CAPÍTULO LVII

Bueno, es lo que toca llegados al punto en el que estamos L

CAPÍTULO LVII – Presionada

Kristen

Me desesperaba. Su actitud tan…tranquila ante la situación, me desesperaba. Pero lo gracioso…es que en el fondo, él tenía razón, nada conseguía enfadándome, ya que nada de lo que pudiera hacer en ese instante cambiaria la situación.

Lo peor de todo es que fue con él con quién acabe pagando mi frustración. Le hice quedar como el culpable de una situación en la que no solo yo era la afectada, sino también él.

Al menos me quedo el consuelo de levantarme y marcharme antes de que por mi boca pudiera salir otro disparate más, pero…para poder hablar con él, para poder pedirle una disculpa por mi…actitud, primero tenía que calmarme, aclarar mis ideas frente a lo sucedido con los periodistas, hacerme a la idea de que no era ni la primera ni la última vez que pasaría.

No me quedaba de otra que volver a resignarme ante ellos. Si quería intentar ser feliz en este mundo en el que estaba metida, era lo que había.

Para cuando la sensatez volvió a mi mente, sus brazos ya estaban rodeando mi cuerpo. Dios…me conocía tan bien. No se como lo conseguía, ni se como lo hacia pero siempre acababa dándome lo que necesitaba en cada momento. Vale, habían momentos en los que me desesperaba, como el de instantes atrás, pero al final, al final siempre sabía lo que quería, al final siempre terminaba dándome todo lo que necesitaba y eso, en el fondo, me hacía sentirme mal.

¿Sentiría lo mismo él? ¿Sentiría que yo le daba lo que necesitaba?, o, por el contrario, con mis desplantes, con mis actos guiados por puro orgullo lo haría sentirse vacío, de menos…

En situaciones como esta, era cuando más egoísta me sentía…Yo hay, pagando con él todos los problemas y él..., él mientras intentando consolarme….Pero…no podía evitar sentirme así, no podía evitar que toda la situación con los periodistas me acabara superando.

Los siguientes días a ese no fueron mucho más fáciles para mí. Cada día me tocaba escapar del hotel por una salida distinta a la anterior, y a la vuelta, la situación no era mucho más distinta. Y todo gracias a ellos, a los periodistas, los cuales me hacían sentir como una presa, como una delincuente a la que le tocaba esconderse sino quiere ser delatada, aunque en mi caso más bien, fotografiada…

Al menos en el trabajo, las cosas no iban tan…mal. Todos seguíamos llevándonos bien, y las típicas miradas raras, esas que siempre estaban durante el rodaje de la anterior película, ya no estaban. Ya todos sabían lo que había entre Robert y yo, así que…era tontería que siguieran especulando.

Incluso con Nikki la cosa fue a mejor. No había olvidado lo ocurrido tiempo atrás, y por supuesto seguía teniendo muy presente que seguía relacionándose con mi ex pero…ni yo la seguí cuestionando, ni ella a mi, incluso alguna que otra vez me había ido a pasar el día con ella y su pareja cuando tenía el día libre y no podía seguir estando encerrada. Además, en el fondo le seguía teniendo cariño, aunque aún me seguía costando confiar en ella.

-Puedes explicarme el porque tengo que ir de compras con tu amiga y el peli teñido de su novio – escuche a Robert decir desde el baño.

Nikki había organizado una salida aprovechando así que tanto Robert como yo teníamos el día libre, ya que hoy tocaba que otros rodaran. Al principio no me pareció buena idea, no por nada, Nikki se estaba currando a base de bien el que volviéramos a tener una relación cada vez más fluida, más bien era por él por quien me lo pensé dos veces.

Entre ellos apenas había vuelto la comunicación, apenas algún que otro monosílabo eran las palabras que se dedicaban, pero…si yo lo estaba pasando mal con el hecho de tener que estar encerrada, Robert no lo estaba pasando mejor. En su cara podía reflejarse que estaba empezando a estar harto de todo, así que el quedarnos encerrados también hoy no era buena idea, y salir los dos solos, eso menos, eso seria peor, de eso estaba totalmente segura.

-Porque tanto tu como yo necesitamos salir a que nos de el aire, y no, la terraza no cuenta para hacer eso – ya me conocía cada soleta del suelo de ella – así que termina de afeitarte, peinarte o de hacer lo que tu sabrás que estas haciendo desde hace mas de media hora – grite mientras terminaba de estirar las sabanas de la cama….Dios, si hubiera sido mujer…no, no quiero ni imaginármelo.

-Y porque no nos vamos los dos solos – claro que sí….

-Robert… ¿No sabes ya lo que pasaría si hacemos eso?

-Lo mismo que saliendo con la parejita feliz – afirmo.

