A le, aquí os dejo el capítulo 44 de Disturbia. Hoy con un leve retraso, pero Nuri esta malita, y a insistido en terminarlo porque no quería dejaros colgadas. Si es que es una santa la Nuri, no pero de verdad que tiene mucho merito, todas las que hemos escrito estando mal físicamente, lo sabemos…
Bueno no me enrollo más y os dejo con el capítulo, creo que estareís conmigo en que este pov, es muy esperado…
Capítulo XLIV - Lecciones
Edward Pov
Una y otra vez. ¿Cómo hacer cuando te das cuenta de que te equivocas una y otra vez? Sin descanso, sin tregua. Si te crees maduro y correcto, ¿cómo haces cuando te das cuenta de que no es así? Cuando te das cuenta de que no eres perfecto, cuando la realidad viene a tus ojos sin avisar y te dice uno a uno todos los errores que has cometido. Te das cuenta de que has sido egoísta y terriblemente imbécil. Y no una ni dos veces. Una y otra vez.
Lo peor de todo es cuando me convenzo de que por más que sea consciente de que me equivoco y me he equivocado, sé que con eso no gano nada. Cuando alguien mete la pata tanto como yo la he metido, no se arregla pidiendo perdón ni reconociendo errores. Sentir el peso de tus errores sobre tu cabeza y saber que no puedes hacer nada, que lo único que puedes hacer es seguir adelante, intentando no añadir más fallos a esa interminable lista. Esperando que la gente a la que has dañado vea algún atisbo de arrepentimiento en ti, algo bueno entre tanto malo. Porque cuando se hace algo esperando una recompensa a cambio, aunque esa recompensa sea un perdón, ese algo pierde su valor.
Todos esos pensamientos se me vinieron encima con una simple frase.
Los resultados indican que con un porcentaje del 99.99% el señor Edward Anthony Cullen es el padre biológico del menor Eliot…
Una simple frase que iba a cambiar mi vida. Supongo que cualquier persona que se ponga en mi lugar sentiría lo mismo que yo, una mezcla de alegría, confusión y tristeza. Alegría por mí mismo, confusión por lo surrealista de la situación y tristeza por mi hermano. Pero yo tenía algo añadido que yo solo me había buscado, y era la certeza de saber que aquellos a los que había dañado no eran mi sobrino y su madre, eran mi hijo y la madre de mi hijo. A veces no importa a quien dañas, sino el hecho de hacer daño a alguien, sea quien sea. Pero con esas palabras que me decían que tenía un hijo, el peso de mis actos llegó con una fuerza que no sabía si iba a soportar.
Aquello me abrió los ojos, me di cuenta de muchas cosas, cosas que antes me negaba a ver. Mi cabeza era un remolino, y mi corazón una mezcla de sentimientos. Elliot, Bella, Emmett. Esos nombres retumbaban en mi mente.
Salí del hospital hecho un lío. No era solo el acabar de enterarme que tenía un hijo, ni que ese hijo hace unas horas era mi sobrino, sino que todo aquello era una situación que en el fondo sabía que era mi culpa. El error de los análisis no, pero todo lo demás, aquella espiral donde nos habíamos metido todos, tenía un origen. Yo. Sabía que el único que no había sabido manejar la situación había sido yo.
Pasé unos momentos que no se si fueron segundos, horas, días o meses, pero no sabía ni lo que hacía ni donde estaba. Sólo podía pensar, pensar en cosas que no me llevaban a nada, solo en que tenía un hijo y había empezado mi paternidad con muy mal pie.
Rosalie llegó a mi casa con Emma, supongo que querría pasar unos momentos conmigo y distraerme. Emma siempre lo conseguía, pero la presencia de Rosalie no hacía más que confundirme, a veces sentía que era un error más que añadir a mi lista.
Nos encaminamos a dar un paseo por el muelle y todo iba bien hasta que nos encontramos con las dos personas que formaban, para bien o para mal, parte de mis problemas. Emmett y Bella. Mi hermano y la persona con la que más sentimientos encontrados tenía. Allí estaban ellos, parecían tranquilos. ¿Y yo? Yo estaba hecho polvo. No podía evitarlo, sabía que estaba siendo egoísta, pero no podía evitar pensar en que no entendía como ellos podían pasar el tiempo juntos y yo me tenía que comer todo solo. ¿Por qué ella no confiaba en mí como lo hacía en él? Sabía la respuesta a esa pregunta, estaba clarísima, no confiaba en mí porque yo lo había hecho todo mal. Pero una vez más, preferí pensar en mí y engañarme a mí mismo.
Pasamos unos momentos con ellos llenos de incomodidad y una sensación extraña por mi parte. No me gustaba demasiado ver a Bella con Emmett y era algo que no llegaba a comprender, sería un enigma más que unir al caos que era mi vida. Bella. Ese tema era algo pendiente, pero tendría que esperar, no me sentía con fuerzas de aclarar esa parte de mi huracán mental.
