Bueno, ya estamos a viernes así que…
Gracias por vuestra acogida… Karla, Airam, MamitaKaren, Erin, Thays, Marianna, Ayyys, Alba, Muñ3, Jorgi y Marchu
.

Veo que ya vais dándoos cuenta un poquito de cómo es la personalidad de Edward, hoy… aún os va quedar más claro. Bella, ay Bella, que te apareciste una noche por casualidad, dejándole una espinita a Edward… que mala ¿eh?, ¿o el malo es él? Mmm… Ya he visto que lo de las notitas, os ha causado gracia… cabrón ¿eh?...
Me encanta que ya vayáis haciendo conjeturas sobre la historia, se que es pronto aún, pero me encanta leerlas, y sobre las preguntas:
-¿Odiaremos a Bella por hacer sufrir a Ed en algún momento?
-¿Bella esta casada con algún socio o magnate?
-¿Será que Bella se esconde de algo?...
Solo os puedo contestar… que el tiempo os lo dirá
. Soy un pelín capulla lo se, pero… el fic tiene intención de durar más de tres capítulos chicas, pero vosotras seguir preguntando ¿eh?, no os cortéis, quizás con alguna haga un acto de gracia


Bueno, os dejo con el capítulo que hoy… tiene miga…
Por cierto, a la pregunta de ¿donde esta la Femme Fatale?, como vosotras mismas la habéis bautizado… hoy si que hay respuesta

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Capítulo 3
“Seis meses después”
Sus largas piernas se enredaron en mi cintura a la vez que sus manos aferraron con fuerza mi trasero, haciendo que mis caderas impactaran contra sus ingles. La sensación de satisfacción se dibujo en su rostro al sentir como mi pene la llenaba lentamente por completo. Deleitándome, salí de su interior para embestirla nuevamente pero ahora con fuerza, como a ella le gustaba, sin ningún tipo de delicadezas, sexo puro y duro.
Su espalda se desplomó contra la mesa de madera de mi despacho, y el agarre de sus piernas fue perdiendo fuerza a medida que las arremetidas contra ella iban en aumento. Aceleré el ritmo de mis entradas en su sexo mientras una de mis manos volaba hacía sus caderas, las cuales sostuve antes de sentir como se dejaba llevar al más puro de los placeres.
Mi otra mano impacto contra su trasero el cual atraje más a mí, y aferrándome con fuerza a su piel, incremente aún más el ritmo, pues sabía que de un momento a otro su cuerpo explotaría.
Todavía jadeaba cuando sentí mi pene vaciarse por fin en su interior.
Escasos fueron los segundos que me permití seguir dentro de ella, los necesarios para no caer exhausto contra el suelo. Pasados estos, saque mi pene, aún ligeramente hinchado, de su sexo y dándole la espalda, me dirigí hacía baño donde me deshice del preservativo el cual fue a parar a la papelera, me limpie los restos de su orgasmo de mi pubis, y tras volver a colocarme los pantalones en su sitio, salí nuevamente a mi despacho.
Heidi ya estaba de pie, recolocándose la falda de tubo negra que vestía.
—¿Tienes planes para comer? –la escuche preguntar, mientras yo anudaba el nudo deshecho de mi corbata granate.
—No deberías estar a estas horas aún aquí, no al menos siendo sábado –dije haciendo caso omiso a su pregunta. Ella ya sabía lo que había entre nosotros.
—Lo hago con mucho gusto… Edward –respondió ella, tras abotonar los botones sueltos de su blusa de seda azul.
—Pues no debería… Señorita Vulturi –conteste duramente, odiaba que me tuteara, que me la estuviera tirando no le daba derecho a hacerlo. Eso ella ya lo sabía—. Tengo que marcharme, llegó tarde… —añadí mientras me colocaba la chaqueta azul marino de mi traje.
—Recuerden que esta noche el señor Whitlock y usted tienen una reunión en el Plaza Athenee, a las ocho –dijo cuando pase frente a ella, dirección hacia la puerta.
