAS!!!
Hoy nos toca conocer a cierta personilla que ya faltaba por aquí, a ver que papel tiene esta chica en la historia…
Capítulo 13 – La fiesta (1ª parte)
“Aún ocho días antes de la boda”
-¿Bella?
Escuchar pronunciar mi nombre, en una fiesta de este tipo, habiendo la gente que había, podía ser perfectamente un claro motivo de sobresalto en mi cuerpo. Pero si esa voz, era dulce y aguda, bien parecida a la de una niña de diez años, y teniendo en cuenta que aun no me había topado con ninguna, en el poco tiempo que estaba en la “celebración”, la dueña de esa voz solo podía ser una persona…
-¿Alice? – pregunte girándome sobre mis tacones.
-¡Bella! – grito la susodicha, abalanzándose sobre mi.
-¡Alice! – la imite correspondiendo a su abrazo.
-¡Dios mío! cuanto tiempo sin vernos, estas… - aflojo el agarre para echarme un vistazo rápido de arriba abajo, para después volver a apresarme entre sus delgaduchos, pero no por ello menos fuertes, brazos. Otra que pensaba que yo estaba hecha de piedra - ¡Estás increíble!, quien diría que por ti pasan los años.
-Bueno…, tu tampoco… estas nada… mal – respondí como pude, ya que sentía como sus extremidades estaban empezando a cortar mi respiración.
-¡Tonterías! – grito soltándome… Dios que alivio - nada que no se pueda conseguir con un buen vestido y algo de maquillaje pero tu… - sonrió - mírate… ¡Estás… radiante!
-Alice – negué algo sofocada, sus gritos no solo casi me dejan sorda, sino que además, habían llamado la atención de aquellas personas más cercanas a nosotras - Mira, te presento…
-Al motivo de que estés así de feliz – murmuro algo impactada, fijando una mirada de incredulidad en mi acompañante.
-Soy Edward – respondió este, alzando su mano libre. La otra, continuaba agarrándome con fuerza.
-Alice… - susurro, si dejar de mirarlo. Pobrecita, otra que ha sido hipnotizada - la prima de esta… desnaturalizada – volteo su mirada oscura hacia mi, simulando estar enfadada conmigo.
-Encantado Alice, ya tenía ganas de conocerte – respondió Edward, con su perfecta sonrisa.
-Le… ¿le has hablado de mí? – pregunto algo asombrada…
-Por supuesto que si… - por supuesto… como podía dudarlo, eso es algo común entre las parejas.
-Bella me ha hablado de todos vosotros. Tenía mucho interés en conocerte – añadió nuevamente Edward. Y yo como tonta lo mire embobada.
¡Dios!, es impresionante la capacidad de este chico para hacer como si todo fuera real.
-Pues…, ojala pudiera decir yo lo mismo pero…, no tenía ni idea de que mi prima te tenia tan bien guardadito… - mascullo entre dientes - Aunque, ahora que te conozco… lo entiendo – dijo claramente, sin rodeos, para que darlos, solo le faltaba arrodillarse ante él y decirle “estoy a tus pies”…
Y eso quien lo dice ¿la que ya esta a sus pies?...
-Es que… bueno llevamos poco tiempo y…
-Queríamos que fuera una sorpresa – me interrumpió Edward – Además, la protagonista esta vez es Rosalie y bueno…, tampoco es algo extraordinario que Bella tenga novio… Lo que no se, es como no lo tenia cuando la conocí – concluyo Edward, dedicándome otra de sus bonitas sonrisas, a la vez que pasaba sus dedos por mi mejilla en forma de caricia.
Y como no, yo ya sentía el suelo temblar y mis piernas convertirse en gelatina.
-Oh, que bonito…, ojala tuviera yo alguien que me dijera esas cosas – susurro la romántica de mi prima, mirándonos con un brillo especial en los ojos.
Si, mi prima era algo alocada e impulsiva, pero…, tiene una sensibilidad extrema, cualquier cosa, por simple que fuera, puede hacerla llorar. Un poco absurdo si, pero ella era de las normalitas en esta familia.
-Bueno, la última vez que hablemos me dijiste que estabas con un tal…
-Dimitri. Eso se acabo – dijo algo más seria, pasando uno de los ensortijados mechones color café, tras su pequeña y levemente puntiaguda oreja – era buen tío pero…, su concepto de fidelidad… no es muy parecido al mío… Ni al de nadie común – ironizo.
-No me digas que…
No pude terminar la frase, bastaba ver la rapidez en la que se esfumo el brillo especial con el que hacía unos instantes nos miraba, para corroborar que mis pensamientos eran ciertos.
