Disturbia - Capítulo VIII (May)

Chicas disculparnos el retraso pero ni os imagináis lo liadas que estamos con el dichoso cambio del blog, solo diré que cuando parecía que todo estaba controlado, nos sale un inconveniente de los gordos :S, a ver si puede ser que este para mañana, ojala.

Bueno, ahora si a lo importante. Nuevo capítulo, hoy escrito por May, una chica a la que personalmente yo le tengo mucho miedo porque desde el día uno venia amenazando con matar a Jacob :S...., pero se que no lo ha echo, aunque ganas no le habrán faltado :P

Sin más......

CAPÍTULO 8 – Cadena de errores.

POV Edward

No me lo podía creer, estar acá frente a mi armario buscando que ponerme para ir a la dichosa fiesta de inicio de curso. No se que estaba pensando cuando me deje convencer de Emmet, a veces lo odiaba, no en el sentido malo del odio, si no al contrario, odiaba la forma en que me podía convencer de algo que en el fondo no quería hacer. Estoy por creer que tengo graves problemas de voluntad.

Después de un rato decidí que lo mejor era cenar algo antes de irme, por lo que puse el stereo en una emisora cualquiera y me serví un poco de cena del día anterior, se veía comestible aun, y me senté en el taburete de la cocina, escuchando todo y a la vez nada de lo que sonaba en la radio. De pronto puse un poco más de atención en la canción que inició, y de una u otra forma aun me llevaba a pensar en ella, en todos y cada uno de los momentos en que creí que la amaba más que a nadie; y un momento en especial se vino a mi cabeza, el tercer aniversario de nuestra relación. Ese día planee todo de la mejor forma posible, iríamos a Santa Mónica al día siguiente, pero esa anoche quería que fuera especial, por lo tanto hice yo mismo su plato favorito, menos la salsa que compre ya lista. Quería que fuera como aquellas primeras citas. Después de que cenamos decidimos bailar un poco, la noche era tranquila, y la música ayudaba a mejorar el ambiente, y ahí sonó esa canción, mientras la sostenía en mis brazos y besaba su cuello. Ese día comprendí que era la mujer que quería para mi.

Sin embargo acá estaba mucho tiempo después, solo, en mi cocina, escuchando la misma canción y con el mismo nudo en mi pecho y en mi cabeza. Fué entonces cuando decidí también que necesitaba seguir adelante, ellos lo habían hecho, ellos seguían con sus vidas y a mi una sola canción me ponía contra el piso. Por eso esta noche no pensaría en nada ni en nadie, solo en distraerme un poco y en tratar de quitarme este peso con el que llevaba ya tantos meses encima.

Con esa resolución llegue al lugar de la fiesta, en una esquina vi a mi hermano como siempre haciendo del payaso de turno, tome una bebida que había sobre una mesa cerca de la entrada y fuí hasta el.

- Hermano!!!....creí que me dejarías plantado…- dijo Emmet con una sonrisa y alzando un brazo para chocarlo conmigo, aunque luego lo bajo al ver que yo no hice lo mismo.

-Te dije que vendría y acá estoy….Muy…emm… festivo el ambiente. – Dije mientras miraba alrededor a muchos de estos “niños” bailando, tratando de ligarse mujeres mayores, alumnas mías, alumnos ya haciéndose los interesantes, en fin, mucha testosterona y estrógenos en el aire mezclados con un poco de alcohol ,ilegal, pero alcohol, eran una combinación la verdad poco atractiva para mi. Sin embargo volví a pensar, hoy estaba acá para todo lo contrario, precisamente para no pensar.

Conversé un rato más con Emmet, luego vi a Alice llegar, con otra de mis alumnas, la señorita Swan, Want… ehh… ya ni recuerdo. Ví a la alumna que creo que tenia serios problemas motrices entrar y seguí el curso de mi conversación con Alice. Después de unas horas y un par de actuaciones estúpidas de mi parte decidí irme a mi casa.

