ACTUALIZACIONES DEL BLOG
Buenas, aquí, trayendo un nuevo capítulo de disturbia, hoy si, de Mary....De el, lo unico que os puedo decir es que si, con el anterior la temperatura subio...hoy no se que puede pasar :-}
Os veo al final con unas palabras de la propia Mary.....Disfrutadlo...
Capítulo XVII Perdiendo la Timidez
Emmett Pov
Arreglándome para la fiesta de esta noche, no podía dejar de darle vueltas a lo ocurrido el día anterior con Rosalie, aquella mujer que se había ganado mi corazón en tan poco tiempo, pero que me dejó muy claro que el afecto no era mutuo… me sabía mal acabar de esa manera, ya no sólo por mí, sino también por la pequeña Emma, esa niña tan dulce a la que quiero demasiado pero tal como dije ayer, se acabó vivir en el pasado y hoy sería el día de volver a mi antigua vida siendo el rey de todas las fiestas.
Además, esperaba encontrarme con la belleza de ayer, Bella. Estaba acostumbrado, para qué negarlo, a tratar con autenticas bellezas y esa chica no lo era a simple vista. Pero era especial y me transmitía cosas que ni auténticos cañones de tía eran capaces. Esa mirada tímida, su carita de ángel y ese cuerpo… un cuerpo que quizás no era especialmente llamativo pero era tan pequeña y frágil que con solo imaginar lo que podía hacerle, me olvidaba de cada rubia imponente y cada morena explosiva. Bella, aquella muñequita con la mezcla perfecta de inocencia y misterio para volver loco a cualquier hombre.
De camino a la fiesta, me la encontré de espaldas con un vestido que dejaba muy poco a la imaginación pero, en cambio, a mi me alegraba mucho la visión. Desde ese momento, estuvimos juntos toda la noche, se hacía muy fácil hablar con ella… no era de las chicas que necesitaban hablar de cualquier cosa en todo momento para llenar algún silencio incómodo.
Al ver que se estaba divirtiendo y perdiendo la timidez a medida que pasaba el rato, mención especial a las cervezas, decidí que su novatada fuera perder la vergüenza por una noche, empezando por el baile que me prometió el día anterior cuando chocó conmigo. Después de horas de baile, risas y pequeños juegos para provocarnos y llevarnos al límite el uno al otro decidí que podríamos divertirnos con alguien más antes de hacerla perder definitivamente la timidez, solté una carcajada por mis pensamientos causando las miradas curiosas de la gente.
Gracias a un amigo que me facilitó nata, pensé en alguna travesura que pudiera hacer fácilmente para probar su valentía y con la condición que si no lo hacía eso fue que me dejara llenarla de nata en cualquier parte de su cuerpo, no sé bien quien se sorprendió más cuando aceptó esa condición… si ella o yo mismo. De esa manera acabamos en la habitación de uno de los cabrones de la facultad, dispuestos a llenarle la cama de nata pero en el último momento, me dejó en la habitación pero no la dejaría irse sin que antes pagara su “multa”.
Para jugar un poco más con ella y provocarla, decidí llenarle la pierna de nata y en el momento que saboreé la nata en su piel, el calor y el deseo que sentí durante el baile al sentirla tan pegada a mí resurgieron nuevamente. Con un gran esfuerzo, paré para no tomarla justo en el pasillo y no hicieron falta las palabras, sólo tuvimos que entrar en la habitación y empezar a darle rienda suelta a eso que nuestros cuerpos más deseaban.
Dando el primer paso y sin querer retenerme por más tiempo acorralé a mi pequeña presa entre la pared y mi hambriento e insaciable cuerpo, la lasciva mirada que recibí a cambio hizo que mi verga vibrara de anticipación y sin tener que pensarlo demasiado, me apoderé de nuevo de sus labios y dejé que mi lengua se extasiara de su delicioso sabor al mismo tiempo que mis manos empezaban un recorrido por su apetitoso cuerpo. Delineé la silueta de sus brazos y los puse alrededor de mi cuello para tener acceso a su cintura imaginándome lo estrecha que debería de ser.
Su cuerpo vibró cuando pasé por sus caderas y sólo segundos más tarde su gemido se ahogó en mi boca cuando me apoderé de sus glúteos que masajeé apretándola aún más contra mí. ¡Oh sí! Ya podía sentir como nuestros cuerpos empezaban a reaccionar ante el hambre de sexo que poco a poco se había apoderado de nosotros y mientras nuestro beso se hacía torpe pero demandante, mis caderas se movieron intentando calmar la desesperación que sentía por hundirme muy profundamente en ella.