El cambio de tono en sus palabras me hizo girarme hasta encararla, justo antes de abrir la puerta de mi despacho.
—Lo se… Gracias –susurre mirándola, sus ojos azules estaban clavados en el suelo—. Nos vemos el lunes –intente sonar cordial. Que fuera un cabrón no significaba que quisiera ser un puto cabrón.
Heidi alzo la cabeza en busca de mi mirada. Rápidamente me regalo una sonrisa.
—Por supuesto señor Cullen –dijo algo más tranquila, pero manteniendo las distancias, tal y como a mi me gustaba—. Que pase un buen fin de semana, y suerte con la reunión –añadió. Tras ello abrí la puerta y me marche.
Salí como alma que lleva el diablo del edificio, eran las tres de la tarde y había quedado a las dos y media para comer con mi hermana, y aun me quedaba medía hora más para llegar al restaurante. Definitivamente hoy iba a matarme.
Diez minutos antes de lo previsto, y tras dejar mi Aston Martin último modelo a buen recaudo, entraba por la puerta de uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad, donde mi hermana, acompañada de su marido, me estaban esperando.
—Jasper… No sabía que nos acompañarías a comer –dije con sarcasmo, aunque me alegraba de que estuviera allí, así no tendría que soportar las acusaciones de lo mal hermano que era.
—Menos mal que ha venido conmigo, sabía que llegarías tarde –reprocho mi pequeña, eso si, no pudo negarme su habitual beso en la mejilla.
—Llego tarde pero llego, eso es lo importante –conteste pellizcando levemente su marcado pómulo—. ¿Cómo estas?
—Muerta de hambre gracias a ti –intento sonar enfadada, algo difícil dada su aguda y dulce voz.
—¿Te has estudiado los planos del hotel? –pregunto Jasper.
—Eh, eh, eh, no se habla de trabajo, no al menos comiendo –irrumpió la voz cantarina de mi hermana, justo cuando iba a contestar.
—Es gracias a ti que tenemos la reunión esta noche –dije eufórico—. ¿No es extraño?, le debo toda mi fortuna presente y futura a mi hermana pequeña, cuando debería ser al revés –añadí antes de saborear el whisky que acaban de traerme.
Desde aquel trabajo para el Four, trabajo que de no haber sido por Alice, jamás habríamos conseguido, no al menos tan pronto, no paraban de llovernos las ofertas. La última, sin duda la más importante de todas, la construcción de un nuevo Plaza Athenee, uno de los más importantes hoteles de toda Nueva York que ahora, quería expandir sus alas hacía la costa oeste del país.
—Dios es sabio, si fuera por ti, estarías dibujando comics para una mala columna de cualquier cutre periódico –contesto mordaz mi hermana—. Por cierto, mama quiere que vengas a comer mañana –añadió, comentario que me hizo rodar los ojos.
—Mama y sus comidas de domingo. ¿No la puede aplazar para el lunes? –inquirí. Amaba a mi madre, con locura, pero odiaba su estricto régimen de comer todos los domingos juntos.
—¿Qué tienes que hacer mañana? –inquirió mi hermana, frunciendo el ceño.
—Bueno… si lo de esta noche sale bien, y aquí tu maridito y yo nos encargamos del diseño del nuevo hotel… ten por seguro que no me acostare temprano –no, si todo salía bien tenía otros planes que distaban mucho de dormir.
—No puedo creer que dejes a mama colgada por una mala borrachera que solo te llevara hasta la cama de cualquier fulana –reprochó indignada.
—Parece mentira que no conozcas a tu hermano, con lo de hoy aún no ha tenido bastante –hay estaba el puritano de Jasper, dándole la razón a la loca de su mujer.
—¿Lo de hoy?... ¿Qué ha pasado hoy?
—Nada –respondí rápidamente.
—¿No? ¿Y porque Heidi ha ido a trabajar? –inquirió mi cuñado con saña.