Rosalie, Emma y yo seguimos paseando, y hubo alguna que otra risa por mi parte, Emma siempre conseguía eso. Pero nunca logré evadirme de todo lo que me estaba pasando.
Después de una tarde juntos, llevé a las dos personas que más me habían acompañado en el último año a su casa. Rosalie acostó a Emma en su cama, y yo no sabía lo que vendría después, no sabía que decirle. Pero ella me dio una lección de saber estar y tuvo la primera palabra.
- Edward, no quiero decirte nada en este momento porque diga lo que diga no te va a servir de nada. Solo quiero que sepas que soy consciente de que los dos necesitamos un tiempo para reflexionar, tu sobretodo, y no voy a ser yo la que cree un problema más en tu vida. En los últimos días he tenido comportamientos de los que no me siento muy orgullosa, alguno de ellos con Bella, y sé que tu sabes de eso aunque no me hayas dicho nada, asique necesito pensar. Quizás no tanto como tú, pero lo necesito.
- Sabes que siempre voy a estar aquí. – Era mi amiga y la persona que más me había apoyado en los últimos tiempos.
- Y yo aquí, ante todo somos amigos, eso es lo más importante. Si hay algo más………ya habrá tiempo para pensarlo, ¿no? Creo que hay cosas más importantes en estos momentos.
- Gracias.
- No tienes porque darlas, en realidad esto es algo que hago también por mi misma. De verdad que lo necesito. Siento que estoy fallando en algo, y necesito pensar en ello.
- Yo siento lo mismo. – Y no sabía hasta que punto.
- Para eso nos hemos acompañado siempre, parecemos almas gemelas, siempre sufriendo juntas -rió- tú y yo sabemos la relación que tenemos, y sabemos que no hay ningún compromiso.
- Ahora seguir con esto sería un error, no tenemos claro nada.
- Exacto Edward, creo que estamos en la misma sintonía. Ve a descansar, y recuerda que yo siempre estaré aquí, para todo lo que necesites.
Después de esa conversación que parecía ser una luz entre tanta oscuridad, algo resuelto entre tantos problemas, me refugié en mi casa. Emmett llegó en medio de mis reflexiones sin sentido, y en el momento en que lo vi me di cuenta de lo egoísta que era, había pasado todos esos momentos pensando en mi, ¿y mi hermano?, no podía imaginar lo que estaba sintiendo mi hermano.
- Hola Emmett.
- Hola Edward, ¿puedo pasar?
- Claro, ¿desde cuándo preguntas eso? – solo con ver a mi hermano ya lo notaba extraño.
- Desde que tengo un hermano un poco imbécil.
Emmett se adentró en mi casa y se sentó tranquilamente en el sofá, a continuación empezó a habla sin dar opción a respuesta.
- Edward, voy a ser claro y directo, sin rodeos. Tu eres mi hermano, Bella es una amiga a la que adoro y Elliot es………..mi sobrino, al que evidentemente quiero como mi hijo. Y yo soy yo. Somos tres personas y un bebé. Tres personas que nos hemos visto envueltas en algo que nos ha sobrepasado. Y un bebé que no tiene la culpa de nada. Las cosas han cambiado y yo nunca pensé que necesitarías una charla seria conmigo, soy el hermano menos centrado supuestamente, pero la necesitas.
- Emmett…
- Déjame hablar. Cuando era pequeño, presumía de hermano como no presumía nadie. Después fuimos creciendo y yo lo seguí haciendo. Porque lo merecías, siempre has sido para mí el hermano ideal, un ejemplo a seguir, confieso que a veces me avergonzaba de mi mismo al ver lo que tu llegabas a conseguir y yo no me creía capaz. Nunca te he envidiado, todo lo contrario, me consideraba mejor por tener un hermano como tú. Un hermano que siempre me ha apoyado, que siempre ha demostrado lo buen tío que es. Sé que sigues siendo un tío genial, pero últimamente eso está demasiado escondido Edward. Nunca me vas a defraudar pero no hagas que me pregunte porque de admiro tanto. Debería estar claro, como siempre ha estado.
No sabía que decir en ese momento, y cuando intenté hablar el volvió a impedirlo.
- No he terminado. Es una situación muy dura la que vivimos. Puedo ser el grandullón de todo el mundo, el inmaduro, pero lo estoy pasando mal. Y tú me conoces y sabes que es así. Y yo te conozco a ti y sé que lo estás pasando fatal, no solo ahora, sino desde que empezó todo esto. Pero siento que no lo has sabido llevar, tú no eres así. Es hora de que dejes claro porque siempre has sido mi ídolo y actúes como Edward Cullen, el hermano centrado. Bella es una de las mejores personas que he conocido, y sé que en el fondo lo sabes. Ha hecho cosas que a lo mejor no parecen correctas, pero lo son, porque tú no le has dado otra opción. Tú mismo la empujaste a marcharse, y tú estás haciendo que se siga alejando, aunque ya esté con nosotros, no lo está, tú la alejas. No soy tonto Edward, sé que tú no quieres esto.