-No, lo mismo no – dije dirigiéndome hacia el baño – Además, nos hace bien estar con más gente, relacionarnos con los demás, no siempre vamos a ser tu y yo, tu y yo – no estaba cansada de él, al contrario, pero no era malo salir con más gente.

-Kristen, no me niego a salir con más gente, pero el rollo parejitas con esa parejita pues….no – dijo mirándome.

-También va Elisabeth.

-Que consuelo – ironizo.

-Robert….

-Kristen, no tengo nada en común con ese tío que tiene nombre de ciudad, lo sabes – reí - Y con ella…bueno, de ella mejor ni hablo.

-Hubo un tiempo que fuisteis amigos – dije con sarcasmo, aquello ya estaba olvidado pero…me jodia recordarlo, me jodia y no poco pensar en ellos como…No…mejor no pienso más.

-Kristen…

-No me molesta… - le interrumpí - Bueno si, no te voy a negar que no me joda pensar en la idea de que tu y…ella… - jodía, jodía y dolía - Pero eso forma parte del pasado ¿no?...Además – comencé a cercarme a él – Tu con quien estas es conmigo, y a quién quieres es a mi ¿no? – pregunte entrelazando mis manos alrededor de su torso pegando así mi cuerpo a su espalda.

-Es que acaso lo dudas – afirmo sin dejar de mirar la imagen de ambos reflejada en el espejo del baño.

-Ya no hay dudas – respondí antes de besar la parte alta de su espalda – Y ahora vamos, termina de una buena vez – dije volviendo a separarme de él - No entiendo como puedes pasar tanto tiempo delante del espejo, si después no vas a dejar de tocarte el pelo igualmente.

-Kris, yo compenso el tiempo que tu no utilizas delante del espejo – se mofo.

-Es que a mi, no me hace tanta falta – reí.

-Creída.

-Flippy.

-¡Eh!, no me llames así – reclamo acercándose nuevamente a mi.

-Te llamo como quiera – conteste a milímetros de su boca.

-Ridícula – me beso.

-Payaso – dije como pude antes de que su boca volviera a tomar posesión de la mía.

Definitivamente, hoy tendrían que volver a esperarnos.

Una vez acabadas las interrupciones, nos marchamos rumbo a la cafetería donde habíamos quedado, no sin antes tener que hacer el paripé diario para distraer a la prensa. Por lo menos, la tarde resulto ser más entretenida de lo que presagie en un principio, bastante más. Tras un café rápido, en el que por fin vi a Robert y a Nikki comportarse como la edad que tenían, y por sugerencia de él, cosa que me sorprendió, pasamos el resto del tiempo por varias tiendas de la zona.

Lo dicho, si hubiera nacido mujer, quizás no hubiera sido tan coqueto. Pasamos horas esperando que el señorito se decantara por alguna de las prendas que había. El pantalón que le sentaba bien, no le gustaba, y el que le gustaba, le quedaba totalmente ridículo, aunque él mismo quisiera convencerme de lo contrario. Mientras a mí, no me toco otra que hacer lo mismo que él, ya que nuestros acompañantes, hartos de la tardanza de Robert, decidieron ir a otras tiendas, y claro, solo no quería quedarse, además, estaba claro que necesitaba de mis consejos, y eso que yo no peco por ser una entendida en moda precisamente.

Tras gastarnos entre los dos la suma del sueldo de más dos meses de una persona mas corriente que nosotros, dinero que pago él en contra de lo que le dije por cierto, por fin salimos de la tienda, cosa que el fondo agradecí, ya que las dependientas no dejaban de mirarnos ni un momento. Y fue en ese momento, cuando me lleve la mayor de las sorpresas.

Bobby, un amigo de Robert, daba un concierto esa noche en la ciudad, concierto al que habíamos planeado asistir desde que lo supimos. La sorpresa vino cuando, tras comunicárselo a Nikki y compañía, Robert, les sugiriera que nos acompañaran, y ante la duda de ellos, él les insistiera hasta que finalmente dijeron que si. Sin duda, la salida con ellos no había sido tan mala idea.

Lo malo, vino un vez finalizo el concierto…

-Los taxis han llegado – dijo Bobby entrando a la sala donde estábamos tomándonos algo – Por cierto, no han venido solos – dijo con pesar mirándonos a Robert y a mi.

-¿Prensa? – pregunto Robert.

-Y fans….muchas fans – contesto.

-Unas cuantas – hablo Nikki mirando por la ventana el panorama - Podemos esperarnos hasta que se vayan – sugirió.

-Si nos esperamos quizás fuera peor.

-Elisabeth tiene razón, si os esperáis corréis el riesgo de que vengan más, si están aquí es porque saben de vuestra presencia.

-Y si nos vamos nosotros primero y os esperáis un rato más, quizás al ver que no sale nadie más se marchen.