Nuestra respiración era agitada una vez que separamos nuestros labios pero sin querer perder tiempo, le quite su vestido pasándoselo por encima de la cabeza y todo pareció perder sentido y significado mientras miraba su desnuda silueta. Mis ojos se maravillaron mientras se paseaban lentamente por su pequeño y curvilíneo cuerpo. Sus pechos eran pequeños como ella pero no por eso menos deseables, su turgente y excitado pezón llamaba por la atención de mi boca. Me lamí los labios sin querer anticiparme y dejé seguir a mis ojos con su escrutinio. El aire se escapó, casi de manera violenta, de mi pecho cuando me encontré con una pieza de encaje negro muy pequeña y muy sexy, que prácticamente me hizo babear. Su tanga escasamente le tapaba lo que yo más ganas tenía de ver, lamer y coger. Esta belleza era por fortuna toda mía y tenía pensado tomarme todo el tiempo del mundo para recorrer con mis manos, mis labios y mi lengua cada parte de su cuerpo hasta aprendérmelo para que su figura quedara para siempre guardado en la retina de mis ojos. La pequeña y dulce Bella era una preciosidad que ha bajado del cielo para volverme loco en esta desenfrenada noche que pronosticaba millones de litros de sensual placer.
Desesperado, volví a juntar nuestros labios adentrando mi lengua en su boca, explorando cada recoveco de su cavidad y jadeando me separé sólo para mordisquear su mentón y su cuello. En mis labios siento la vibración de sus dulces gemidos que salen desde lo más profundo de su garganta que con cada toque de mis expertas manos sobre su sensible piel van siendo más sonoros.
Nuestras respiraciones se hacen cada vez más erráticas mientras notó que la presión en la parte baja de mi cuerpo contra la bragueta de mi pantalón, se hace dolorosa y casi insoportable. ¿Cómo me puede hacer esto con solo un par de besos? Mientras pensaba en lo caliente que era esta pequeña niña, me pregunté si mi verga podía estar más dura de lo que estaba en este momento y comprobé que sí cuando Bella tomó mi rostro entre sus manos guiándome hasta sus pechos. El contacto de su pezón con mi lengua me hizo estremecer casi tanto como a ella. Sin fuerza de voluntad, mi mano fue hasta su otro seno e hice rodar la punta entre mis dedos haciéndola arquear y gemir, permitiendo que su seno se metiera casi por completo dentro de mí insaciable boca y cosa que aproveché para mordisquearlo un poco. Sus manos me acariciaban lentamente la nuca y detrás de las orejas como si de su mascota se tratara y no me molestó para nada. La vi sonreír de satisfacción, su cabeza estaba ligeramente inclinada hacia atrás y sus dulces ojos estaban cerrados, seguí saboreándola hasta que convertí su risa en un gemido que hizo que una brutal descarga de algo imposible de definir pasara por toda mi columna hasta golpear directamente a mi erección. Fue incontrolable el gemido que se me escapó contra sus pechos. Bella se estaba, prácticamente, derritiendo entre mis manos. Lo notaba por sus suaves temblores y por los dulces jadeos que se escapaban de sus labios.
Decidí dejar de jugar con sus pechos pero a cambio dejé que mi lengua tuviera un tour por su liso y sensible vientre. Su piel tenía un sabor afrodisíaco y ese color rosa pálido la hacía ver tremendamente exquisita, además era tan suave y tersa que me incitaba a seguir lamiendo y, por qué no, a mordisquear con veneración ese pequeño templo del placer.
Me entretuve jugueteando con su ombligo mientras me arrodillaba frente a ella. Mis manos se deslizaron ligeras a sus caderas buscando las tiras de ese trozo de tela que en este preciso momento empezaba a sobrar. Suavemente y como a ninguna de mis antiguas amantes le había hecho, resbalé su tanga por sus torneadas piernas, dejándolo caer a sus pies y dejándola totalmente desnuda y apetitosa delante de mí. Mantuve mi vista clavada en sus ojos pero en realidad me estaba deleitando con el olor que ella desprendía en ese momento. Con una sonrisa picara, mi mano derecha se deslizo desde su cadera por todo su muslo hasta el pliegue interno de su rodilla y puse su pierna sobre mi hombro.
