Capitulo
Bella POV
Había sido un día terrible, mi mañana fue coronada con el ridículo que hice frente a la clase y al guapo profesor de ‘Historia del periodismo’, tropecé a la salida y olvidé mi bolso. ¡Genial! Bella Swan, ¿qué más podría ocurrirte? Me pregunté en plan irónico a mi misma, porque lo tenía claro, cualquier cosa podría seguir ocurriendo.
Mi mala suerte era un radar capaz de acercar el peligro y las vergüenzas a mi vida sea como sea. No debí abrir los ojos esa mañana, era mi única conclusión.
Pasé la tarde frustrada conmigo misma, viendo películas de comedia en la televisión y comiendo helado, algo que me subía el ánimo en cualquier circunstancia, pero pasaba algo extraño hoy. No me sentía mejor. ¿Quizás fue demasiado el bochorno que sufrí? “No, no, tonta... Haz pasado por cosas muchísimo peores. Como esa vez en la que se te enganchó la falda en la silla y se rompió en dos frente a todos tus compañeros en la secundaria, o esa vez en la que tropezaste con tus propios pies y caiste dentro de un arbusto, o aquella vez en la que..”
¡Okey! Suficiente. Ni mi propia conciencia me ayudaba. Estaba jodida. ¿Qué rayos me pasaba?
Todos mis pensamientos se vieron interrumpidos por el huracán Alice que prácticamente me arrastró por todas las tiendas del centro comercial. Su energía no dejaba de sorprenderme, en mis cavilaciones llegué a preguntarme si estaba bajo el efecto de alguna droga o bebida energizante...
Llegamos a la habitación, me vestí con la ropa que Alice había elegido para mi, y para ser sincera me sentí segura de mi misma. El color resaltaba mi piel pálida y me gustó ver algo diferente a lo que veía cada mañana en el espejo.
Nos encaminamos a la fiesta, y aunque no era mi mundo habitual, acepté por tres razones.
Número uno: Alice y su carita de gato de Shreck.
Número dos: Necesitaba olvidar lo ocurrido esta mañana.
Y número tres: Quería tener amigos en la universidad aparte de la pequeña Alice, ya que tenía claro que pronto entraría alguien a su vida.
Alice golpeó la puerta y entramos a la habitación, para mi sorpresa estaba completamente llena de gente. Sin embargo la duendecilla no tuvo inconvenientes en localizar a sus amigos, enseguida recibió el abrazo de uno de ellos y al verlo me paralicé en mi lugar. Sentí como la sangre subía a mi rostro y como mis piernas flaqueaban, todo en menos de 10 segundos. Mi mirada seguía clavada en aquel rostro y vi como soltaba a Alice. Ella me dirigió una mirada y vi la interrogación en sus ojos, no fui capaz de hacer nada excepto correr y salir de ahí.
Corrí como pocas veces antes, sentía el pulso de mi corazón atronandome los oídos junto con una extraña sensación en el estómago.
Me detuve cuando estuve a pocos metros de llegar a mi habitación, pero dos manos grandes y firmes me atraparon por la espalda. Sin querer solté un chillido que estaba segura, había sido escuchado por los vecinos. Me sonrojé aun más –si es que era posible- y me volteé, para enfrentar a aquel extraño.
-Isabella...- dijo sin aire aquella persona que no esperaba encontrar en la fiesta y mucho menos encontrarla frente a mí en ese pasillo oscuro y silencioso.
-Sólo Bella, Profesor Edward..- respondí entrecortadamente. Nuestras respiraciones eran lo único que se escuchaba y me sentía cada vez más incómoda. Quería correr nuevamente y creer que este día definitivamente había sido un sueño.
-Y tú solo dime Edward, Bella - dijo mi nombre con tal calma y admiración que sentí mis mejillas arder nuevamente. Agradecí que sólo un par de focos nos alumbraban, por lo que no sería tan notorio.
-¿Qué te ha pasado?, ¿Por qué corriste?, ¿Por qué escapaste?, ¿Te sientes mal?, ¿Quieres que te lleve a tu habitación? – me sorprendí por la velocidad y la fuerza de su voz en aquel momento. De estar tan calmado pasó a estar completamente alterado y casi fuera de control. Sentí miedo, pero no miedo de él. Miedo a lo que sentía en lo más profundo de mi estómago. Miedo a aquellas mariposas que sabía no mentían.