-No lo creo Paris, saben que Bobby es mi amigo, si están aquí es porque saben que estamos nosotros – dijo Robert, el cual se veía claramente molesto.

-¿Dime que hacemos? – le pregunte a él, sabía de sobras que la atención de ahí fuera no era por nadie mas que por nosotros dos.

-Esperar o salir, una de dos.

-Salir, no podemos quedarnos aquí hasta mañana, además ya saben que estamos aquí.

-Pero…

-No va a pasar nada que no sepamos – le interrumpí – Unos cuantos gritos, flashes por todos lados, algunas preguntas molestas…Ya sabemos lo que nos espera. Prefiero salir a seguir aquí tramando planes de huida – llegar a ese extremo ya me parecía demasiado ridículo.

Pero…me equivoque…., y de haber sabido lo que pasaría una vez pusiera un pie en la calle, jamás hubiera salido del recinto.

Una vez Robert traspaso las puertas de la salida, las fans corrieron hasta él y junto a ellas, los paparazzis y por un momento, se hizo de día. Los flashes de las cámaras comenzaron a dispararse iluminando el corto camino hasta el taxi, corto en metros, pero a mi, a mi se me hizo eterno.

Los gritos de las fans, los de los periodistas, mi manager detrás nuestro intentando que nadie se nos acercara más de lo permitido. Otra vez los gritos, “Robert, Robert”, solo eso se escuchaba. A los periodistas, corriendo detrás de nosotros, pegándome la cámara todo lo que podían….

Gritos, insultos y más gritos….

Una vez dentro del taxi, la cosa no fue a mejor. Ni un solo instante levante la cabeza en alto mientras el taxi estuvo parado. No los veía, pero si los sentía, si los oía. Escuchaba los flashes a través del cristal, los gritos de ellos y de todas las….locas que estaban ahí fuera. Si sentía la presión en mi pecho, esa que me anunciaba que de un momento a otro explotaría, la mirada de Nick, la del taxista…la de Robert….todas.

Sentía todas y cada una de las miradas puestas en mí, a la vez que sentía como el control de mi vida se esfumaba…

-Kristen…. ¿Estas bien? – asentí levemente. No se cuantas veces lo había echo ya en respuesta a su pregunta desde que habíamos vuelto al hotel. – Lo que ha pasado…dios, no se ni que decir…ojala hubiera podido evitarlo…ojala…

-Calla – le interrumpí – Tu no tienes la culpa.

-Kris…sabes, sabes que si hubiera podido evitarlo lo habría echo – asentí nuevamente, lo sabía – Háblame…dime algo por favor…no te quedes callada…

-Robert…quiero irme a dormir – conteste mirándolo por primera vez en varias horas, las mismas que llevaba sin apenas hablar.

-Kris….

-Robert, de verdad…mañana lo hablamos – volví a interrumpirle a la vez que me levantaba del sofá, momento que aprovecho para volver a abrazarme y acariciar mi pelo mientras me susurraba lo mucho que me quería, mientras intentaba consolarme diciéndome que lo sucedido no volvería a pasar. Pero yo sabía que sí.

Y por primera vez en mucho tiempo, sus brazos no me dieron el consuelo que necesitaba…

-------------------------------------------------------------------------------------------------

-Kristen… ¿Estas bien?.....

-¿Eh?

-¿Te pasa algo? – pregunto Marc entrando a la habitación.

-Malos recuerdos….muy malos.

-Ya…Oye es hora de irnos.

-Él esta listo.

-Desde hace rato…Vamos cielo – dijo dándome su mano para que bajara.

-Si….ya es la hora.

-Es la hora de brillar, la hora de dejar atrás el pasado….Tu puedes con todo, siempre has podido así que… ¿que supone para ti ganar el Oscar?...Nada… - rió haciéndome reír a mi.

-Hoy toca brillar – susurre para mi, hoy era mi día, y no dejaría que los recuerdos me lo estropearan…

Vale, esta será la última vez que el presente, en esta historia, haga acto de presencia al mismo tiempo que el pasado. La próxima vez ya será en el último capítulo, capítulo, que como habréis comprobado, no esta muy lejos….

Ahora llega el momento en el que os comunico algo. Chicas, me voy de vacaciones en una hora. Me voy a Barcelona unos días, no se cuantos, mínimo una semana, así que durante ese tiempo no estaré por aquí. Os iba a dejar un regalito para que Cris lo colgara durante mi ausencia, pero no me ha dado tiempo a terminarlo, así que en cuanto vuelva os lo cuelgo ¿ok?. Portarse bien chicas, y echarme mucho de menos, yo lo hare…

Mientras os dejo con Ayyys, ya sabéis que ella os trata muy bien….

Besosssss….

Publicado por Almu en 12:58