Hola chic@s,
aquí os traigo el siguiente capítulo de Disturbia. Estamos en un punto de emociones al máximo y bueno, he intentado mantenerme en el nivel. Me he decidido por en Emmet pov, porque pienso que es necesario ver como se siente después de todo lo que ha sucedido. Al fin y al cabo, ha sido desde el principio del fic un personaje muy importante y no hay que olvidarse de él. Bueno, no me enrollo más, eso sí, al final del capitulo un agradecimiento especial.
Capítulo XLII- La luz que guía mi camino
Emmet Pov
Sentado en este sitio que siempre me trae buenos recuerdos, intento encontrar esa luz que me guíe en el camino. He pasado muchos momentos de mi niñez en este lugar, riendo y soñando. Y también ha sido mi refugio para las preocupaciones en algunos momentos de mi etapa madura, lugar donde he reflexionando sobre mi pasado, mi presente y mi futuro.
Cuando éramos pequeños, papá nos solía traer un par de veces al mes a este parque situado en el puerto de Chicago, el Amazing Chicago’s Funhouse Maze. Aquí Edward y yo disfrutábamos hasta el último de los minutos en sus atracciones, aprovechábamos hasta que cerraban el parque.
Corríamos de lado a lado y aunque teníamos nuestras atracciones preferidas, teníamos trazado un recorrido para no saltarnos ninguna de ellas, que acababa en nuestros lugares preferidos. Solíamos empezar por los espejos que nos deformaban y nos devolvían visiones divertidas de nuestros cuerpos. Me encantaba ver engrandecida la parte de mis pectorales y brazos, de manera que parecía un fortachón, y papá me decía que si quería conseguirlo tendría que acabar con toda la comida que me pusieran en el plato.
Nuestro siguiente objetivo era el túnel del arco iris, donde miles de haces de colores nos hacían abrir los ojos por el sorprendente juego de luces. A continuación íbamos a la mina psicodélica donde con una vagoneta nos transportaban a mundos mágicos que ni siquiera nuestra mente infantil era capaz de imaginar. Si había una cosa que nos mantenía entretenidos, eran las actuaciones de los payasos que había a lo largo del muelle. Siempre nos quedábamos enganchados viendo a algún payaso loco o torpe hacer de las suyas. Y nos reíamos de sus caídas y situaciones rocambolescas.
Pasábamos por todas las actuaciones y dejábamos siempre para el final nuestras preferidas. Edward se entusiasmaba por subir a la noria y aunque a mí me daba bastante respeto, siempre subía para que él no se riera de mí. La verdad es que desde allí arriba la visión era impresionante, se veía todo tan pequeño y parecía que podíamos tocar las estrellas con solo estirar la mano. Cuando bajábamos, íbamos a mi sitio mágico, al faro del puerto. Subíamos a la parte superior y nos enganchábamos a los cristales buscando algún barco que navegase frente a nosotros. Veíamos pasar a nuestro alrededor la luz que los guiaba y nos quedábamos totalmente absortos mirando al infinito. Creo que hasta que cumplí los 12 años, cada vez que me preguntaban qué quería ser de mayor, siempre respondía que farero.
Fue una gran influencia en mi vida este curioso faro. Pienso en los momentos vividos aquí y se forma la primera sonrisa en mi cara en las últimas horas: Momentos emocionantes en la edad infantil cuando buscábamos barcos en el infinito lago azul, momentos muy muy muy emocionantes en la edad adolescente, aún recuerdo que aquí perdí mi virginidad con Susan, y momentos muy interesantes en mi etapa adulta. Digamos que no he superado del todo mi etapa adolescente y aún traigo a alguna chica de la facultad por esta zona del muelle. Es lo que tiene ser la ONG del amor, que siempre hay que estar dispuesto al servicio del necesitado. Pero eso sí, nunca al lado del faro, ese es mi lugar íntimo para la reflexión. Siempre que tengo algún problema que no puedo sacarme de la cabeza me escapo aquí, al pie del faro, mirando de nuevo hacia el infinito. Solo que ahora no busco barcos, ahora busco una salida. Un camino a seguir.
Este lugar me llena de paz y consigue liberar mi mente para poder analizar las situaciones y encontrar la manera perfecta de afrontarlas. No es que suela venir muy a menudo, soy un tipo bastante simple que no suele verse en encrucijadas de la vida ni suele tener problemas tremendos, pero cuando vengo aquí, me siento como en casa. Y por eso estoy aquí hoy, buscando consuelo e intentando redirigir mis ideas.