-No te preocupes – hablo rápidamente - ya estoy bien, pero si, él no soportaba la abstinencia en la que vivía por mis continuos viajes y… como me echaba tanto de menos – suspiro - se dedicaba a matar el tiempo, revolcándose con cualquiera que le recordara a mí.
Ahora si me había quedado de piedra.
-Hombres – susurre entre dientes.
-Pero en plan de recordarme, no vayáis a pensar que lo hacía por otra cosa – dijo burlona, con su voz cantarina, pero en sus ojos podía notarse la desilusión.
-¿Eso te dijo? – pregunto Edward, con una mueca entre sorpresa, incredulidad y ganas de reírse. Bueno, la sorpresa mejor la quitamos, no creo que Edward se sorprenda mucho de como son los de su especie.
-Entre otras cosas – afirmo mi prima - Así que lo deje en Italia con su amiguita, y volví a América. Ahora solo hago trabajos por el país – sonrió nuevamente, pero esa sonrisa no llego a sus ojos.
Alice podía engañar a Edward, pero no a mí, pues hasta mi frustrada boda, fuimos las más unidas.
Era como si existiera una conexión entre nosotras, no hacia falta decir lo que pensábamos, pues bastaba con mirarnos a los ojos para saberlo. Mi madre decía que parecíamos gemelas, no solo por ese extraño vínculo, sino también, por el parecido físico entre ambas, aunque con los años, poco quedaba ya de aquellas similitudes, salvo por el color de pelo y ojos, por el resto, bien podría decirse que Alice era el fiel reflejo de una ninfa.
-Bueno, ¿y eso hace cuanto fue? – indague, que ya no tuviera el mismo contacto que antes con mi familia, no significaba que me importaran menos.
-Hace más o menos un mes. Ahora vivo en Nueva York, no es que me chifle la ciudad cosmopolita pero…, sabes que Seattle y yo…
-Ya – susurre agachando la cabeza.
Vale, sabía que me había distanciado bastante de mi familia pero… ¿tanto?...
¿Que pretendías Bella?, fuiste tu la que se alejo de todos, la que no contesto ni devolvió las llamadas hasta pasados dos años… ¿qué esperas ahora?
-No lo sabe nadie, todos piensan que lo mío con Dimitri… simplemente no prospero, algo que es cierto pero, no saben los motivos reales – suspiro nuevamente antes de que una gran sonrisa curvase sus labios – Bueno, dejemos el pasado y hablemos del presente – esta si era la jovial Alice que yo recordaba - Vosotros que, ¿cuanto lleváis juntos? – se cruzo de brazos tras soltar la pregunta del millón de dólares.
¿Cuánto llevamos juntos?...
-Apenas unos meses, aun estamos en esa fase de… conocernos – respondió Edward, aferrándome más a su cuerpo, a la vez que volvía a dedicarme una sonrisa.
-Si – susurre cabizbaja. Bella mujer, ponle entusiasmo al asunto, vale que no te vas a llevar ningún premio de consolación por mentir mejor pero… ayudaría a hacerlo todo más creíble – Estoy muy feliz – suspire alzando mi mirada hacía la de Alice, la cual arqueo sus cejas levemente, mientras una mueca extraña, una que bien podía parecer de duda, se asentaba en su rostro.
No… ¿dime que no nos ha pillado? Dios, Alice es muy intuitiva pero… ¿tanto?…
-Pues…, me alegro mucho por ti – sonrió ampliamente, recobrando con ello la luz en su rostro - Ya era hora que… - callo rápidamente, mordiéndose el labio inferior a la vez que me miraba con ojos afligidos… - bueno, ya era hora de verte tan feliz – si Alice si, ahora intenta arreglarlo.
Que pasa, ¿tan raro es verme feliz?, ¿es que una no se puede serlo porque la dejen plantada?
-Eso intento… hacerla muy feliz – contesto Edward, penetrándome con su mirada, haciendo con ello que mi saliva, comenzara a acumularse en mi boca y garganta.
¡Señor!, no puedo evitarlo, él es superior a mi.
-¿Tienes un hermano, primo, amigo…? - pregunto Alice de pronto, trayéndome de vuelta a la fiesta.
-Una hermana, ¿te sirve? – contesto. Edward tenia una hermana, si, una hermana…
¡Un momento! ¿Edward tiene una hermana?... A ver no, no me sorprende eso, es normal que tenga familia, vamos supongo que la debe de tener pero…, Alice le hace una pregunta y le contesta sin rodeos y a mi… ¡a mi! … ¡nada!… Nada de nada…
-Pero seguro que a tu hermana no le interesan las mujeres – siguió Alice.
