Disturbia - Prólogo

Buenassss!!!, bueno, hoy es día de estrenos ¿Vais vestidas de gala?....espero que si :P

Bueno, como os anunciemos la semana pasada, y en motivo al primer aniversario del blog, dios, me siento importante y todo jeje, hoy se estrena un nuevo fic, pero no uno cualquiera no, sino uno hecho entre todas las que querías participar….

No se que va a salir de aquí, pero se que llorar, va a ser lo último, eso seguro.

¿De que va el fic?, pues…eso es un misterio aún jeje, sus protagonistas serán los de la saga, esos que todas tanto queremos, pero…estos no tendrán nada que ver con los personajes de Meyer, sobre todo porque somos muchas las cabezas pensantes de él…..¿Límites?, ninguno, por eso mismo, lo vamos a calificar para mayores de 18 años, por lo que pueda pasar con él…, así que, la que lea, bajo su responsabilidad…

Y bueno, de momento esos es todo, aquí os dejo con el primer capítulo……Espero que lo disfruteís….

La vida no tiene solo un camino

Cada elección cuenta….

Disturbia

Prólogo….

Chicago, la ciudad del viento. Conocida por ser una de las mayores ciudades de los Estados Unidos, para ser exactos, la tercera con mayor número de población, población que vaga esparcida por sus amplias calles, cada quien con una vida, con un futuro por delante.

Decisiones que tomar, caminos que elegir, sueños por cumplir y detrás de todo ello un destino, destino que no siempre suele llevar a aquello el que se tiene en mente, destino que acaba uniendo y desuniendo a su antojo a todo aquel que toca.

Para Isabella Swan, ese destino la había llevado hasta la mágica ciudad en contra de sus ideales. A ella le hubiera gustado quedarse en Forks, cerca de sus amigos, cerca de su padre, pero ella jamás conto con que el destino le diera la oportunidad de estudiar en una de las mejores universidades del estado de Illinois.

Hoy era el día, hoy tocaba decir adiós por mucho que doliera.

Rota de dolor, de despidió de aquellos que la vieron crecer y se embarco en marcha a su nueva vida. En el fondo, sabía que era lo mejor. Sabía que si quería un futuro como periodista tenía que marcharse a curtirse en una buena universidad, en un sitio accesible donde después poder trabajar, donde poder hacer buenos reportajes de investigación y no quedar como simple columnista de la típica revista rosa, pero…era inevitable que sus miedos superaran a sus sueños.

Con temor, monto en el taxi que la llevaría a su nuevo hogar, una vez llego a la emblemática ciudad. En sus manos, el mapa del campus totalmente señalizado, el cual no dejaba de mirar mientras el vehículo iba dejando atrás los imponentes edificios.

-Hemos llegado señorita – dijo el taxista una vez llego al destino indicado.

Temblorosa, cogió su maleta y comenzó a caminar hacia la puerta de la residencia estudiantil. Asustada era poco para describir como se sentía. Isabella nunca fue una persona que sobresaliera en nada, ni en el instituto, ni en su círculo de amigos…, apenas un chico se había fijado en ella durante sus años de instituto. Estaba más que acostumbrada a no llamar la atención.

Esa misma costumbre era la que ahora le hacía palidecer ante la situación. Le daba pavor ser el centro de atención, el punto de todas las miradas cuando entrara a los sitios, como ella misma se definía, ser la pueblerina que a nadie conocía.

Un profundo suspiro salió de sus labios y armándose de un valor que hasta hoy desconocía, se abrió paso a través de las puertas del lugar.

Volvió a suspirar una vez estuvo dentro, aquel lugar no era como lo había imaginado. La beca para sus estudios solo cubría los costes de la universidad, matricula, libros, material…, nada más. Durante semanas estuvo buscando un lugar donde vivir, un lugar que se amoldara a sus ahorros, pues, aunque su padre insistió, Isabella se negó a aceptar su ayuda, pues bastante tenía ya con mantenerse él mismo con su modesto sueldo de policía.

Lo único que encontró fueron residencias de estudiantes. Era lo más asequible, no solo por la economía, sino también por la cercanía.

El silencio reinaba en toda la estancia, algo que le gusto, pues ya se estaba imaginando rodeada de gritos, música y desorden. Comenzó a subir las viejas escaleras de madera arrastrando su maleta, no era muy pesada pero para una joven que apenas rozaba los cincuenta y cuatro kilos, podía llegar a ser molesta.

Apenas había llegado a la segunda planta cuando una voz, hizo que se sobresaltara.

-¡Hey!, ¿quieres que te ayude? – pregunto la joven que ahora se acercaba hacia ella.

-No…no hace falta, yo puedo sola – contesto apenas en un susurro.