¿Dónde quedaban aquellos tiempos en los que nuestras hazañas, eran secretos que no se compartían?
—¿Heidi?... ¿la secretaria? –sondeo mi hermana. Jasper asintió con la cabeza, sacándola de su duda— ¿Aún sigues con eso Edward?, ¡por dios!… deja de hacerle daño a la pobre chica –reprochó, echándome para variar toda la mierda encima a mí.
—Vamos a ver, por partes. Primero, Heidi ha ido a trabajar, nadie la ha llamado –respondí mirando a mi cuñado, él cual negó con la cabeza a la par que sonreía ligeramente—. Segundo, ella ya es mayorcita para decidir por si misma lo que le conviene o no, y tercero… –levante mi mano izquierda para acallar a mi hermana, la cual esperaba el momento perfecto para soltarme toda su artillería—, no entiendo porque mi vida sexual es tan importante –concluí.
—¡Joder Edward! ¿Por qué tienes veintisiete putos años y aun no has sentado la cabeza? –vocifero mi hermana, claramente enfadada— Y además, soy mujer, iría contra mis principios sino me solidarizase con esa pobre secretaria.
—Pues… si la vieras en acción… —reí lascivamente—, no te daría tanta lastima –estalle en carcajadas ante las miradas de ambos.
—Que bestia –susurro Jasper, él cual también comenzó a reír. Si, si, mucho criticar pero bien que él también se reía.
—Edward, déjate ya de jueguecitos, sino quieres sentar la cabeza no lo hagas, pero no vayas por el mundo rompiendo corazones… ya no tienes edad para eso — inquirió mi hermana, intentando hacerme sentir culpable…, para variar.
Desde aquel día, hacía ya algunas semanas, que nos pillo a Heidi y a mí en actitud algo comprometida en mi despacho, no había dejado de hacerlo. Y yo odiaba que lo hiciera.
¿Por qué los hombres siempre somos los culpables, cuando son ellas, quienes empiezan el juego?
Hacía prácticamente tres meses, que Heidi empezó a trabajar para nosotros, y desde el primer día, me había hecho participe de su interés por mí. La manera de atusarse su larga y lustrosa melena caoba cada vez que pasaba por delante de su mesa. Las cada vez más, ajustadas prendas que vestía, la manera de inclinarse sobre mi mesa cada vez que me traía un café, o el contoneo de sus caderas cuando salía por la puerta, eran solo algunas de las armas que utilizo desde el primer día.
Tarde dos semanas en acorralarla contra la puerta de mi despacho. Ya no aguantaba más sus insinuaciones. Y reconozco que en otro caso, habría cerrado la página en ese único encuentro pero… el hecho de que ésta no cesara en su provocación hacía mí, sumados a que el sexo que mantuve con ella, era la experiencia más parecida que mi cuerpo pedía a gritos encontrar desde… desde aquel encuentro con aquella desconocida… Aquella desconocida que aún seguía presente en todos mis recuerdos.
El caso es que sus ganas y las mías no ayudaron a que me negara cuando a los dos días, Heidi entro en mi despacho con un entallado vestido gris que se amoldaba perfectamente a todas sus curvas. Eso si, desde un principio la cosa entre los dos quedo muy clara. Sexo esporádico, sin ningún tipo de ataduras ni complicaciones, ella seguiría siendo la señorita Vulturi, y yo el señor Cullen, ningún lazo nos ataría.
Algo que pareció entender, pero desde hacía unos días, la forma en la que me miraba, o las conversaciones que intentaba mantener conmigo tras follar como animales… me estaban haciendo pensar que ella quería mas, algo que mi hermana me aviso desde aquel nefasto día que me pillo con el culo al aire, y no metafóricamente.