- Claro que no lo quiero.
- ¡Pues haz algo! Sé que puedes hacerlo, sé que puedes llegar a ser el mejor padre del mundo, el mejor compañero para Bella, sea en el sentido que sea, el mejor en todo lo que te propongas. Deja de pensar en lo que has hecho mal, abre los ojos e intenta arreglar esto. Te lo digo por ti, por Bella, por Elliot y por mí mismo. Nadie tiene la culpa de esto, es cierto que te has equivocado, pero pensándolo no vas a lograr nada. Asique sal de aquí y empieza desde ahora mismo a dejar de ser el Edward capullo que no me gusta nada.
- Sé que tienes razón, pero no sé ni por dónde empezar. Estoy perdido Emmett.
- Pues encuéntrate.
- Muy gracioso.
- No estoy de broma. He dicho que dejes de pensar y actúes. No pienses en que estás perdido, encuéntrate. No pienses en que te has equivocado, soluciónalo. No pienses en que te alegras de ser el padre de Elliot, simplemente disfrútalo. A veces ser tan atolondrado como yo, como dice mamá, tiene sus ventajas, no pensar demasiado es bueno. Deja de pensar por una vez en tu vida y haz lo que tengas que hacer, haz lo que mi hermano Edward, el héroe de mi infancia, haría. Si haces eso, sé que nunca más tendré que preocuparme por Elliot y Bella.
- Gracias – no tenía más que decir.
- Has empezado bien. No te has comido mucho la cabeza con la respuesta. Gracias, está bien, me conformo.
- Eres el padre que merece Elliot – claro que lo era.
- Ahí ya no me estás haciendo caso. ¿Yo sería un buen padre para el pequeñajo? Puede que sí, pero no lo soy. Tiene otro que si se lo propone puede ser un padre fuera de serie. Y yo siempre estaré ahí. Estoy jodido tío, no te lo voy a negar, pero no gano nada así, igual que tu no ganas nada estando como estás.
- ¿Cómo estoy?
- Como un mártir. Te conozco perfectamente, se que sabes que te has equivocado, pero lo único que te hace eso es herir tu orgullo. Deja de pensar en ti mismo, porque sé que no eres así, y date cuenta de las cosas, pero de verdad. – dijo Emmett con un dedo apuntando hacia mi pecho.
- ¿Qué hago?
- ¡Nada! Simplemente no hagas nada. Déjate llevar, disfruta de tu hijo, sé que te morías porque lo fuera. Y disfruta de Bella, he visto tu cara hoy en el muelle – Emmett movía las cejas insinuando algo que prefería no saber.
- No sé lo que está pasando por tu cabeza, pero olvídalo.
- Mejor será que olvides tu otras cosas si lo que yo sospecho entre tú y Bella es cierto…..
- ¿Qué tengo que olvidar? – no entendía nada.
- ¡Nada! Que Bella sabe cuál es el hermano mejor dotado. Yo, por supuesto. Lo demás…..son cosas sin importancia y que han muerto donde han empezado – dijo con una sonrisa de oreja a oreja y con cara de no haber roto un plato en su vida
- Que bestia eres. Tanta seriedad ya me estaba extrañando. – Emmett siempre será Emmett.
- Entonces, ¿todo olvidado?
- ¡Pero que tengo que olvidar! ¡Quieres hablar claro de una vez! – me estaba desesperando.
- Tienes que olvidar esas cosas sin importancia…..para ti, para mí la ha tenido, pero fin de la historia. ¿Amigos?
- ¿Te has vuelto loco?
- Amigos entonces, todo olvidado, te quiero hermano, dame un abrazo.
- Algo me dice que no quiero saber el porqué de todo esto, ¿me equivoco?
- No Edward, para nada te equivocas, ahora invítame a algo que es hora de cenar. ¿Hace una noche de chicos?
- ¿Noche de chicos? Deja de ver series con Emma.
- Noche de chicos, si, noche de chicos, es algo muy masculino – dijo mi hermano como si fuera algo evidente.
- Pues venga, noche de chicos, prepararé algo para cenar.
No me había marchado a la cocina cuando Emmett me agarró del brazo y se acercó a mi para decirme algo que necesitaba.
- Ante todo nunca te olvides, que siempre estaré aquí. Sé que vas a saber hacerlo todo perfectamente, pero si alguna vez necesitas un cable, no tienes más que pedírmelo.