-No, esta casada – ¿casada?, Edward tiene una hermana, y esta casada.
Analicemos, conozco a Edward cuatro días, y lo único que se de él, a parte de lo tremendo que está, cosa evidente, es que tiene veintiocho años, ¿o dijo veintinueve?... ya no se. El caso, eso es lo único que se de él, el resto de sus cosas, para mi son un misterio, y no porque no lo haya intentado. Ahora, llega mi prima, y en tan solo dos minutos consigue sacarle que tiene una hermana y que esta casada…
Perfecto Bella, ya sabes, todo lo que quieras saber de Edward, no tienes más que llamar a tu prima, ella amablemente seguro que te ayuda… Dios…
-¡Alice! – chillo Renee, acercándose hasta nuestra posición para saludar a mi prima.
-Tía Renee…
-No parece tan mala como la pinto Emmett – susurro Edward en mi oído, mientras tía y sobrina se fundían en un abrazo bajo mi atenta mirada.
-Ya te dije que estaba exagerando – conteste sin mirarlo.
¿Qué tenía Alice que no tuviera yo?, ¿porque a ella si le contaba cosas y a mi no?
-¿Qué te pasa? – pregunto en tono algo más serio.
-Nada.
-Bella… - reclamo nuevamente.
-No nada…. – no sabes mentir – Bueno, estaba pensando en mi cuñada ficticia, si alguien me pregunta si tienes alguna hermana ya se que responder – reí falsamente sin llegar a mirarle.
-Eso no tiene porque preguntártelo nadie.
-Bueno, ella lo ha hecho y tú rápidamente le has contestado – dije señalando a mi prima, la cual se deshacía en halagos con mi madre, sin percatarse de nuestra pequeña conversación.
-Perfectamente podría ser una mentira.
-Pero no lo es, ¿verdad? – lo mire por primera vez - Ves – su expresión dejaba claro, que había poco de mentira en sus palabras.
-¿Y? – pregunto.
Eso mismo te pregunto yo Bella, ¿y?... ¿qué pasa?... a ti eso debería darte igual ¿no?
-Nada, solo me choca un poco que se lo hayas dicho a ella y conmigo, evadas todo tipo de preguntas personales – susurre a la par que me cruzaba de brazos.
Eso es Bella, tu de digna… ¡Dios!, cállate…
-Nunca me has preguntado si tengo hermanas – volvió a murmurar, intentando así no ser escuchado.
-Y si lo hubiera hecho, ¿me habrías contestado? – inquirí clavando mis ojos en los suyos.
-Supongo, no es un secreto de estado que tenga familia, es algo normal – rio.
-Que raro, tú nunca contestas nada, bueno… a mi no.
-Vale, ya comprendo, estás celosa – soltó de pronto, acariciando mi mejilla con sus dedos. Las muecas en su cara, me dejaban claro que estaba intentando combatir con su propia sonrisa.
-Puedes reírte lo que quieras de mi, pero que sepas que yo no estoy…
-¿Se pasan el día así? – pregunto Alice, llamando la atención de ambos - Que envidia – murmuro ante la afirmación de mi madre.
-Edward es encantador – uy… no sabían cuanto – Por cierto Bella, ¿ya lo has presentado ante los socios de tu padre? – pregunto Renee con una amplia sonrisa.
-Eso estaba apunto de hacer madre – afirme rotunda. No me apetecía para nada hacerlo pero, menos me apetecía seguir escuchando adulaciones a favor del hombre de las dos caras - Si nos disculpáis, nos vemos luego Alice – respondí cortante.
Y agarrando a Edward de uno de sus brazos, del cual tire para que me siguiera, me adentre en el nido de hienas, mientras la sonrisilla de Edward, acompañaba al sonido de mis altos tacones.
No sabía que era peor, si estar rodeada de desconocidos, a los cuales parecía molestarles que nos abriéramos paso entre ellos, o que Edward, no dejara de emitir ese sonido gutural, mientras mis ojos intentaban localizar al pequeño porcentaje de gente conocida.
Provocador.
-¿Qué? – inquirí mirándolo seria.
Estábamos parados en mitad del salón, a ver si así, se hacía mas fácil la tarea de encontrar a alguien conocido, y por la rabillo del ojo, podía ver las miradas y muecas de Edward hacia mi.
-Eres tremenda cuando te enfadas – se burlo.
-Eso te encantaría ¿verdad?, ¿te encantaría que estuviera enfadada? – ironice mirándolo levemente.