La pregunta que me hermana me había hecho plantearme era muy simple… ¿estaba dispuesto a darle aquello que ella no me pedía, pero… que sabía que quería?... La respuesta era clara. Tenía que zanjar ese tema de inmediato, mi hermana tenía razón, por muy claro que Heidi tuviera las cosas, sus actos demostraban que estaba empezando a necesitar más de mi y yo… a mi cada día me costaba más engañar a mi cuerpo con el suyo.
Llegue a casa lo suficientemente temprano para poder dormir un par de horas, horas que en la noche, no había conseguido dormir. Y para variar, como ocurría cada vez que me permitía pensar en ella… esos ojos color chocolate volvieron a hacerse presentes en mis sueños.
Cabreado conmigo mismo me metí en la ducha donde esperaba que el agua fría consiguiera espabilarme de una vez. Fue inútil, desde hacía mucho el agua fría no causaba ningún efecto en mi. Exasperado, lleve la mano hasta mi duro miembro, el cual comencé a estimular sin ningún tipo de tregua.
Seis meses, seis putos meses masturbándome como un poseso cada vez que su recuerdo volvía a hacer acto de presencia. Seis meses de fantasías, de engaños a mi cuerpo cuanto estaba con otra mujer, que bien sabía éste que no era la misma, la desconocida, mi desconocida… Bella… Una mujer que entro en mi vida de la misma forma en la que se fue, dejando una fuerte huella de su paso. Huella que mi cuerpo era imposible de olvidar.
—Estás completamente jodido –dije al reflejo de mi cuerpo en el espejo.
Jodido, así era como estaba, enganchado como una quinceañera al recuerdo de aquella noche. Ese movimiento de caderas, la manera en la que sus labios apresaron mi miembro endurecido, su manera de besar, la forma de hacerse con el control de la situación… Nada, nada había sido igual desde aquella noche, nada de lo que encontraba se asemejaba a ese recuerdo que tanto se negaba a abandonarme.
Nada era como ella, y todo me hacía compararla.
Exhale con fuerza el aire contenido en mis pulmones. Volvía a estar empalmado, otra vez, con esta ya iban varias para un solo día. Tenía que hacer algo para poner fin a esto, algo que no fuera volver al restaurante de aquel hotel a la espera de su llegada, ni acostarme con cualquiera que encontrara en el camino. Eso ya no funcionaba.
—Joder, espabílate chaval, ya no tienes quince años –me reprendí a mi mismo, antes de volver a llevar mis manos al foco de mi excitación.
Apenas eran las ocho de la tarde, cuando Jasper y yo, entramos por la puerta del Plaza Athenee.
—Buenas noches caballeros –nos saludo una afable voz, apenas caminamos unos pasos– Mi nombre es Rosalie Hale, y soy una de las gerentes del hotel. ¿Serían tan amables de acompañarme hasta la sala de reuniones? –pidió la rubia despampanante que se hacía llamar Rosalie.
—Yo la sigo donde sea –musite mirando a mi cuñado, él cual tenía los ojos en el contoneo de las caderas de aquella mujer. Para que luego me diga a mí.
—Siéntense, nuestra relaciones públicas, la señorita Swan, llegara en unos minutos. ¿Desean algo de beber mientras? –pregunto la joven, mientras Jasper y yo tomábamos asiento.
—Un Martini…, un Martini estaría bien –musito mi cuñado, intentando aflojarse el nudo de la corbata, y eso si dejar de mirar las curvas de la rubia.
—Otro para mí –pedí. Ella nos devolvió la sonrisa y tras ello, se giro hacía el mini bar–. Jasper… ¿que diría mi hermana si te estuviera viendo? –susurre intentando sonar escandalizado.
—Shusss, cállate –reí por lo bajo—. Me ahoga la corbata por los nervios, nada más –musito completamente avergonzado.
—Ya… nervios –dije mordaz–. Gracias –agradecí a la dueña de semejante escote, cuando me sirvió la copa.
Por el rabillo del ojo pude ver como Jasper cerraba los suyos cuando ésta, dejo frente a él su Martini.