-E-Estoy b-bien, gracias Edward. Sólo... sólo necesitaba un poco de aire. No acostumbro ir a fiestas – respondí mirando al piso, queriendo que la tierra se abriera y me tragara.
-¿Estás segura?- dijo terminando con aquel paso que nos separaba. Y tomando mis manos con ternura –Me preocupé por ti desde la salida de mi clase... ¿recuperaste tu bolso pequeña olvidadiza?- preguntó con voz suave acercando mi cuerpo al suyo.
-Sí, profesor.. digo Edward. Gracias.. iré a mi habitación, me estoy sintiendo un poco mareada- dije sin pensar y me arrepentí enseguida.
-No te preocupes, yo te llevo. Dime cual es tu habitación-
De ese modo llegamos a la puerta y no sabía que decir. Edward se encontraba estático y sonrió de una manera completamente sensual, sentía que si no entraba pronto no sería capaz de refrenar los impulsos que exigían cada una de mis hormonas.
-Asi que eres compañera de Alice eh?- sonrió más ampliamente y no esperó mi respuesta. –Me pregunto por qué no me mencionó a su nueva y guapa acompañante...-
Si antes estaba completamente sonrojada, ahora estaba azul... hasta que recordé respirar.
-Oh.. esto, debo entrar- dije estúpidamente, lo que menos quería era perder su compañía, pero rayos! Es mi profesor, el mismo que fue testigo de mi tropezón en la mañana y el mismo que me tenía con la cabeza en las nubes desde entonces.
Isabella demonios, sólo lo conociste hoy, detente. Compórtate como la chica inteligente que eres, no dejes que tus hormonas te controlen.
Respiré profundo y me giré para abrir la puerta.
-¿Aún te sientes mareada?- dijo aquella voz dulce como el caramelo en mi oído. Me giré y me encontré con su cara a menos de 20 centímetros de la mía.
-No, estoy un poco mejor- respondí acompañada de un suspiro.
-¿Quieres volver a la fiesta?- preguntó seductoramente.
Y claro, mis hormonas ganaron. Estaba de vuelta en aquella habitación repleta de parejas bailando al ritmo de la cancion Memories de David Guetta (Boton derecho + abrir en nueva pestaña para escuchar la canción)
Edward tomó mi mano y llevó nuestros cuerpos a la improvisada pista de baile. Intenté ubicar a Alice, pero fue completamente imposible, su cuerpecito pequeño no sobresalía en ese lugar. Me dejé llevar y le respondí la sonrisa a Edward.
Me sentía extraña, pero a la vez feliz. Había sido un día completamente negativo, y ahora me encontraba con el causante de todos mis “problemas” bailando. Cosas inexplicables solían ocurrirme, pero no en un grado como este.
Edward tenía sus dos manos apoyadas en mis caderas y se movía a mi ritmo. A pesar de ser torpe, las clases de ballet a las que mi madre me obligaba a ir... sirvieron de algo. No nos hablamos, sólo nos comunicabamos con el cuerpo.
Mis manos se movían desde sus amplios hombros a su esbelto cuello. No sentía vergüenza y quizás se debía a que él cada vez tenía sus manos más abajo...
-¿Quieres que vayamos a tomar algo?- preguntó cuando la canción llegó a su fin. Asentí y me llevó a una pequeña cocina donde había de toda clase de alcohol.
-No bebo licor muy seguido, ¿puedo pedir gaseosa?- pregunté en un murmullo.
-Claro, pero no es una fiesta si no hay alcohol en tu sangre... – me miró con sus cejas alzadas y me sonrió – sólo bromeo.. yo tampoco acostumbro a beber.
Nos sirvió gaseosas y me llevó a un pequeño balcón que estaba vacío. Me acercó una silla pequeña y nos sentamos en silencio.
La luna estaba sobre nosotros y resplandecía de una manera asombrosa, podía ver claramente las facciones de Edward, su tez blanca y tersa, sus ojos brillantes y expresivos, su barbilla del tamaño justo.. y podría seguir sin cansarme.
-Si estás incómoda en mi compañía puedes retirarte. No te obligaré a nada..- dijo con la voz apagada y mirando sus manos.