-No, la verdad es que me gustas mas cuando no lo estas.
-No estoy enfadada.
-No estás enfadada, no estás celosa, ¿entonces como estas? – satirizo, marcando aún más su sonrisa ladeada.
Cómo estoy dice... ¿defraudada? No, esa palabra es muy exagerada, pero si me siento rara, no se, cuatro días contándole toda mi vida y él… no me cuenta nada, cuando perfectamente podría haber comparado la relación con su hermana, con la que yo tengo con la mía… o… no se, decirme, “yo también tengo una hermana”…“y esta casada”… no se, algo…
Ah Dios… cuanta estupidez… estar aquí esta empezando a afectarme demasiado.
-Déjalo Edward, no lo entenderás de todas formas – hable sin dejar de buscar con la mirada, a alguien conocido al que saludar.
-Está bien, me callo, no quiero provocarte – añadió, haciendo con ello que volviera a fijar mis ojos en él.
-¿Sabes?, estas empezando a desarrollar un pequeña habilidad para sacarme de quicio.
-Bella, Bella, Bella – susurro mi nombre, mientras acortaba los pasos que lo separaban de mí - ¿Te ha dicho alguien alguna vez que te pones preciosa cuando te enfadas?
Adulador.
-¿Y a ti te ha dicho alguien alguna vez que esas armas que utilizas, pueden dejar de hacer efecto algún día? – susurre manteniéndole la mirada, que fuera similar a un dios, no significaba que no pudiera encararlo…
-Eres la primera – susurro exhalando su cálido aliento cerca de mi boca.
Hasta que hace esas cosas y lo único que siento es como mi cara se transforma en la de una tonta babeante, mientras bajo mis pies, todo empieza a temblar.
-Joder… - susurre bajo su sonrisa picarona.
Y luego el cabrón dice que no me provoca.
-Bella, Edward – grito nuestro nombre Emmett - Quiero presentaros a mis padres. Papa, mama, ella es la hermana de Rosalie.
-¿Tu eres Isabella? – pregunto una mujer, poco mayor a mi madre, a la vez que una entrañable sonrisa, se perfilaba en sus labios - Que ganas de conocerte por fin, tus padres nos han hablado muchísimo de ti.
-¿De verdad?
-Por supuesto, eres el ojito derecho de Charles – ¡anda!… que guardadito se tiene eso “Charles”.
-Querida, antes de decirle eso, debes presentarte – irrumpió de pronto un hombre, de edad parecida a la de ella – Soy Jack, el padre de este sinvergüenza – sentencio con un golpe seco en la amplia espalda de Emmett. Menos mal que conmigo, no tuvo ese gesto efusivo y se conformo con un simple apretón de manos.
Desde luego, no podían negar que eran padre e hijo, además, la estatura en compañía a la vigorosa corpulencia les delataba.
-No hagas caso de Jack, es más infantil que su hijo, que ya es decir – acometió ahora la mujer, de la cual sin duda, Emmett había heredado esos ojos azul eléctrico – Soy Susan.
-Encantada – conteste aún algo cohibida.
-Y este galán – bromeo Emmett golpeando el hombro de Edward - es mi futuro cuñado, y espero que acompañante de juergas – rio a la par que le giñaba un ojo al aludido.
-Soy Edward Cullen - saludo.
-Isabella, si no quieres que mi hijo lo pervierta, no le dejes salir mucho con él.
-Mama – protesto Emmett.
-Soy tu madre querido, pero eso no quita que no sea realista. Menos mal que conoció a Rosalie, ella supo domesticarlo bien.
-Y tan bien – añadió Emmett, causando las risas de todos.
-¡Benjamín! – grito el padre de Emmett. No podía ser, ¿porque ahora?
-Hola Jack, Susan – saludo el que en su día, iba a ser mi suegro - Emmett, felicidades hombre. ¿Dónde esta Rosalie? Aún no he podido felicitarla como dios manda – pregunto al futuro novio, tras darle un efusivo abrazo, quedando la espalda de este, frente a mi.
-Esta allí delante, con mi padre – decidí hablar, llamando con ello su atención.
-Eh… Oh Hola Isabella, cuanto tiempo sin vernos. ¿Cómo estas? – pregunto tras darme un beso en la mejilla.
-Muy bien señor Hale – respondí cortante, sin que pasara desapercibida, su mirada de superioridad.
El señor Hale y yo… jamás nos llevábamos bien, mi relación con él, era muy parecida a la que mantenía con mi padre, a diferencia que esta, me daba igual.