—Esta es la última prueba para superar tu timidez esta noche, cariño— dije mientras empezaba a resbalar mis dedos por sus dulces y muy húmedos pliegues. Gemí internamente al notar lo preparada que estaba ella para recibirme.
Bella sonrió casi inocentemente antes de agacharse y pasar su deliciosa lengua por mis labios, provocándome antes de erguirse nuevamente. ¡Justo lo que necesitaba! Aspiré su caliente aliento y entonces mi lengua encontró casi que por inercia su vibrante y deseoso clítoris. Primero le di una lamida tras otra, hasta que las manos de Bella fueron a mi cabeza y lo tomé como señal para empezar a succionar su centro de placer.
—Oh Dios... Emmett— Escuchar mi nombre en un gemido era siempre la mejor parte de hacer esto.
Seguí torturándola y extasiándome con sus jadeos ya nada discretos y noté como su pierna temblaban ligeramente y entre gemidos intentaba mantener el equilibrio sobre su zapatos de tacón bajo, reí ligeramente y seguí con mi deliciosa tarea. Me desesperé al probar su sabor salado y me excitaba demasiado el escuchar su respiración entrecortada mientras le proporciono placer con mi boca pero, aún no estaba satisfecho y sin poder contenerme introduje dos dedos en su interior y comencé a moverlos lentamente, de afuera hacia dentro una y otra vez disfrutando de la textura sedosa que los rodeaba y segundo a segundo fui aumentando el ritmo logrando que ella echara la cabeza hacia atrás y se corriera con un grito ahogado y largo. Bella vibró largamente y yo reclamé su cuerpo y cada uno de sus gemidos como míos.
Me incorporé despacio, sujetándola entre mis brazos, para no dejarla caer y la llevé hasta la cama depositándola delicadamente entre las mullidas almohadas. De pie, frente a ella y sin apartar mis ojos de los suyos fui despojándome una a una de mis ropa. Solté un largo suspiro cuando por fin mi erección saltó libre y deseosa de estar en su interior, pero aún no era hora, aún tenía ganas de juguetear con su delicado cuerpo y al parecer yo no era el único.
Cuando Bella pudo alejar su caliente mirada de mi obvia y rígida erección, le enseñé el bote de nata que habíamos llevado y su pícara sonrisa me hizo estremecer, así que para controlarme y no echarme sobre ella como un animal, agité el bote y apreté el botón hasta que salió una bola de nata. Escuché como la respiración de Bella se volvía más rápida mientras me miraba esparcir la nata sobre mi pene, tenía tantas ganas de ver su pequeña boquita alrededor mío. Haría que esta noche fuera inolvidable para los dos.
Lentamente, me acerque a la cama al tiempo que ella se ponía sobre sus rodillas y manos frente a mí, su rosada lengua salió al encuentro de mis dedos que lamió con más que ganas y luego suspiró largamente.
No fui consciente de cuando Bella había empezado a lamer la nata ni de cuando yo había empezado a gruñir como un animal pero, de un momento a otro, ella me mecía entre sus labios como si fuera una experta. Ya no quedaba nada de nata así que ella estaba succionando con hambre y habilidad la punta de mi erección que poco a poco fue entrando en su pequeña cavidad. Oh, Dios, su boca me alojó casi que por completo mientras yo no hacía más que mirarla y gemir. Con mi dedo pulgar le limpié la comisura de los labios llena de nata y mientras ella se tomaba un respiro, unté la nata en la punta de mi erección y luego hundí mis manos en la espesa cabellera marrón de Bella para atraerla hacia mí. Su rosada y rasposa lengua hizo magia conmigo.
No pude evitar fijarme que los papeles habían cambiado, ahora era ella mi mascota y definitivamente Bella haría cualquier cosa que yo le ordenara. Yo era su amo. Ese último pensamiento me hizo arquear la espalda y que líquido pre seminal le llenara la boca. La escuché gemir y segundos más tarde estábamos besándonos como locos, probándome en sus labios.
Distraídamente, empecé a esparcir nata por su cuerpo. Alrededor de sus pezones, bajo sus costillas, en su monte de Venus, entre los muslos, ¡por todas partes! Seguí torturándola hasta que la escuché murmurar mi nombre en una súplica y, con una sonrisa socarrona, me acosté en la cama para poder poner a Bella sobre mí, sus senos dieron directamente en mi rostro y no esperé nada para empezar a lamerlos con adoración. El sabor de la nata combinado con el de su piel era la gloria.