Nos fundimos en un fraternal abrazo durante unos minutos, un abrazo que necesitaba, que necesitábamos los dos. Unas lágrimas se escaparon de mis ojos evidenciando todo lo que estaba sintiendo, toda la situación me seguía agobiando, pero sabía que a pesar de todos mis errores, mi hermano siempre sería eso, mi hermano.
- Venga tío, dejemos de lloriquear y haz algo que me muero de hambre.
Pero no me dejó ni llegar a la puerta de la cocina, me volvió a interrumpir.
- ¡Oye Edward! Siempre estaré aquí, pero si llegas a seguir escondiendo tus cualidades y le haces daño a Bella o a Elliot, te cortaré algo que haga que en vez de seguir teniendo noches de chicos, sean noches de chico y chica, ¿me has entendido?
-¡Perfectamente! – le grité.
- Me alegro, aun así, seguiré estando para ti, mira todo lo que te quiero.
- ¡No esperaba menos de ti!
Aquella noche nos la pasamos acompañándonos, siendo los hermanos que hacía tiempo que no éramos. Olvidándonos un poco de todo, ya mañana sería otro día. Necesitaba volver a ser yo mismo, y recuperar mi complicidad con Emmett formaba parte de eso. Me había dado una lección, mi hermano pequeño al que siempre tenía que enderezar un poco, había hecho que abriese un poco más los ojos.
No tenía más que hacer que bajar la cabeza ante él y reconocer que yo, que me sentía invencible y el hombre correcto, tenía mucho que aprender de mi hermano.
Después de ese día decidí empezar de nuevo, disfrutar de mi hijo y no pensar en nada más. No pensar ni siquiera en enmendar en mis errores, solo en no seguir cometiendo más. Y ya vería lo que me depararía el futuro.
Los días fueron pasando y yo poco a poco pasaba más tiempo con mi hijo. Mi asignatura pendiente era Bella. Nuestra relación era cordial, pero fría y distante. Manteníamos una máscara de indiferencia por el bien del niño, pero yo sabía que algún día teníamos que explotar.
Aquel momento llegó un día en el que fui a pasar la mañana con Elliot. Iba dispuesto a hablar con ella, pero tuvo que salir y vi mis esperanzas de aclarar las cosas totalmente frustradas. Encima, para empeorar todo aun más, habíamos tenido unas palabras bastante subidas de tono.
La mañana transcurrió tranquilamente con Elliot, cada día me alegraba más de que fuese mi hijo, aunque esa palabra todavía la sentía grande para mi, y solo por eso tenía ganas de seguir adelante y encontrarme a mí mismo de nuevo. Andrew estaba en casa de Bella, pero yo ni reparé en él, solo era capaz de aprovechar los momentos que podía pasar con el niño, que dada mi situación con su madre, eran escasos.
Después de jugar un rato con mi pequeño, se tomó el biberón y lo acosté a dormir. Pero él no estaba dispuesto a ponérmelo fácil. Intentaba tranquilizarlo pero no había manera de conseguirlo. Y dado que los niños no vienen con manual de instrucciones, decidí seguir mi instinto.
Acerqué su pequeño cuerpo a mi pecho, le acaricié la cara y lo sentía más mío que nunca. Recordé una canción que solía cantarnos mi madre a Emmett y a mí, y con un cuidado que no creía posible en mí, se la canté lo más bajito que podía. Poco a poco se fue quedando dormido y era en esos momentos cuando yo me relajaba más, cuando veía como dormía. A veces los adultos queremos ser como bebés, dormir si preocupaciones, sin ningún pasado a nuestras espaldas que nos ahogaba.
- Se ha quedado dormido – la voz de Bella me asustó y di un pequeño salto que mi pequeño notó al momento – no, no te muevas, si tú te quedas tranquilo, el se quedará tranquilo – el pequeño volvió a cerrar los ojos lentamente – ya se está volviendo a quedar dormidito, déjalo en la cuna.
Lo dejé despacio en la cuna y por fin me atreví a hablar, siempre me costa muchísimo entablar una conversación con Bella.
- Siento que me falta tanto por aprender.
- Y a mí también, pero cada vez falta menos para convertirme en una madre digna – rió.
- Eres una madre estupenda – le confesé, y el silencio se instaló entre nosotros como tantas otras veces.
- Oye Edward, he pensado en lo que me dijiste de hablar y creo que tienes razón, pero aquí no creo que sea el lugar adecuado, con Andrew en la otra habitación y el niño durmiendo.
- ¿Crees que Andrew se podría quedar un momento con el niño?
- Ya te dije que era perfectamente capaz.
- Pues vayamos a un sitio más tranquilo entonces.
Los nervios se apoderaron de mi cuerpo. Tenía muchas ganas de esa conversación, pero eso no quería decir que estuviese preparado. Dejamos al niño con Andrew y nos dirigimos a mi casa, allí podríamos hablar tranquilos y sin interrupciones.
El camino fue silencioso, pero una vez allí no se podía postergar más el momento.