-No, no te había visto, ni siquiera sabía que vendrías esta noche – anda eso ya me sonaba más normal.
-Bueno, es lo normal, es la boda de mi hermana – era obvio que estuviera aquí.
-Claro – dijo serio, mostrándome el mismo semblante que su hijo la noche anterior.
Dicen que quien no se parece a su padre es un… Bueno, dejémoslo ahí, mejor será.
-Señor Hale, le presento a Edward, mi pareja – susurre al sentir con éste, pasaba su brazo por mi cintura, y me apretaba a su cuerpo.
-Oh… Vaya, encantado joven – y de nuevo esa mirada de superioridad que tanto me irritaba. Desde luego hay cosas, que ni el paso del tiempo cambia.
-Igualmente – respondió Edward, tras estrechar su mano – Bella, creo que deberíamos seguir saludando, la gente esta punto de sentarse a cenar – sugirió Edward, cumpliendo así las plegarias de mi mente, personas como el señor Hale, me recordaban porque nunca quise seguir los pasos impuestos por mi padre, y el porque, de mi pésima relación con él.
-Tienes razón. Señor Hale, señor y señora McCarty, ha sido un placer – sonreí todo lo cordial que me fue posible.
-El placer es nuestro querida, y por favor, llámame Susan, señora me hace sentir una cosa que no soy – sonrió gratamente, no como Benjamín, que permanecía impoluto con una línea recta formada por sus labios, similar a la de mi padre en muchas ocasiones. Esperaba que eso, no fuera contagioso, sino, el buen humor del señor McCarty, desaparecía por completo.
-Nos vemos luego chicos – pronuncio Emmett.
-Gracias – susurre a mi salvador, con voz casi inapreciable.
Quizás Edward desconocía la magnitud de mi agradecimiento, pero yo ahora mismo me sentía como un preso que ha sido indultado, a minutos de entrar en el corredor.
No me gustaba el señor Hale, nunca lo hizo desde que lo conocí con tan solo ocho años, justo al poco de mudarnos a la gran ciudad. Eran pocos los recuerdos que me quedaban de mi padre antes de esa edad pero, en todos ellos lo recordaba con una sonrisa, con una cálida mirada en sus ojos. Pero eso cambio, poco después de que se asociaran.
Se que es absurdo pensar que el motivo del cambio de mi padre se debiera a la estrecha relación con Hale pero…, me era inevitable pensar que su figura tenia algo que ver. Y los recuerdos de todas aquellas veces que tuve que interactuar con él, tampoco ayudaban a que pensara lo contrario.
¡Dios!, si aún tengo clavada la mirada de asco que recibí el día que se entero de mi compromiso con su hijo. Seguro que fue de los pocos que se alegro, cuando su hijo me abandono.
Varias incomodas presentación más, en las cuales tuve que soportar el típico “cuanto tiempo sin verte”, y el “estas guapísima”, las alrededor de cuarenta personas, tomaron asiento en sus mesas asignadas.
Un gran suspiro emano de mis labios, al comprobar que nuestros acompañantes de mesa, no serían los tiburones que trabajan mano a mano con mi padre, aunque si, el sector de secretarias de alguno de ellos, lo cual, no sabía que era peor. Al menos, mi prima estaba sentada con nosotros y me indicaba, aquellas miradas hacia Edward que pasaban desapercibidas ante mí.
Tuve que contener mi risa cuando, por equivocación, la rubia oxigenada de perfume dulzón que había justo frente a mi, se confundió de pie al que rozar, o el intento fallido de seducción de la pelirroja que estaba más a la derecha, la cual se dedico a mordisquear su dedo índice y a jugar con un mechón suelto de su lacio cabello rojizo, sin dejar de mirar a un cada vez más incomodo Edward.
Pobre, y yo que pensaba que estaba acostumbrado a este tipo de reacciones, pero por lo visto, no era así, pues su falta de hambre, sus continuos carraspeos cuando alguna de las mujeres en celo se le quedaba mirando más de la cuenta, o sus miradas suplicantes, me indicaban su incomodez.
-Edward – pronuncio la morena de nariz grande, sentada dos sillas más a la derecha de éste – ¿Te importaría pasarme el vino? – pronuncio con voz nasal.
Tuve que llevar la servilleta hasta mis labios para ocultar mi sonrisa, cosa que no hizo Alice, lo cual llamo la atención de Edward, dirigiéndonos con ello una mirada asesina a ambas.
Encima, ahora yo tendré la culpa de que lo miren.
-Claro – hablo todo lo educado que le fue posible.