Sonreí con ternura. –No, estoy bien aquí... contigo- respondí y para mi sorpresa la sangre no subió a mi rostro.
Levantó su mirada y la fijó en mis ojos.
-No quiero que te sientas asustada por mi comportamiento, sólo... me pareciste tan vulnerable que sentí la extraña necesidad de acompañarte y conocerte.. – dijo sin despegar su mirada de la mía.
Sentí mi cuerpo temblar ligeramente, y no precisamente de frío. Mi boca se abrió en varias oportunidades para responder, pero nada coherente se formaba en mi cabeza. Edward me tenía deslumbrada, y no me sentía mal por eso. Todo lo contrario... Me gustaba.
Y de pronto todo encajó como piezas de puzzle en mi cabeza. Luego del incidente en su clase no me sentía mal por la vergüenza frente a mis compañeros, me sentía mal por la vergüenza frente a él, por no haber causado una buena impresión a ese hombre de belleza extrema, por no haber sido lo suficientemente normal como para no tropezar y caer frente él.
Esas mariposas que me acompañaban, eran sólo por Edward. Y aunque me parecía incomprensible sentir todo eso tan rápido... Lo acepté.
No me estaré equivocando ¿o sí?
Y esto es todo, ¿que tal? Genial ¿verdad? Si es que no veas las pedazo escritoras que pasan por este blog! Pues preparaos que el lunes volvemos con nuevo capítulo de Disturbia, de la mano de May!
Antes de irme, deciros lo de siempre, que no haya sustos si hay cambios, aunque en principio serán a principio de la semana que viene. Y...................... queda poquísimo para el primer aniversario del blog, y aún tenemos una cosa más que proponeros......... pero para eso habrá que esperar a mañana. Sin sustos, será fácil y divertido, ya veréis!
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9 Sonrisas:
que sea lunes pronto para que actualiceen! me he enganchado del fic, esta muy bueno!!
Anny.
Andrea ya tambien te estrenastes!!!! me rei tanto con esa carita de gato de shreck es tan tierna!!! sii que Bella quedo deslumbrada!!! quien no???? con ese tamaño de profesor quiero saber que piensa Edward !!!!!
May!!!! sigues tengo FE!!!!! quiero que sea lunes!!!!!
wowww....geniall andreaa.. me encantoooo vayaaa quien no se enamoraria a primera vista de ed y sentirr pánico al verlo jeje me gusto muxo como terminasteee y todo el contenidoo claro :D.. ahora nos keda saber pork edward reacciono kieto y con su mandibula apretada eeheeh...
k emoción y k miedoo falta poco para hacer mi cap uyyy...
chicas son fantasticas !!
EDWARD.... EDWARD....!!!!
TE TOCA MAY!!!! JEJEJ
Gracias por sus comentarios chicas, me alegra que les guste mi intento de escritura jaja!
besos =)
Dios mio!!! que le ha pasado a Edward?? jajajaja, que se ha tomado? nos ha salido el Edward lanzado que lleva dentro, madre mia.
Hay un virus en chicago!! primero Jasper, que pasa de ser el friki y tímido a lanzarse con Alice, ahora Edward....estos estan intoxicados con algojajajaja
Bueno Andrea, que me ha gustado como escribes!!, y me has sorprendido con este Edward lanzado jeje.
Muy bien guapa!! Un besazo
me gusto *_*
me gusta el fic!!!!!
wuuu me agrada mil
andrea tu cap excelenteeeeee
Andrea, aún no te había comentado pero de hoy no pasa que me ponga al día con todas, tu la primera ;-)
Ya te lo han dicho las chicas pero yo me repito, un capítulo bien narrado, esta muy bien de verdad y bueno, este Edward....madre mía, que se habrá tomado para soltarse de esa manera :*), normal que a Bella le costara un pelín contestar...
Voy a ver como sigue la cosa que esto parece ponerse emocionante....
Este Edward va a muerte eh? Lleva el cuchillo entre los dientes! jajajaj
Ha dejado a la pobre Bella atontada! jajajaja
Bueno, veremos a ver que pasa... que la cosa está muy emocionante!
Nos leemos!
Y tú, ¿nos regalas una sonrisa?