- Bueno, tú dirás, tu tuviste la idea de hablar, asique ten el honor de empezar – dijo Bella.
- Si quiero que esta conversación sea sincera, tengo que empezar por confesar que no sé qué decir.
- Buen comienzo – una sonrisa se asomó a sus labios – pues yo si sé qué decir. Tenemos un hijo. Y creo que con eso ya tenemos suficiente por dónde empezar, ¿no?
- Más que suficiente. Bella, no te voy a decir lo siento porque creo que no consigo nada.
- No, no lo consigues – dijo muy segura.
- Me alegra de que empieces tan directa.
- Y te diré porque empiezo así. No ganamos nada con lamentarnos, ni con pedir perdón, ¿qué vamos a decir?, ¿qué vamos a empezar de cero?, ¿cuántas veces hemos dicho eso? Y mira como hemos acabado.
- Me acuerdo de cada vez que hemos hablado, de cada conversación que hemos tenido, y sé que muchas veces quedamos en empezar de cero.
- ¿También te acuerdas de que después de una de esas conversaciones me dijiste que era una loca que se acostaba con dos hermanos? ¿Qué me trataste peor que a una mierda? – estaba sacando todo lo que llevaba dentro y no la culpaba, yo solo podía bajar la cabeza y asumir que tenía razón en todo lo que decía – Mira Edward, hubo un tiempo en que pensé que tenías razón, que lo había hecho todo mal y que yo era una basura, pero ¿sabes qué?, ya no lo siento así. Ahora estoy segura de que llevé lo mejor que pude la situación, quizá no fue lo mejor marcharme, pero ya pedí perdón por eso y creo que tengo excusas suficientes.
- Yo ahora no te estoy reprochando eso – atiné a decir.
- ¡Pero lo has hecho! Y quiero que quede claro que si me fui fue por tu culpa, y cuando llegué, ¿con que me encontré?, con más rechazo de tu parte. Yo no sé lo que pasa por tu cabeza Edward, pero yo he hecho las cosas lo mejor que he podido. Es cierto q ue cometo muchísimos errores, pero siempre pienso muchísimo lo que hago porque hay un niño que depende de mí. Y Emmett ha sido genial, lo ha llevado perfectamente todo. Hubiese sido un gran padre….
- ¿Y yo no lo voy a ser? – susurré sin intentar mostrar mi vulnerabilidad ante aquella frase que tanto me había dolido.
- Yo no he dicho eso, vi tu sonrisa cuando supiste que eras el padre y solo con eso sé que tienes buenas intenciones. La verdad es que me ha sorprendido……..
- ¿Qué te ha sorprendido? ¿De verdad me estás diciendo eso? ¿Crees que no me iba a alegrar? ¡Llevo un año pensando en que ese niño podría ser mi hijo! Claro que lo quiero Bella, da igual que fuese una sospecha, desde el momento en que supe que había una posibilidad ya lo quería. Si a un padre le dicen que hubo un error en el hospital y su hijo no es su hijo, ¿cómo crees que se sentiría? – hubo un silencio por su parte – y si todo se da la vuelta y al final resulta serlo…..¿ese padre no se iba a alegrar? No tengo un corazón de piedra.
- Ya lo sé, pero a veces lo disimulas muy bien.
El silencio se instaló entre nosotros de nuevo y yo solo supe decir lo único que se me ocurrió, no había más palabras.
- Lo siento – susurré.
- Edward, esto no vale la pena. Es más de lo mismo. Empecemos de nuevo pero no como siempre. Tenemos un hijo y eso cambia las cosas. Está claro que tú y yo no podemos tener una relación de amigos normales, pero por lo menos intentemos llevarnos bien. Yo no voy a seguir machacándote por tus errores, me parece algo inmaduro. Lo hecho, hecho está. No te voy a decir que lo he olvidado porque no es así, simplemente no voy a hacer leña del árbol caído, eres el padre de mi hijo y lo único que me interesa es intentar olvidarlo todo y poder hablar contigo normalmente, sin problemas ni tabúes.
- Parece que últimamente la gente no hace más que darme lecciones – reí, intentando suavizar la situación.
- ¿Las vas aprendiendo?
- Eso intento. Como intentaré seguir adelante. Quiero a Elliot y lo único que me interesa es ser su padre, poder empezar de cero en mi vida, y olvidar el pasado en la medida de lo posible.
- Buena decisión.
Sabía que con Bella me había equivocado mucho, no sería fácil arreglar todo lo que había hecho, pero por lo menos con mi hijo podría hacerlo bien, ella me estaba dando una oportunidad de hacerlo.
- Bueno….entonces hablemos de todo lo que tiene que ver con el niño. Visitas, apellido, tema económico…- dije
- En realidad no hay mucho que decir. El tema legal lo podríamos empezar a ver mañana, y bueno, las visitas por ahora podríamos dejarlas como tú quieras. El niño es muy pequeño todavía para andar de un lado para otro, asique podrás venir a verlo a mi casa siempre que quieras.