-Te importa – alzo su copa ésta, para que Edward le sirviera, y tuve que morderme el labio para no echarme a reír nuevamente, tras el suspiro que éste emitió – muchísimas gracias – agito sus oscuras pestañas, a la ve que intento poner su mejor cara, la cara de toda una gata en celo.
Y yo creyéndome incapaz de seducir a un hombre.
-Le ha rozado la mano, lo he visto – susurro Alice en mi oído, matando una ligera sonrisa en el.
-Edward, ¿te importaría? … - moví mi copa en su dirección - yo también quiero un poco de vino.
-Claro amor, como va a importarme – mascullo entre dientes ligeramente irónico.
-Que te pasa cariño, ¿son muchas para ti? – susurre en su oído, mientras llenaba el contenido de mi copa.
Él no iba a ser el único que supiera provocar.
-A mi no me hace gracia.
-Como que ¿no?, pensaba que te encantaba ser el centro de todas las miradas.
-Muy graciosa, Bella – farfullo tras apoyar su espalda en el respaldo de la silla.
-¿Estas enfadado? – pregunte lo mas inocente que pude.
-Esa tía, acaba de rozar mi mano – trago saliva - aquella de allí, no deja de mirarme como si fuera comida – se estremeció ligeramente - y aquella otra, terminara desnuda como siga desabrochando más botones de su camisa, ¿cómo quieres que este Bella?
-Ellas no tienen culpa de encontrarte irresistible – ¡Bella!... – Bueno quiero decir que…
-Déjalo, entiendo que quieres decir – susurro con frustración.
Debe ser muy difícil ese de tener un físico perfecto, y atraer toda la atención, debe saturar bastante, pobre…
-No te enfades – volví a llamar su atención - tu eres un hombre cortés, el perfecto caballero andante, solo te falta el corcel blanco – reí ganándome con ello una tenue mirada furiosa – Esta bien, esta bien, ¿quieres que haga algo o diga algo…?
-Quiero que me saques de aquí, por favor – suplico mirándome expectante.
-Te aseguro que si pudiera, ya nos habríamos ido – susurre algo apenada, por él, por supuesto, yo me lo estaba pasando genial viendo la escena - Por cierto – la oxigenada volvió a la carga - es la segunda vez que la rubia confunde mi pie con el tuyo.
-¿Ves?, lo próximo que toque no será tu pie – dijo haciendo que me estremeciera.
-La pelirroja ataca de nuevo – susurro Alice, haciendo que centrara mi atención en la joven, portadora ahora de un tenedor, el cual se entretuvo en relamer sin dejar de contemplar a un Edward, cada vez más afligido con la escena.
¡Señor, que asco!
-Yo de ti marcaria mi terreno – volvió a susurrar Alice, poniendo la misma cara de espanto que seguro yo tenia.
¿Marcar mi territorio?, ¿y eso como se hace? A ver, conocía el ritual de los animales, pero, lógicamente, yo no me iba a poner a mear sobre el traje de Edward para indicar así que me pertenecía, entre otras cosas, porque tampoco me pertenecía, pero bueno, eso es algo que solo se yo no ellas.
Va Bella piensa, piensa algo rápido, o las que se acabaran meando encima de él serán ellas.
-Edward cariño, – puse mi mejor voz, y trague saliva antes de continuar - ¿te apetece que salgamos fuera a tomar el aire? – pase mi brazo por su cuello - ... aquí hace mucho calor y… - lleve mi mano libre hasta la abertura de su camisa, y acaricie sutilmente la piel descubierta con la yema de mis dedos, a la vez que mordía mi labio inferior.
¿Qué estaba haciendo?, aún no lo sabia, pero si él podía hacerlo frente a Jasper, ¿porque yo no frente al trió de lobas hambrientas?
-Claro – sentencio mientras sentí como el rubor iba tiñendo mis mejillas, a la vez que mis rodillas comenzaron a temblar, pero aún así, mantuve la mirada atónita de Edward.
-Vale – susurre cerca de su boca, inhalando así, su suave respiración.
Pero justo cuando me disponía a besarlo, para enrabietar a un más a la audiencia femenina, y por que no también, para sentir su cálida lengua enredándose con la mía, una voz, bastante conocida, me hizo mirar al frente, apartando así mis ojos de los de Edward.
-Buenas noches a todos – que coño hacia Renee, subida a un escenario – Solo quería agradeceros a todos vuestra presencia esta noche aquí, y la invitación por supuesto… – añadió causando la risa de todos los presentes.
-¿Quién a dejado un micrófono a la loca? – susurre aterrada, apartando mis manos del cuerpo de Edward.