He soñado miles de veces en traer a este parque de aquí al lado a mis hijos, al igual que hacía mi padre con nosotros. Justo la semana que viene había convencido a Bella para que paseáramos a Elliot por aquí. Es cierto que el pequeñajo es aún demasiado pequeño para poder disfrutar de las atracciones y actuaciones, pero estoy seguro de que hubiese captado la esencia del lugar. ¡Es imposible no captarla! Es una zona de diversión asegurada.
Y ya nunca será posible. La idea me destroza por dentro, todos mis instintos paternales, que no sabía que tuviese, estaban puestos en ese pequeñajo; en ese ser humano que era mitad de Bella y mitad de mi. No puedo negar que al principio sentí verdadero pánico al pensar que su vida podía depender de la mía, pero esa primera impresión ha cambiado totalmente. Todas mis intenciones están enfocadas en criar a mi hijo, aunque quizás debería empezar a dejar de lado esa idea.
Hace tan solo un par de horas mi padre nos ha reunido a Bella, a Edward y a mí para decirnos la noticia bomba: Edward es el padre de Elliot. Al oír esas palabras, pensé que se trataba de una broma de mi padre, pero viendo la situación y la seriedad con la que nos lo decía, he visto que realmente se trataba de una broma del destino.
Mi pequeño Elliot, el ser por el que cada día intentaba mejorar y ser una mejor persona, pasaba de ser mi hijo a ser mi sobrino. Mientras esa idea se iba instalando en mi cerebro, mi alma se iba partiendo en mil pedazos. Y al mismo tiempo que la angustia se apoderaba de todo mi ser, veía como la ilusión y la alegría se gestaba en mi hermano, apoyado en la pared enfrente de mí. Una sonrisa se dibujaba con sutileza en su cara al mismo tiempo que un nudo se formaba en mi garganta.
No puedo decir muy bien lo que pasó en esa sala, sólo quedan pequeños trazos en mi memoria de lo sucedido después de asimilar la noticia. No fui capaz de prestar plena atención a nada, estaba bloqueado ante esa idea y la angustia que me producía. Sólo recuerdo estar abrazado a Bella mientras los dos llorábamos y los brazos de mi madre dándome apoyo al salir de aquella sala.
Ahora mismo me encuentro a los pies del faro, apoyado en el capó de mi coche mirando al infinito y no sé ni cómo he llegado hasta aquí. Tampoco es que me importe mucho, sólo consigo pensar en lo injusta que puede llegar a ser la vida. Mi teléfono ha ido sonando a lo largo de la mañana, pero en estos momentos lo que necesito es aclarar mis ideas y asimilar la situación, así que ha sido mejor irlo dejando sonar. Necesito este tiempo para mí.
El lago me da esa sensación de paz, me muestra la grandeza de lo que nos rodea. Porque a su lado me siento tan chiquitin que las enormes preocupaciones que me rondan, empequeñecen y pierden importancia. Mirar al lago me permite evaluar objetivamente mis problemas y eso siempre facilita en el momento de tomar decisiones al respecto.
No sé cuanto rato llevo aquí, pero el sol ya ha pasado sobre mi cabeza y empieza a describir la segunda parte de su semicírculo. Va desapareciendo por mi espalda y eso me permite ver una sombra alargada que se extiende a mi lado. Cuando me giro a ver de quién se trata, me encuentro con una sonrisa triste.
Sin decirle nada, se acerca a mi lado con la mirada fija en la mía y me entrega una bolsa de plástico que carga en su mano. Cuando le quedan las manos libres coge impulso con ambas manos y se sienta a mi lado sobre el capó.
- Hola grandullón, ahí tienes unos bocadillos. Son tus preferidos: beicon con queso, cebolla y salchicha de Frankfurt. ¿Te llegará con dos? – y con esas palabras consigue sacarme de mi mundo de pensamientos y me devuelve al mundo real. Justo en ese momento las tripas me suenan recordándome que no he comido nada desde el desayuno de esta mañana.
- Gracias, lo había olvidado totalmente – le respondo intentando poner la mejor de mis sonrisas para sacarle hierro al asunto, aunque puedo ver en sus ojos que me tiene bien calado y no se cree este intento de actuación.
- Ya me imaginaba… te he visto tan concentrado mirando el lago que no sabía si interrumpir o no – me responde devolviéndome la sonrisa.