Y así seguimos toda la tarde, hablando de mil cosas, siempre relacionadas con el niño. Bella quería buscarse un trabajo por las tardes, al salir de la universidad, lo que me dejaba a mi encargado de Elliot. Eso me produjo una gran satisfacción, podría recuperar el tiempo perdido. Pero por otro lado, dejaba claro que Bella estaba confiando en mi.
Bella……….no tenía palabras. Me había dejado sorprendido con su comportamiento. Y una vez más, no tenía más que bajar la cabeza y asumir que tenía muchísimo que aprender.
Sabía que ella no tenía la más mínima intención de tener algo personal ni amistoso conmigo, lo que hacía era por el bien de Elliot. Y eso me dolía, no sabía porque razón, pero me dolía. Averiguar el motivo de ese dolor me iba a llevar mucho tiempo, tiempo que estaba dispuesto a pasar sin sobresaltos, con tranquilidad y disfrutando de mi hijo al cien por cien…..
Y ese tiempo fue pasando, como yo quería, con paz, con tranquilidad y sin sobresaltos. Esta vez, esa frase tan utilizada entre Bella y yo, “empezar de cero”, cobraba sentido.
Bella consiguió un trabajo en unas de las bibliotecas de la universidad como ayudante, gracias a sus buenas notas, y estaba pletórica. Yo me encargaba de Elliot, quien cada vez se acostumbraba más a estar conmigo. Y yo con él. Mi madre decía que había nacido para ser padre, no sabía yo si eso era así, pero al menos lo intentaba. Las madres siempre exageran.
Hubo otras cosas que también cambiaron muchísimo, como mi relación con Andrew, era un gran tipo que siempre me ayudaba en todo lo que podía. Había tardes que nos las pasábamos con Emmett y Elliot, los cuatro juntos, como si de una película se tratase, incluso a veces Jacob se nos unía. Bella se echaba a reír cada vez que llegaba a casa y se encontraba con ese panorama.
Mi relación con Rosalie seguía en como habíamos quedado, seguíamos siendo amigos, pero nada era como antes. Y estábamos bien así. Yo seguía teniendo mi cabeza hecha un lio.
Todo lo referente a Elliot estaba bien, Emmett cada vez estaba más animado y bromeábamos con que desde pequeños todo lo hacíamos juntos, hasta ser padres. Mis padres disfrutaban del pequeño….todo estaba bien.
Solo había una cosa que seguía en mi cabeza agobiándome, un peso que todavía no lograba no sacarme de encima. Y era Bella. No porque las cosas fuesen mal con ella, sino porque siempre quería más, nunca tenía suficiente de ella. No quería que nuestra relación se limitara a Elliot, y aunque sabía que mi asignatura pendiente era saber el motivo de eso, no podía evitar el darle vueltas.
Con el pasar de los días, me iba dando cuenta de lo mucho que Bella valía, de todo lo que me había perdido. Sus sonrisas al llegar a casa a pesar de estar muerta de cansancio, su esfuerzo por sacar adelante su vida, su madurez, su dulzura, su pasión por el periodismo, el amor por su familia y amigos, la forma en la que le hablaba a Andrew cada vez que soltaba alguna de sus locuras, la forma de bromear con Emmett, las constantes atenciones a nuestro hijo……..cada detalle contaba.
Y yo iba teniendo ganas de que esas sonrisas me las dedicase a mi, de que compartiese su pasión por su carrera conmigo, de que bromease conmigo, que me hablase con dulzura a mi también…….
Era tanto y tan poco lo vivido con ella. Teníamos un hijo y casi ni nos conocíamos. Un día me armé de valor y decidí romper el hielo. Sabía que a ella no le interesaba saber nada de mí que no incumbiese a Elliot, pero yo sentía la necesidad de saber de ella y que ella supiese de mi, y me dejé llevar por ella…….
- ¿Cómo te ha ido hoy? En mi clase te notaba cansada. – le dije un día cuando entró en casa.
- Hoy Elliot ha pasado una mala noche. Por cierto, ¿dónde está?
- Se lo ha llevado Emmett, va a pasar la noche con él y con Emma en casa de mis padres. Me dijo que te lo había comentado.
- Si si, si soy yo que tengo la cabeza en otra parte. Entonces, ¿tú qué haces aquí? No me malinterpretes, no me molesta pero……..
- Tranquila, te he entendido. Es que he pensado que bueno….tu….bueno, te he notado agobiada, pensé que sería en parte por ese trabajo que tienes que hacer, y que yo te podría echar una mano – parecía un crío de 12 años hablando de esa manera – entiendo que no quieras pero…..