-Como vas a poder sola, apenas llevas un par de escalones y ya estas tomando aire, anda, déjame, entre las dos llegaremos antes – dijo la joven desconocida mientras agarraba uno de los extremos de la maleta.

-Gracias –expreso Isabella, ahora si, mirando a la joven que tenia delante de ella.

Era guapa, así al menos Isabella lo creyó. Dueña de suaves y pequeñas facciones y con una sonrisa resplandeciente. Era como mirar a un pequeño duende, más bien como a una de las ninfas que salen dibujadas en los cuentos para niños, incluso su pelo corto acabado en punta entraba en esa descripción.

-¿A que planta vas? – pregunto la joven con cara de ninfa una vez comenzaron a caminar juntas.

-¿Eh?, a la cuarta, si – contesto la aludida pensando mentalmente en el mapa que minutos atrás tenia en sus manos, había estado tanto tiempo mirándolo que ya se lo sabía de memoria.

-Ves, me pilla de camino, yo también estoy en la cuarta planta, por cierto, soy Alice – dijo con voz cantarina. Parecía feliz de haber encontrado a la chica nueva y eso, relajo bastante a Isabella.

-Isabella, pero llámame Bella – sonrió.

-Bella, bonito nombre, ¿eres nueva verdad?

-Si

-Te acostumbraras, todos hemos pasado por ahí – dijo Alice con cierta melancolía, recordando cuando hacía justo un año, ella había pasado por la misma situación que Bella, a diferencia de que ella no solo dejo atrás a su familia, sino también a su chico. Marc ahora yo solo formaba parte de su pasado.

-Eso espero.

-¿Y eres de Chicago?

-No, soy, soy de Forks, Washington – añadió rápidamente. Forks solo era conocido por sus residentes.

-Otra cosa más en común, yo tampoco soy de aquí, pero no hay muchas escuelas de moda en Kansas, bueno, realmente no hay mucho de nada – dijo sonriente ganándose una sonrisa por parte de Bella.

-Pues como en Forks entonces.

-Vaya dos – rieron juntas. Por fin Bella conseguía relajarse.

No hablaron mucho más cuando el sonido de algunos gritos, y una fuerte música rap de fondo hicieron que Bella nuevamente se tensara. Estaban llegando a la cuarta planta.

-No te asustes, esto es el pan de cada día – dijo Alice viendo los gestos raros de la cara de Bella.

-Vienen…de…. – no fue capaz de terminar la pregunta, sus peores miedos se habían cumplido.

-Si, y por más que le decimos a Emmet, mas alta pone la música, se cree el amo de la planta, pero en el fondo es buen chico. No es más que un niño encerrado en un cuerpo de armario – las palabras de Alice hicieron que Bella se tensara aún más.

El sonido se hacia más fuerte a medida que dejaban atrás el descansillo que separaba las escaleras de la zona de habitaciones. Sin perder de vista a Alice ni un solo instante, Bella siguió caminando tras ella mientras se maldecía internamente por no haber escogido la residencia femenina, ya hubiera buscado un modo de poder pagarla, un trabajo en alguna cafetería cercana de la universidad, o quizás una tienda, lo que fuera.

Pero no, escogió la residencia mixta.

Los ojos de Bella se abrieron totalmente una vez doblaron la esquina que no dejaba ver la zona donde, se suponía, estaba su habitación. Chicas paseando en ropa interior, distintas variedades de música acompañando a la que, desde hacia unos segundos, le estaba provocando un ligero dolor de cabeza. Chicos en ropa interior…., prendas volando a través de los marcos de las puertas abiertas, incluso algún que otro objeto más volador, objetos que Bella no quería ni pensar que eran….

Ahora ella solo quería irse de allí cuando antes….

-Bienvenida a la universidad Bella – dijo la joven que le acompañaba, dedicándole la mejor de sus sonrisas…

Y hasta aquí, el prólogo de la historia, el viernes, mas y mejor de la mano de Nuri

A continuación, os voy a pasar una lista de las personas apuntadas al fic, las que participáis, hoy os mandare un email con la copia de la lista, y si alguna quiere apuntarse que no dude en hacerlo, la inscripción en el siempre estará abierta…Animaos chicas….

X	14/07/2010	Almu /
V	16/07/2010	Nuri
L	19/07/2010	Mary
X	21/07/2010	Alba
V	23/07/2010	Karla
L	26/07/2010	May
X	28/07/2010	Adry
V	30/07/2010	Andrea.Nube
L	02/08/2010	Ayyys
X	04/08/2010	Gris
V	06/08/2010	Andrea B.
L	09/08/2010	Milu (lunes)
X	11/08/2010	Kris

Y sin más....Bienvenidas a Disturbia chicas…..

Publicado por Almu en 22:06