- Sabes que siempre eres bienvenida… - y me responde rápidamente
- Si, ya lo sé, pero bueno…te estuve llamando, y no me cogías el teléfono. Bueno, el caso es que supuse que tenías muchas cosas en las que pensar pero también pensé que a lo mejor te vendría bien algo de compañía. – En el fondo, ella me conocía tan bien como si fuese de mi familia.
- La verdad que me vendría bien un poco de compañía, creo que ya le he dado vueltas suficientes al tema, pero…. ¿Cómo me has encontrado Bella? – le pregunto con curiosidad - Yo que pensaba que este era mi sitio secreto.
- ¡Venga Emmet! Todos sabemos lo que te gusta este lugar. Además, veo constantemente como le hablas a Elliot del faro y ya le has regalado un peluche de un faro y un móvil para su habitación con muchos de ellos. ¡No me extrañaría que nuestro pequeñín se lance al mar en cuanto aprenda a andar!
- Bella, Elliot no es mi pequeñín ya. – Y esas palabras duelen solo de pensar. Una mueca mal disimulada se forma en mi cara y la mirada de Bella vuelve a oscurecerse con un deje de tristeza.
- ¡Venga ya Emmet! No me vengas con tonterías. Elliot seguirá siendo tu pequeñín. Es cierto que Edward es su padre biológico, pero tú tienes un sitio muy importante en la vida de Elliot y estas cosas no desaparecen de un día para otro.
- Ya… - El nudo en la garganta no me permite decir mucho más, las palabras se me quedan atoradas sin salida posible. – Yo solo… Elliot…
- Emmet, lo lamento muchísimo. De verdad que no sé qué más decir. Para mí ha sido una sorpresa tremenda. Pero lo que sí espero es que seas una referencia importante para él a lo largo de su vida. Espero que estés a su lado, a nuestro lado, disfrutando de todos esos momentos que nos quedan por vivir.
- Ojalá, Bella, ojalá… - Las lágrimas se empiezan a formar de nuevo en mis ojos pero intento evitar con todas mis fuerzas que se derramen – Pero yo ya no pinto nada…
- Lo pintas todo Emmet. ¿Qué puedo desear para mi hijo más que tener a un tío como tú? Estoy segura que habrías sido un gran padre para él, una gran figura a la que seguir y emular. Sólo fíjate lo mucho que te quieren todos los pequeñines de la familia, tanto Elliot como Emma se desviven por ti. Vas a ser el mejor tío que nadie podría desear.
- No Bella, yo… en el fondo me alegro. Estoy seguro de que Edward será mejor padre de lo que hubiera sido yo. Él… a veces es difícil, bueno, es bastante testarudo. Me he criado con él y sé de lo que me hablo, pero tiene un gran corazón y estoy seguro que se dedicará en cuerpo y alma a nuestro pequeño.
- Ya…- pero le corto y continuo sacando fuera todas mis dudas que me han carcomido por dentro todo este tiempo.
- Y además, ¿qué clase de padre podría ser yo? ¿Qué influencia le podría dar? Sigo siendo como un niño pequeño. Quiero decir… yo no le podría aportar gran cosa. Yo no podría ser un buen padre. Yo… - no me deja acabar.
- Emmet, eres una buena persona y te entregas al máximo con el pequeño, eso es todo lo que se necesita para ser un buen padre. ¡Claro que podrías ser un gran padre, no me vengas con historias! Todos tenemos nuestros defectillos, pero …bahhh, ¡no has matado a nadie!
- Bueno…. Yo maté…. – y ahí quedaron mis palabras. Y los ojos de Bella se abren mostrándome unas pupilas dilatadas por la sorpresa…
- ¿Quéeeee? ¿Cómo? ¿Me lo repites? – Su voz se vuelve aguda debido a mi comentario.
- Bueno, Bella, yoooo… era muy joven… yo… - me doy cuenta de lo que ella puede interpretar con esta frase e intento rectificar y que comprenda el significado real, pero los nervios me traban la lengua y me cuesta explicarle – Yo… cuando era pequeño me encantaban los pajaritos. Un día fuimos con mi padre a pasear por un parque cercano a casa y… mientras corría por allí me encontré un nido de pajaritos. Me hizo tanta ilusión que cogí a los pajaritos y los abracé con fuerza. Y … los maté.
- ¿Los aplastaste? ¿Mataste a los pobres pajarines? ¡Emmet, que bruto! Por un momento me has asustado…– y una carcajada sonora sale de ella – Yo.. jajaja.. pensaba… jajajaja tu … matar… – y con esas risas es incapaz de seguir hablando.