-…Para Charlie y para mi, es todo un honor que querías compartir este momento tan emocionante de nuestras vidas, no todos los días se casa una hija…
-Tu madre se toma muy en serio lo de dar las gracias – susurro Edward en mi oído.
-No lo sabes tu bien – murmure completamente horrorizada, esto no va a salir bien, lo se…
-…La familia McCarty, es aquella que todo el mundo desea poder tener entre sus allegados, por eso, la alegría del compromiso es doble, ya que no solo nuestra hija se casa con uno de sus miembros, sino que además, Emmett, es un chico adorable que sabemos, va a hacer muy feliz a nuestra pequeña…
-Wow con tía Renee, vaya don de palabra.
-Si, solo le falta besar los pies de los McCarty.
-…Toda esta sensación de euforia, no es nueva para nosotros, como bien sabéis, nuestra hija mayor, Isabella, estuvo a punto de casarse con el hijo de los Hale, pero…, finalmente eso no pudo ser, por ello, nuestra emoción es doble…
-Bella – susurro Edward.
-Estoy bien, tranquilo – conteste sin dejar de mirar a Renee.
-…Bueno, no me enrollo más, simplemente quería dar las gracias en nombre mío y de mi marido, e invitaros a pasar al bar continuo a la sala, para continuar con la celebración…
-Bella…
Sentí como susurraba mi nombre Alice, mientras los aplausos, junto con los ruidos de las sillas, iban llenando el ambiente.
Edward y Alice siguieron pronunciando mi nombre, sin ningún tipo de respuesta por mi parte. No podía, simplemente no podía apartar mi mirada de el ahora, escenario vació, donde Renee, una vez más, tuvo que ridiculizarme.
¿Por qué tuvo que nombrarme?, es que no podía simplemente callarse, hacer como hasta ahora, centrarse solo en Rosalie y dejarme tranquila. No, estaba claro que Renee no iba a perder ninguna de las oportunidades que tuviera, para recordarme aquello que tanto me estaba costando olvidar.
-Estoy bien, de verdad – conteste mirando a ambos, los cuales me miraban con cara de preocupación – Voy un momento al baño, vuelvo en seguida.
-Bella…
-Estoy bien Edward, vuelvo ya – sonreí, o al menos lo intente, justo antes de darme la vuelta, dejándolos atrás, y traspasar la puerta de la sala acondicionada para la cena, dirección a,… a cualquier parte lejos de todos ellos.
Solo diré, que lo bueno se acerca

9 Sonrisas:
omg omg.... lloroo toy tan sensible jajajaj.. dios pobre bella aun que ya huviera superado esa situacion creo k momentos así te despedazan .. yo staria muerta como ella con coraje salir de ahi omg... pobre mi bellis.. pero vamo se k puedes jaja ahi veme hechandole porras jajaja.. fantastitico.. y alice guapisima jaja no se ve tan mala como imagine pero um um k plan tendra ella en la historia .. ancio leer mas.. jajaj por cierto bueniiisima la parte dond e bella saca a ed ajaj seduciendolo? jajajaj super me encanto haaa lo xtrañanaa ... strañaba ste fic.. ayyyy espero hay aotro pronto jojo... y mi almu k tengas muxo exito en tus examenes..
muak
almuuuuuuuuuuu
se ke tengo siglos sin escribir pero esta vez te dire como siempre un placer leerte en verdad de corazon espero que este año este lleno de bendiciones para tii besitos...
Me encanta este fic, (bueno me encanta todo lo k escribes)pero esta historia esta xulisisisima!!!
ojala k actualices pronto, me muero por saber si edward va en busca de bella y llegan a algo mas k una simple seduccion jeje bstss
mi almu!!!! me encanto el capitulo!! son de esos capitulos que no quiero que acaben pero no.. me toca esperar jejej
que linda foto de Alice muy guapa se nota que la relacion con Bella es muy buena, se sintio buena vibra!!!
mi bella celosa porque ella no ha podido sacarle nada de su vida personal yo tambien estubiera en las mismas.... para que le da tanta vuelta ..... se puso celosa
pero Edward ha pagado jejej y Bella se las ha cobrado ... la situacion no es para menos me doy cuenta que tambien para los hombres es muy incomodo que alguien se te este insinuando de esa manera y sobre todo que son varias jejej .... me mata Bella con eso de marcar territorio ... me acorde que una vez lo hice.. aveces es muyyyy necesario!! hay mucha lagarta suelta!!!
ahora si me saco de quicio Renne ...FUCK! no entiendo porque la tubo que nombrar que tiene en la cabeza.... ARGGGGGGGG ayyyyyy pobre de bella tener unos padres asi ni para que.........
espero que Edward la levante porque cayo y feooooooooo como dices mi almu viene lo mejor!!!!