- ¿Tu quieres ayudarme? – me dijo ella dudosa, yo asentí - ¡pues que alivio!, no sabía como pedírtelo.
- ¿En serio?
- ¡Claro! ¡Si es que ese profesor está loco! Me tiene harta.
- No hace falta que lo digas, lo conozco, sé como es.
- Todos los profesores lo están, pero él se lleva el premio.
- Gracias por la parte que me toca- me reí.
- No caía en que tú lo eras, pero ahora que me lo recuerdas, el premio es para ti.
Y así nos pasamos la noche, entre risas y conversaciones de todo y nada. Entre papeles y apuntes. Entre miradas correspondidas y no correspondidas. Entre cafés y bromas. Fue una noche sencilla, pero que a mi me llenó de esperanza, una esperanza que no entendía. Pero ya poco importaba. Solo quería vivir el momento e intentar que esa noche no se quedara en una simple noche de complicidad, sino en el principio algo que no sabía ponerle nombre, pero que yo esperaba que fuese una amistad sincera.
No se quedo en una noche. Fueron muchas como esa. Y alguna cena compartida con Andrew y el niño, algún paseo por el parque con Elliot, comidas con mis padres, tutorías en la universidad, tardes en la biblioteca mientras ella trabajaba, entre libros….miles de momentos que me alegraban el día. Porque ya no éramos “Bella y Edward los padres de Elliot”, éramos dos personas aprendiendo a conocerse, no importaba el fin.
No quería pensar en el futuro, mi cabeza cada vez estaba menos llena de dilemas y quería que siguiese siendo así. Sabía que mis errores todavía estaban ahí en los demás, pero yo intentaba olvidarlos si no quería que las cosas que hacía fuesen esperando un perdón a cambio.
Así llegó el día en que Bella me dio la triste noticia de que tenía que ausentarse por dos semanas, su padre tuvo un leve accidente que lo dejó con una pierna rota y un reposo absoluto. Charlie era un hombre activo que no soportaba eso, así que su hija y su nieto iban a pasar días con él, acompañándolo, días que a mi me iban a parecer años.
Más de tres meses habían pasado ya desde que me enteré de la paternidad de mi hijo. Tres meses en los que Bella y el niño se habían convertido en el centro de mi vida. Elliot porque era mi hijo y lo adoraba. Bella porque había descubierto en ella a una gran compañera con la que compartir lo que teníamos en común y sorprendernos con lo que no teníamos. Había conseguido que por lo menos me dejase entrar un poco en su vida, pero yo seguía sintiendo que lo hacía por el bien de nuestro hijo. Y no la culpaba, no merecía nada por su parte.
- Bueno, creo que ha llegado la hora de que te despidas de papi cariño- dijo Bella en el aeropuerto, a minutos de partir rumbo a su destino.
- Creo que le va a dar igual, míralo que contento se va, no para de balbucear – dije admirando las nuevas habilidades de mi hijo.
- Cada día hace una cosa nueva – respondió ella cogiendo al pequeño de mis brazos – bueno, creo que es hora de despedirse.
- Creo que si
Después de un silencio incómodo, me tocó a mi romper el hielo, y en mala hora se me ocurrió.
- Os echaré de menos – le susurré sin pensar demasiado.
Bella asintió avergonzada y acercándome al niño para que le diese un beso, me deseo buena suerte para estos días. Se alejó dejándome un vacío inmenso. Aun no sabía porque, pero la cercanía de Bella cada vez me afectaba más.
Los vi alejarse y, pensando ya en cómo iba a poder sobrevivir estos interminables días, oí como Bella me llamaba otra vez. Estaba apoyada en la puerta del control de seguridad del aeropuerto, con nuestro hijo en brazos y con una preciosa sonrisa en su cara.
- ¡Edward! Se nos olvidó decirte una cosa, lo estás haciendo muy bien, todo lo estás haciendo bien. No te digo que hayas conseguido que lo olvide todo, pero vas por muy buen camino. Asique nosotros también te vamos a echar de menos. Hasta pronto.
- Hasta pronto.
Y devolviéndole la sonrisa, salí del aeropuerto convencido de que a veces la vida te da lecciones que puedes tomar o dejar, pero que si las tomas en cuenta, puedes llegar a vivir pequeños momentos de felicidad como el que estaba sintiendo en ese momento.
¿Qué os parecido chicas?...Impresiones en el espacio de aquí abajo, no me digáis que no se lo merece ;-)
Pues nada, el lunes más con…Airam…Besos!!!
01/11/2010 Ayyys
03/11/2010 Karla
05/11/2010 Nuri
08/11/2010 Airam
10/11/2010 Al
12/11/2010 Milu
15/11/2010 Almu
17/11/2010 Montse
6 Sonrisas:
WOOW O.O que largo y que genial¡¡¡¡
dios chica que mente la tuya que inteligente forma de sentar las cosas BARBARA¡¡¡¡ XD
Y valla que nos has salvado, creo que algunas les daba cosa que les tocara la parte de la "hora de hablar de Edward y bella" (o a lo mejor solo a mi :*)) y tu lo has hecho estupendamente.
en verdad le dedicaste tiempo ^-^ GRACIAS¡¡¡¡
bien hecho XD
Nuri!