Y viendo a Bella desternillarse de risa encima del capó de mi coche ante mi historia infantil, no puedo más que unirme a ella y reírme de mi mismo.
Estirados en el capó mirando hacia las nubes que se van moviendo por el cielo azul que nos regala hoy Chicago, vamos contando historias de la infancia y riéndonos de travesuras e historias que van aligerando el ambiente. Bella es una chica tan especial. Es una persona tan sencilla y fácil, que parece que nos conozcamos de toda la vida.
Hablamos de mil temas de antes y alguno de ahora. Y acabamos volviendo al tema que me ha llevado hasta el faro. Bella me mira a la cara y me dice:
- En serio Emmet, estoy segurísima de que serás un gran padre, tiempo al tiempo. Es más, vas a ser tan buen padre como tío para Elliot.
- Gracias Bella, ahora me siento mucho mejor. Contigo resulta tan fácil hablar, tan natural… - y me centro en esos ojos marrones que me transmiten esa paz y serenidad.
- De nada grandullón. Has estado a mi lado en los momentos más duros, es lo mínimo que puedo hacer por ti. No sé que habría hecho sin tu apoyo todo este tiempo atrás. – Su semblante se pone serio y me mira con ternura
- No seas tonta pequeñaja, por ti haría lo que fuese… - Y sin pensarlo demasiado, me giro de lado y me acerco lentamente a sus labios. Bella no se mueve, se queda quieta mirándome a los ojos. Y mis labios por fin alcanzan los suyos y empiezan a jugar con ellos suavemente.
Bella me devuelve el beso con suavidad, y sus labios consiguen retirarme todo ese pesar que llevo sobre mis hombros. Mi mano se desliza por su cintura pasando por su brazo y al llegar a su cuello masajea suavemente su cuero cabelludo mientras acerco su boca más a la mía. Bella suelta un sueva gemido y coloca sus manos en mis antebrazos para sujetarse a mi. En ese preciso instante no hay preocupaciones ni sentimientos dañinos, sólo queda una tranquilidad que fluye desde ella hacia mi a través de ese dulce y suave beso.
Pero tal y como empieza, acaba. Bella se separa de mi y me susurra:
- Emmet, esto no está bien… esta no es la solución. Somos amigos y esto solo haría que complicar todo más aún. – Y una chispa de cordura vuelve a mi ser y me doy cuenta de que tiene toda la razón.
- Perdóname, ha sido un impulso. No era esa mi intención. Somos solo amigos, no quiero confundirte. No siento nada más por ti y creo que tu tampoco lo sientes.
- Grandullón, te quiero demasiado, pero como a un amigo – me sonríe y sigue – Ha sido un momento de confusión. Dejémoslo correr. No me gustaría que este mal entendido enturbiase nuestra relación. –Y sabiendo que tiene toda la razón del mundo, le contesto con mi sonrisa patentada de seductor.
- Si claro, ya tuvimos algún desliz anteriormente; ¡muy placentero por cierto! Y con la puntería que tengo, ya me dirás tu como le explicamos ahora al enano que su hermano podría ser también su primo. Vaya lío en el árbol geneologico familiar!
- ¡Idiota! ¿Pero quién te crees que soy? Ya conozco tus encantos y no estoy en absoluto interesada en volver a probarlos!– pero todos esos “insultos” no son más que una manera de pasar página y continuar con nuestra amistad.
Pasamos un rato más estirados en el capó del coche charlando de nuestras historias. En cierto punto Bella me muestra su preocupación por la actitud que podría tomar Edward ante esta nueva situación. Se le nota preocupada por las acciones que él pueda emprender y me confiesa alguna sutil amenaza que usó hace tiempo. Intento explicarle el punto de vista que Edward puede tener en toda esta historia pero ante todo le enseño la cara más tierna de él. Creo que no necesito demasiada explicación, todos hemos visto cómo actúa Edward con Elliot y su sonrisa en el despacho de mi padre al recibir la noticia no ha pasado desapercibida para ninguno de los dos. Está bastante claro que se ha encariñado con el pequeñajo y no me queda ninguna duda de que se hará cargo de la situación y que además lo hará maravillosamente. Bella parece más tranquila después de nuestra charla y me comenta que quiere tener una conversación con él para poner las cartas sobre la mesa.