Almu tengo como un año siguendo tus fic y es la primera vez que comento! Me encanta este Fic!! Lo amooo, cada que leo un capitulo me muero por que publiques el siguientee!!, me encanta My angel pero este es como una forma muy fresca de ver los personajes que tanto queremos, la trama es increible y amo tu manera de contarnos la historia! en fin!! seguire aqui quiza no comentando tan seguido pero que sepas que habemos muchaaaaas que te leemos aunque no comentemos tan seguido!
Wow estuvo genial... Dios es impresionante que mala Renee la verdad no entiendo porq le hace eso a la pobre de Bella menos mal q allí esta Ed para salvarla, q por cierto me quede con las ganas del beso para q picara a las zorras esas jajaja en fin quiero mas de este fic, la verdad ahorita preferiría q actualizaras mas seguido este q my angel y no por nada malo porq amo my angel pero es q no quisiera q se acabara tan pronto =( y siento q este aun le falta muchísimo mas... Bueno Almu Gracias por escribir estos fanfic que nos hacen fantasear un poco y q están tan bien escrito no se si ya te lo había dicho pero ahora no me gusta leer mas fic de otros siento q se quedan cortos en las descripciones y en las palabras y todo es por tu culpa y por tu excelente redacción eres mi preferida jajaja diras q melosa y cierto pero es q queria decirtelo!!! bueno nos leemos en otra actualizaciones cuidate =)
Almu!!!
No, a ver, lo de Edward es un misterio......es su trabajo y es normal que se guarde cosas, pero que cosas de guarda?? Almuuu, sé buena y ve contando cosas anda jejeje
. Alice y Bella que malas jeje, pobre Edward, que es irresistible jajaja
Aparecio Alice!! Y por ahora no hay nada oculto jeje, me cae bien la verdad. Por ahora me cae bien. No parece que tenga nada que ver con lo de Jasper, pero nunca se sabe..........igual es por parte de Jasper y no por la suya...jejeje, no sé que pensar con este tema, aun hay poca información para aventurarme
Lo del enfado de Bella.........normal jejeje, yo también me enfadaría la verdad
Las chicas de la mesa........ jajaja, eso ha sido buenísimo
Pero para eso está Bella marcando territorio, cada vez está más suelta eh! lo que hace Edward con ella.......esta no sé como acabará jejej
Lo de Renee no lo comento, que me enfado solo de nombrarlo, quiero pensar que no lo hace por mal, que lo hace sin darse cuenta, pero esta mujer necesita que alguien la espabile
Bueno.....que me ha encantado ya lo sabes jeje, siempre digo lo mismo, y además es verdad
Un besazo!!
Almu!!
Me encantaaa, pobre lo q le paso con Dimitri..pero parece q lo va superando.
Eso no se hace!!!!!!!!
Ains...Ahora q pasara!!??
Sii ya tenemos a la prima Alice con nosotras!!!!
Uff..el señor Hale, poco me ha gustado, un estirado en toda regla. Supongo q ya nos enteraremos de si tuvo algo q ver con el cambio de actitud de Charlie, o en la relacion de Jasper y Bella...Este tiene pinta de estar por ahi metido en algo..A ver si no soi yo q soi muy malaa!! :P
Los padres de Emmet unos amores como él! No se puede pedir más!
La parejita, nuestra parejita, aii como se enfadan y pican mutuamente! Tremendos! Me encantan!
Respecto al momento Renee al microfono, pobre Bella todo iba bien hasta q la nombró y nos la volvio a bajar a los infiernos..
Un besazoooo!!!!!
Siiiii, capi nuevo, con todo lo que lo estuve esperando!!!! Bueno parece que ya estan casi todos, aparecio Alice y no parece ser culpable de nada como haber traicionado a Bella, es mas parece que la infidelidad no es para ella, pero no se sabe, tal vez Jasper se dio cuenta de que estaba enamorado de Alice y por eso no se caso, meras especulaciones ya nos vamos a enterar.
Que perra que es Renee, tan vien que lo estaba pasando Bella y como para no con semejante Dios,
Por los demas tal y como uno se los imagina los padres de Emmett, unicos, y el señor Hale peor imposible, menos mal que no lo tuvo que soportar como suegro.
Ok solo me queda esperar al proximo.
Besos desde argentina con amor
Ahhh y Feliz 2011!!!!!
Y tú, ¿nos regalas una sonrisa?