Toda la nata que había esparcido en su cuerpo, ahora estaba en el mío también, excepto la de sus muslos, así que ataqué directamente esa zona. Atraje las caderas de Bella hasta mí y su deliciosa vagina quedó a mi merced. Iba a empezar a lamerla cuando ella se volteó y temblé al entender lo que quería hacer. Ahora ella también tenía acceso a mi verga que se metió de golpe.
Mientras disfrutaba de sus lamidas, con mis manos acaricié sus hombros, su espalda y su precioso trasero para luego dejar salir mi lengua en busca de ella. La nata había quedado en el olvido, sus jugos era lo que ahora me importaba. Lamí con hambre el suculento manjar que ella me estaba ofreciendo en bandeja de plata. Mientras su aliento caliente golpeaba mi erección, mi lengua se adentró por su húmeda entrada. Jugueteé con sus labios y más tarde con su clítoris.
Cerré los ojos sintiendo todas sus caricias y lamidas más intensamente al mismo tiempo que ella me tomaba con hambre y con ansias. Estábamos arrancándonos grititos de placer y llevándonos al borde de la locura.
Admirable, las descargas que las succiones de su boca provocaban en mi cuerpo eran dignas de toda una profesional. Su lengua subía y bajaba sin parar y sus labios apretaban mi verga, provocando que perdiera la cabeza.
Miles de mujeres habían llenado mi cama, incontables durante todos estos años, pero ninguna con semejante habilidad a la está apetitosa mujer. La pequeña Bella estaba resultando ser todo un descubrimiento, toda una diablilla escondida en ese cuerpo de angelito.
Me detuve antes de que ella me hiciera explotar antes de tiempo, la obligué a ponerse de rodillas apoyándose en sus antebrazos y sin más premeditación, coloqué la punta de mi pene en su entrada y me hundí en ella con una embestida que nos quitó el aliento a los dos. Empecé a mecer mis caderas entrando y saliendo de ella con pasión de sobra y mientras la escuchaba gritar, acuné sus pechos en mis manos, los apreté haciéndola gemir… en ese momento, ella también empezó a mover sus caderas contra mí aumentando el ritmo de nuestra pasión.
Solté uno de sus pechos para dejar a mi mano vagar por su delicada figura, le di una nalgada antes de que mis dedos se resbalaran por su cadera hasta que encontraron su excitado clítoris. Lo tome entré mis dedos, lo estimulé y lo hice rodar logrando que soltara un grito ensordecedor.
Sus jugos tenían húmeda y brillante mi verga y lo que hacía fácil entrar en ella. La tomé del cabello y con un fuerte tirón que estoy seguro, la éxito más de lo que le dolió, pegué su espalda a mi pecho. Volví mis embestidas más fuertes, mis dedos trabajaron en ella más rápido y cuando empecé a mordisquearle el lóbulo, explotó en un glorioso orgasmo, sin embargo no dejo de moverse ni de gemir…
—Emmett, córrete conmigo…— el escucharla decir eso, me llevó al borde y un minuto más tarde me vacié dentro de ella con un gruñido ronco y fuerte, deje que mi orgasmo pasara desde mi polla hasta mi columna y de vuelta saboreando cada segundo de este.
Cansados y extasiados como nos encontrábamos, caímos en la cama en esa posición aún conmigo en su interior pero para no chafarla con mi cuerpo, salí de ella para después rodar y quedar mirando el techo mientras recuperábamos el aliento e recobrábamos la normalidad. Pasados unos segundos, me giré para verla en la misma posición que yo, sonreí al verla así y tratando su desnudez con total naturalidad.
—Me parece que he conseguido mi objetivo de esta noche, has conseguido superar tu timidez— le dije antes de escuchar su risa.
—Al llegar a la universidad, lo menos que me esperaba era una novatada como ésta— dijo mientras recorría mi cuerpo de arriba abajo logrando encenderme nuevamente.
Me abalancé sobre ella para que viera que la noche aún no había acabado cuando escuché que llamaban a la puerta… decidí ignorarlo y seguir disfrutando de sus labios pero los golpes se hicieron más insistentes, soltando una maldición me separé de ella lentamente lamiéndole los labios y para después murmurar sobre ellos.