Una vez nos hemos confesado los dos, le propongo ir a tomar una nube de algodón para celebrar que Elliot va a tener al mejor tío habido y por haber. Bajamos del coche y nos dirigimos hacia la feria enfrente del muelle cogidos del brazo. Un gesto cariñoso y de apoyo entre dos grandes amigos.
Nos paramos delante del puesto de las nubes de algodón y Bella escoge una nube de color azul inmensa para compartir entre los dos. Seguimos paseando por el muelle entre risas y historias cuando nos encontramos de frente a Edward, Rosalie y Emma. La pequeñaja al verme, se suelta de la mano de su madre y viene corriendo hacia mí. Así que suelto el brazo de Bella y tal y como viene corriendo, la recojo al vuelo, la levanto en el aire y le doy un enorme abrazo.
Edward y Rosalie se quedan enfrente de nosotros con el ceño ligeramente fruncido. Edward mira fijamente a Bella mientras que Rosalie nos mira a Emma y a mí. El ambiente se vuelve tenso por momentos, pero por suerte, la alegría que trae Emma consigo permite apartarla y aligerar el ambiente. La pequeñaja nos pregunta por Elliot y Bella le responde que está con Andrew y que quizás deberíamos ir yendo hacia casa.
Así que nos despedimos de los tres y nos marchamos de nuevo dirección hacia el coche. El camino de vuelta lo hacemos en silencio, este último encuentro me ha dejado con una sensación extraña en el cuerpo. Al llegar al faro, éste me ilumina y decido que ha llegado el momento de charlar con Rosalie para solucionar nuestros problemas y tratar de tener una relación normal como personas civilizadas. Y también, porque no, intentar convencer a mi hermano de que haga bien las cosas con nuestro pequeño y con su madre. Éste hermano mío tiene muy buen corazón pero a veces las formas le pierden.
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Pues, antes de marcharme, quería dar las gracias a alguien que sin saberlo me ha "prestado" una parte de su vida para escribir este capítulo. Vamos, que se la he robado! Espero que no le moleste. :)
He de decir, que desde el momento en que me lo contó supe que esa podría ser una vivencia de Emmet... porque al igual que el niño pequeño encerrado en cuerpo de adulto, esta loca tiene un corazón tremendo que no le cabe en el pecho.
Nunca he sido de hacer demasiadas demostraciones públicas de afecto, pero he de decir que en este caso no me equivoco al decir que en este Rinconcito de las chungas hay gente estupenda, entre ellas la susodicha. Me alegro tremendamente de haber dado ese paso para salir de las sombras y de estar por aquí compartiendo con vosotras.
Y bueno, volviendo a mi querida chunga, no sabes lo mucho que vales, no te lo imaginas, de verdad. Divertida, interesante, sincera, madura, tierna.... una tía genial! Ya tienes un huequecito en mi corazón. Bueno, que te voy a decir que no te haya dicho ya... :D
Y que conste que hoy no es San Ayyys! jajajja
Pues nada, me despido que ya van siendo horas. Nos leemos chic@s!
4 Sonrisas:
¿Soy la primera en comentar?....y eso que vengo tarde. Pues el capítulo esta genial, no lo entiendo :-S.
Bueno voy al lío.
Emmett pov, necesario, mucho porque entre todas hemos echo que de éste un personaje muy importante en la historia. Me ha gustado leer la cara reflexiva de Emmett, si hasta los niños mas grandes la tienen, y mira, de paso hemos visto como su afición por la comida le nació gracias a su padre, y que desde pequeño ya tenia obsesión por sus músculo XD.
Me da pena Emmett, creer que tiene un hijo, hacerse ilusiones, leer como él mismo dice que cada paso que daba le llevaban a intentar ser mejor padre :-[. No era su momento, eso no quita que no sirva, puede ser como un niño grande en algunas actitudes, pero esta sabe estar ahí, y ponerse serio cuando debe hacerlo..
Me quedo con una cosa que le ha dicho Bella...
"Emmet, eres una buena persona y te entregas al máximo con el pequeño, eso es todo lo que se necesita para ser un buen padre"
No se necesita más, y él a demostrado que cuando le toque, será un padre extraordinario. De momento, que aprenda a cambiar pañales con su sobrino XD...
El momento "yo mate" ;-D, me he imaginado al loco corriendo al nido de pajaritos, pobrecitos míos, murieron estrangulados contra su cuerpo :-[, y seguro que ya desde pequeño apuntaba maneras a los músculos de ahora....pobres pájaros :-[, yo de Bella me andaba con ojo, no vaya a ser que se emocione con el niño, y se lo ahogue :-S...