—Relájate, no voy a juzgarte porque mires a otra mujer. Lo haré si le pones un dedo encima –lo amenace seriamente, y reí entre dientes al ver como la sangre volvió a subir a sus mejillas.
—No todos somos como tu –reprochó.
Iba a contestarle cuando el sonido de la puerta, seguido de un olor característico me silencio.
—Caballeros, siento mucho el retraso, hubo un ligero contratiempo –esa voz… esa voz era…—. Soy Isabella Swan, y él es el señor James Witherdale, uno de los socios mayoritarios del hotel –continuo diciendo una vez ambos quedaron frente a nosotros.
Isabella Swan… Isabella… Bella… mi Bella…
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Al viernes que viene… continuara
. Besos y a pasar buen fin de.

Solo dos días para el domingo chicas!!
10 Sonrisas:
O M G.... sabia que tenia k ver algo bella en ese hotel ajajaja ... capaz k ed debe preguntarse.. como no volvi antes al hotel jajajaja dios santo como pintara esa reunion????? bella sabia kien era edward ese dia jajaj .. dio santo pobre mi edward ahi haciendose justicia propia con los pensamientos de bella... pero k cabronnnn como dices jaja utilizando a las mujeres jajajaj.. buenoo solo espero k bella no sea cabrona n l sentido k tambien goza con otros jajaja sino pues tambien no se keje ed.. tal pa cual jaja .... omg.. ya de verdad k solo nos hacen pensar sacar conjeturas...por cierto otra mas.. alice ya conocia a bella?? si ella los contacto omg.. jajaj
mi almu y ayys... bueniiisimo el capituloo definitivamente super distinto y super mejor jejej.. me encanta auchhhhh kiero mas jajaja !
María cielo, te explico, porque el lió de nombres, te han causado un pequeño cacao
. Hace seis meses, Edward fue con Jasper al hotel Four Seasons, ha hacer una remodelación del mismo, remodelación que contacto Alice, allí conoció a Bella, paso lo que paso desapareció y ahora han pasado seis meses de aquello. Gracias a aquella remodelación Ed y Ja, han conseguido el éxito en su trabajo y ahora, el hotel Plaza Athenee los ha contratado, debido a lo bien que lo hicieron en el Four, para hacer un nuevo hotel. En este es donde ha encontrado a Bella trabajando de relaciones públicas, ¿puede que en el otro trabaje también de relaciones públicas?, ¿puede que no?, ¿puede que solo estuviera allí por estar?... eso.. ya se verá, igual que se verá como durante estos seis meses, Edward si volvió al primer hotel buscando a Bella, pero eso ya es adelantarme a los acontecimientos
Puede que parezca un cacao, pero os aseguro que todo esta atado y es así por una razón... Espero haberte aclarado cielo!!
Almuuuuuuu como nos dejas asi hasta el otro viernes...? te pasas te JUM jajaja esta genial el cap pero lo tngo que decir con todas las ganas Edward es un Cabron de lo peor, osea la tipa ni siquiera lo puede tutear jajajajaja se pasa!!! Pero bueno asi son muchos...!!
Pero sigue pensando en ella seis meses no solo pensandola sino excitandose solo con su recuerdo, buscando mujeres que se parezcan a ella y tambien yendo al mismo hotel, eso es obsesion de la pura jajaja
Y como dice el dicho el que la hace la paga y ps a Ed parece q le va a tocar con Bells!!
Una cosa no se si ya te lo habia dicho pero me encanta q pongas nombres de hotel reconocidos y asi porq lo busco en google y puedo imaginarmelo con escenografia y todo jajaja
Y super ansiosa faltan dos dias!!!!!!!
Almuuu que capitulete!!!!!Y ahora hasta el viernes????Niña que sadismo!!!!Y Edward sigue sumando puntos con de esto de intercambiar fluidos pero conservando las distancias...para la mesa de luz el muchacho!!!Me trae loquita este fic quee por ahora agrega intriga en cada capitulo!!!Genia Almu!!!!