Por fin llegó el momento de interacción de Edward y Bella y ha sido genial! Muy real, muy tranquilo, muy suave... sin cosas raras ni situaciones inverosímiles. ¡Genial!
Me ha gustado muchísimo todo el desarrollo de la historia, esa manera en la que Edward asimila todas las cagadas echas, esa charla con Emmet en la que el grandullón le da un par de lecciones y esa charla con Bella en la que de nuevo le demuestran que maduro no es el que es más mayor, sino el que se comporta como tal. Vamos, que genial! Y sobretodo esa evolución de la relación entre Edward y Bella, por fin tenemos una "relación" con un recorrido normal. Y me ha encantado!
¿Qué te voy a decir que no te haya dicho ya? QUe tienes un arte especial en esto de transmitir sentimientos y que a pesar de catarrazos y cegueras, como siempre, una crack!
Cuídate mucho! Nos leemos!
MI NURY!!!!!! ayer lo lei rapido ahora lo vuelvo a leer para saborearlo ....como puedo decirte que lo hiciste genial.... has hecho un pov de Edward que todas esperabamos... y lo has conseguido de que manera ... la psicologia de este personaje era dificil de entender pero con este capitulo haz dejado claro todos sus errores y que El esta conciente de ellos , pero que necesitaba que varias personas le abrieran los ojos.... era cobarde para asumirlos..... me encanto la platica con emmet ..... ese chiko es genial emmet es fantastico!!!!
y llego la platica necesaria con Bella , tienen un hijo y por ello debia ser asi , con tranquilidad , con respeto pero siendo sinceros!!!! ..... y ese tiempo que se necesitaba que pasara .... Edward conviviendo con su hijo.... y conociendo un poco mas a la madre!!! todavia no se ha dado cuenta de lo que siente por bella... pero ahi vamos como dijiste... hay que hacer remar poco a poco!!!!!
y ese final ... ayyyy que debo confensar que se me hicieron agua mis ojos!!!! ya no tengo palabras te felicito mi nury!!!
y espero que estes mejor de salud!!!!
cuidate y muchos besitos!!!
gracias!
NURY... WOW.. SIEMPRE TIENES UNOS SUPER CAPITULOS JEJEJ ... ME ENCANTO SUPER LINDOOOO ASI DE SENCILLO...PERFECTO TODO Y ME ENCANTA COMO FLUYE LA RELACION ENTRE ELLOS JEJEJE :D
GENIAL NURY!
Super, de la forma mas sencilla e inteligente has escrito este capítulo de Edward...vaya forma de abrirle los ojos. Solo esperando que ya ha mejorado el ambiente, no vuelva a su bipolaridad. Felicidades chica me gusta como escribes.
CAPITULAZO, y lo digo en mayúsculas porque se lo merece, y no digo más porque esa palabra ya lo dice todo. Increíble la manera en la que lo has hilado todo, para mi los capítulos que son así, son dignos de quitarse el sombrero, y si encima todo tiene un sentido natural, más todavía.
Si primera reflexión antes todas las cagadas que este tío a tenido, sus sentimientos ante la noticia de saber que Elliot es su hijo, la naturalidad con la que has reflejado la conversación entre Emmett y Edward, que parece que no, pero el grandullón los tiene bien puestos, de momento ya ha sido en el primero en decirle todas sus verdades.
La decisión del Innombrable y Rose de dejarse de tonterías, ya era hora señor, y lo mejor, la conversación con Bella..., fluidez, un capítulo fluido en todos los sentidos, y para nada pesado, al revés, yo me he quedado con ganas de seguir leyendo.
Vale, y ahora tenemos a un...chico, todavía me niego a llamarlo por su nombre, que después de todas las ostias que se ha dado, parece que se esta levantando de una vez, ya era hora, porque me lo veía con Jasper :-}. Su relación con Bella, por fin podemos llamarla así, ya que estos se han tirado medio fic, por no decir entero, como perros y gatos, ya era hora que se viera una interacción de adultos, y encima padres, entre ellos. Y la canción, esta por si sola ya describe todo el capítulo nena..., brillante, es que no te puedo decir más ;-)
A ahora a ver, si esto sigue su curso, si va bien, hasta quizás le empiece a llamar por su nombre a este chico, de momento ya va dando pasos, a ver si sigue manteniéndose por esa línea...
¿Y ahora que sigue?, joer, me he quedado con ganas de leer más fíjate...a ver a ver...
Besos!!!
Y tú, ¿nos regalas una sonrisa?