Ese beso...claro momento de confusión por parte de ambos. Han sabido frenarse a tiempo, ya bastante liadas tienen la vida para liarla más, aunque un momento de pasión lo tiene todo el mundo pero..., están mejor como amigos. Mejor que sigan así, luego todo se puede complicar, ya lo hizo una vez, ¿porque no otra?...mejor como están...
¿El innombrable tiene corazón?, no lo dudo, pero de momento sigue cagandola, ¿que hace con Rose?...¿otra vez han vuelto a quedar?...estos dos parecen como el perro del hortelano, ni comen ni dejan comer...
Haber si se sientan los cuatro ya de una vez y hablan, que son mayorcitos ya para seguir jugando...
Lo repito. Genial el capítulo, muy bueno, no tengo más que decir, porque no hay más ;-)
MI Ayyys plasmaste genialmente lo que siente Emmet en toda esta situacion!!! ese dolor y como no...si se habia encariñado bastate con el pequeño!!
me dio pena por el!! pero me gusto que Bella haya ido a buscarlo buena intencion mi ayyys ... Emmet estubo con ella hasta el final, era lo justo que ella hiciera lo mismo .... cuando lei el momento del beso que??? asi me quede pero cuando iba leyendo que me ha encantado de verdad que si!!!! despues que Bella intento explicarle que entre ellos existia una hermosa amistad!!
y en el momento que se encuentran a los inombrables XD es que Rosalie me cae mal ... la verdad no se que demonios hace con ella XD pero asi le das juego haber que hace nury porque quiero un pov de Edward!!!!!!
me ha encantado!!! mi ayyys!!! a ahora sigue el mio!!!!!
que cosa tan mas loka XD espero que les guste!!!!
ayysss.. mi querida cris... me ha encantao estuvo genial, que bueno que escribiste de emmett como dices es una parte importante en el fic.. y dejarlo asi como asi pues no es lo correcto... cuando decia que no a tomarlo tan mal emmett no me referia a que no se sienta triste ni mal... creo que es claro que tienen que experimentar mil sentimientos...me gusto muxo las palabras que utilizaste y el sentimiento que le pusiste creo por la historia que utilizaste se sintio tan real.... y con lo del beso que bueno que no paso a mas jaja creo k es algo k en un conflicto asi la gente suele dejarse llevar... y el final.. uff.. k carajos hace ahi edward despues de k bella le dice lo k rosalie le hizo .. de verdad no entiendo a edward... se k tiene sus sentimientos pero ni por saber la verdad tiene el valor para solucionar sus problemas solo ve el de los demas puf.. que enojo.. e igual que almu pienso que aun no es tiempo que lo tenga facil..
jeje bueno stuvo super genial cris... !
Ya estoy aquí!!
Siempre que te comento te digo lo mismo, pero es la verdad, me encantan tus capítulos :-)
Suelen ser reflexivos, tienen unas frases geniales. Y Emmett ya tocaba!! Es un personaje importantísimo en esta historia, y lo que le ha pasado con el niño es una faena :-[
Pero bueno, se ha comportado como un verdadero padre y se que a la espera de que Edward se comporte como tal (porque no, no se ha comportado aún, sigue siendo el innombrable), el lo seguirá siendo para Elliot. Muchas veces padre no es el de sangre, es el que lo demuestra.
Me ha encantado lo que le ha dicho Bella, y sé que si Emmett le deja claro a Edward las cosas, va a ser un momento genial. En este fic Emmett demuestra mucha más madurez que Edward.
Y nadaaa, que me ha encantado!! como siempre. Transmites todo perfectamente, le das la importancia a Emmett que se merece, lo del faro, las vivencias infantiles........precioso. Encima lo de Bella, lo del beso, también me ha gustado, esas cosas pasan.
Y encima lo has mezclado con humor, que parecía imposible con como están las cosas :-S, muy bueno eso de los pajaritos, aunque pobres!! yo soy Emmett y me crearía un trauma!! si ya decía yo que el pobre tenía alguna tara, yo creo que es por eso jajajaja
La última parte.......lo de Edward y Rosalie....por ahora por mi que desaparezcan los dos ;-D. Ay mi Edward!!! si yo sé que dentro de el está escondido mi Edward, solo es cuestión de que lo vayamos sacando a la luz poco a poco, por ahora hay que ser duras con el }:-]
Nada más!! Genial!
Un besazo!
Y tú, ¿nos regalas una sonrisa?