Ya en mi cama hice una breve revisión de lo que había sucedido en estas tres horas de “fiesta”. Sin duda esta noche había sido una cadena de errores, ¿en que estaba pensando cuando saque a bailar a esa niña?, ¿que demonios hice al acercarme así a ella?, ese sin duda no era yo. Lo de hoy podría costarme mi puesto en la universidad y no solo eso, mi reputación y toda la imagen que tanto trabajo me ha costado mantener y crear para estar donde estoy hoy profesionalmente. Definitivamente esta noche no estaba pensando en nada.

Por otra parte me sentía tranquilo de que no hubiera cometido otra estupidez más besándola o algo axial. Es mi alumna antes que nada, además es bastante menor. No, ni pensar, esto no volvería a pasar, las invitaciones de Emmet a cualquier tipo de evento del campus quedaban de antemano ya rechazadas; desde mañana, me dedicaría a seguir siendo Edward Cullen. No el que no piensa antes de actuar, no, ese no, seria el Edward Cullen profesional y ante todo el Profesor Cullen. Con ese último hilo en mi cabeza me quede profundamente dormido.

Al día siguiente, un maldito sonido que ya era muy conocido retumbaba en mi oído izquierdo. Sin duda era mi despertador, como odiaba ese aparato. Pero ese sonido solo indicaba algo, que tenia clase a las 2 PM y por lo tanto tenía que levantarme ya.

Me prepare un poco de desayuno, encendí mi laptop y me senté en mi escritorio a revisar mi correspondencia mientras me tomaba un café. Y ahí estaba el sobre que tanto tiempo me había temido que llegara. No esperaba un mail, ni una llamada, porque no era su forma de expresar las cosas. Era así en una carta, de su puño y letra. Observé detenidamente el sobre y sin pensar lo puse en la mesa y lleve mis manos a mi cabello.

¿Ahora que hacía?, ¿lo leería? La verdad no sabia si quería o no hacerlo, aun no, aun no abriría esa carta. Mientras seguía en mi debate interno, mi móvil empezó a sonar. Observé el identificador y una sonrisa se pinto en mi cara, ella era la única mujer que siempre tendría lo mejor de mi.

-Hola Mamá, como estas?- Sonreí al notar el leve suspiro que salio de ella.

- Edward eres un mal hijo, muy malo, ¿cuándo pensabas volver a llamar?, ¿que tal si me pasara algo?, ¿si me fuera al Everest y me quedara en la cima sin poderme bajar?, o mejor si me secuestraran, no te enterarías hijo – reí en la forma en la que se imaginaba cosas.

- Esme, estoy bien gracias, pero no te he llamado porque me estaba instalando y además hasta hace poco inicié mis clases. Así que ya pensaba hacerlo hoy.- admití sinceramente.

- Si claro, definitivamente no niegas que eres un Cullen. Siempre dicen lo mismo, ya te iba a llamar, tenia el móvil en la mano con tu nombre en la pantalla, mamá iba rumbo a la cabina telefónica… si si si, esos son mis hombres. – Eso último ya lo dijo riéndose, esa era mi madre, la única mujer que me seguía siendo fiel y a la que yo siempre le sería fiel, la mujer a la que mas había lastimado con mis actitudes, pero que sin embargo seguía ahí a mi lado. Conversamos un poco mas y prometió tratar de venir en un mes o dos. Yo también prometí que pronto intentaría ir a visitarla.

Luego de hablar con mi madre, tomé una ducha y prepare mi clase del día de hoy; fui a un lugar cercano a comer algo antes de mi clase, y de regreso en mi auto, volví a pensar en el sobre. Sin duda cuando llegara a casa lo abriría, pero por lo pronto era hora de ser el profesor Cullen.

Y así entre a mi aula de clases, ya había 4 alumnos, los más puntuales.

- Buenas Tardes.- Saludé mientras descargaba mi maletín y empezaba a preparar el materia para mi clase de hoy. Acá sería el mismo de siempre.

¿Que tal chicas?, tenemos una nueva promesa en este mundillo ¿verdad?....Comentad, comentad....

El miércoles, mas de la mano de .........Grisel, una de las pocas que no es novata en estp de escribir....

Y para despedirme deciros que mañana el blog cumple un añito, y ojala, podamos celebrarlo con nuevas cosillas....

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Publicado por Almu en 21:37