Recien mande mi comentario y de flipada que quede con la lectura ni lo firme!!!!Soy Marchu alucinando con la historia desde Argentina!!!!!
pues siii Almu malosa malbada !!!
como pudiste haberlo dejado asi, condenada , ya se , ya se toca esperar hasta el viernes ..... que pasara en esa reunion como va actuar Bella parece que ni se le movio ni un pelin si es que vio a Edward pero creo que si lo vio al presentarles al tal James .....
ahhhh Edward es un puto cabron ejjejej me mataste con eso!!!!
quiero el siguiente urgentemente!!!!
besitos y buen fin de semana!
Jajajaja
Que genial el capítulo, que genial este Edward al que le pegaría un par de bofetones y que genial el ambiente que se está creando alrededor del fic.
La verdad es que el tema se está poniendo interesante por momentos y.... lo que queda por venir! jajajaj
Por fin tenemos en el siguiente capitulo el reencuentro tan deseado. Sabeis que os digo? Que me alegro que este Edward haya pasado 6 meses sufriendo y soñando con Bella.... se lo merece por ser tan capullo! Y.. se merece que Bella ahora le de en las narices... pero esperemos a ver que pasa!
Suerte que en el fondo debe tener un lado bueno, porque sino... jajajja pa matarlo!
Bueno Almu, que te voy a decir, que está todo genial y que esperamos al viernes para seguir disfrutando.
Por fin reencuentro!
Besotes
Almuuu....
... ahora aguantar hasta el viernes
jejeje...
,
Nooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!
Xq cortaste justoo ahiiiiiii!!?? jajaja
Nooooooo!!!!
Me encantoo... se pone mas interesantee ehhh ...
Yo pense q iban a pasar un par de semanas para el reencuentro pero guauuu 6 meses, es banda de tiempoooooo jeje y Bella sigue atormentando los pensamientos de Eddie aunq se lo merece xq es bastante cabroncito con las mujeres ehhh
tal vez Bella es la justiciera q hace q sufra en carne propia lo q le hizo a muchas mujeres, nose jejje otra loca teoria mia jajaj pero le acerte en una eh Bella trabaja en un hotel jejej ...
Ahora mi pregunta es: Bella se acuerda de el??? como va a reaccionar??... mueroo x el siguiente cap!!
Besoss.. Cuidateeeeeee!!!!!! xoxox
Ok a por partes.... primero eres la perosna mas mala del mundo mira que cortar justo ahi....
Segundo no eres mala... eres genial este capi estuvo increible
Ahora si con respecto al capi: Edward es un h.. de pu... con perdon de la pobre Esme pero es que no siente remordimientos por tratar asi a las mujeres? evidentemente no. Yo se que algunas mujeres merecen que las traten asi, no me mal interpreten, pero si un tipo al que conoces hace dos semanas se acuesta contigo y te trata como prostituta a la cual no le paga, seguirias haciendolo? no lo creo. Si lo hiciera por amor, tampoco es excusa pero es entendible, y luego esta la posibilidad de que lo haga por puro interes creyendo que asi lograra algo y de ahi mi conclusion de que a algunas mujeres les gusta que las traten asi y otras se lo merecen.
En fin me desvie, Edward es un puto cabron como el que el mismo dujo que no quiere ser,peeerrroooo parece que conocio a la horma de su zapato que lo va a hacer pagar por todos sus pecados antes cometidos contra el sexo femenino.
Por como pinta esto nuestra pequeña Bella lo va a hacer descender hasta el sepitmo circulo del infierno y le va a clavar el tacon de sus Jimmy Choo en la entrepierna para mantenerlo alli por un tiempo, bien por ella. Una mujer a la cual un mujeriego empedernido no puede olvidar despues de una unica actuacion tras seis largos meses, es una mujer muy poderosa y eso me encanta.
Besos
waaaaaaaaaaaaaa llego bella *O* ... super genial
Y tú, ¿nos regalas una sonrisa?