—Esto no termina aquí, preciosa— me levanté para vestirme con el chándal y mandar a la mierda a quien quiera que nos hubiera interrumpido pero cualquier pensamiento homicida desapareció de mi mente al ver a Alice con los ojos llorosos y temblando debido a sus sollozos.
"Vale chicas, espero que os haya gustado el capítulo, eso ante todo. Pero también decir que no todo es mío, para escribir este cap he tenido la ayuda de grandes amigas, una se mantiene en el anonimato pero sabes que te lo agradezco mucho y la otra chica es Alejita o Princesa Luthien, como algunas conoceréis por haberla leído por ff.net!
Un beso chicas, nos leemos!"
Chicas, ¿como va la temperatura?
Nos leemos el miercoles con Karla....
16/08/2010 Almu
18/08/2010 Nuri
20/08/2010 Ayyys
23/08/2010 Mary
25/08/2010 Karla
27/08/2010 Adry
30/08/2010 May
01/09/2010 Andrea.nube
03/09/2010 Alba
06/09/2010 Grisel
08/09/2010 Airam
10/09/2010 Montse
13/09/2010 Milu (lunes)
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7 Sonrisas:
Que calor!!!!!!!
Se ha puesto fuerte la cosa jejeje. Así es como quería que acabara mi capítulo. Genial, me has leído el pensamiento. Esto necesitaba un poco de movimiento!!! Y con eso no me refiero al tipo de movimiento que has descrito, aunque ese también jeje, me refiero en general.
Hay que abrir la mente!! y aceptar que puede haber otros lios entre los personajes que no sean los de siempre. Y aceptar también que no todo puede ser perfecto, Edward y Bella me encantan juntos, pero todo a su debido tiempo.....
Me ha encantado Mary!! Eres una artista, ya te lo dije jeje. Que bien has contado todo, de forma natural y con buen gusto, enhorabuena!!!!
Besitos!
Woww!! si que esta caliente el ambiente ... pero jamas me imagine Bella tenienso sexo con Emmett, solo la imagino con Edward o Jacob xD
pero buee ... mui bueno el capitulo, pero ojala que al final Bella este con Edward y no con esa zorra de Tanya.
Uyyyyyyy....creo que la temperatura!!!SUBIOOOO!!!! estuvo genial..=)...espero con ansias el siguiente capitulo haber que rumbo toma el fic...
MARY!!!!!! cuando lo estaba leyendo necesitaba aire lo dicho me hiciste sentir cosas eso quiere decir que lo que escibiste estubo bueno!!! trasmitiste la emocion jejejej!!!
y si debemos de tener open mind!!! porque los dos hermanos!!!! van a querer movimiento jejeje
con Bella bueno eso digo, yo no se como se va a poner la cosa!!! esta interesante ....
y espero con ansias tambien el siguiente capitulo quien sigue??? jejej genial Mary besos!!!!
Vamos a ver....que me centre....Ay la nata....AY LA NATA, ya sabía yo que la nata iba a dar muchísimo juego XD....
Como me gusta el giro que a dado todo esto, yo, soy de Ed/Be, tengo que reconocerlo, pero también soy de las que necesitan un poquito de acción y justo eso esta pasando ahora....además...quien no querría un meneo como este con Emmett, :*)
Me ha encantado, vaya si me a encantado, otro hot, que digo hot, Super Hot superado con nota....
Por cierto, un detallito que...no se, aquí con la pasión del momento, yo creo que a estos dos se les ha olvidado algo importante....Preservativo quizás:-P
Lo dicho Desy, me ha encantado :-)
Mary despues de leerlo he bajado a la cocina,como no hay nata tome chocolate liquido, pero me he quedado con antojo de Emmet...
Me ha encantado. Bezos.
Si cuando yo digo que eres la reina del hot.. por algo es ¿¿no??? Madre de dios Mary, que vas a crear una combustión espontánea en el blog! Ya lo dicen, lo bueno se hace esperar.... nos hiciste esperar un par de días pero mira tu lo que ha salido de aquí! jajaja Bueno, visto esto... te retiro el título de chunga buena, porque ninguna chunga buena seria capaz de escribir esto, así que dejame pensar tu siguiente título y ya te lo diré.
En cuanto a la historia, pues me encanta que le des continuación a los personajes y a la escena. Se nota que te has metido una buena currada.
Voy corriendo a leer el siguiente, a ver que nos trae! Un besote!
Y tú, ¿nos regalas una sonrisa?