CAPÍTULO LVIII

Tengo que decir que este capítulo me ha costado más de lo que yo pensaba, la cosa se complica y las emociones cada vez son más difíciles de explicar, pero bueno, aquí esta el intento…, aunque creo que me ha quedado mejor de lo que esperaba, y que yo diga eso….ya es un logro….

Klaudia, espero que tu hermana ya este recuperada o al menos algo más cada día, verás como si, y no te preocupes por tardar en comentar, eres de las que siempre estas ahí y lo se.

M&m….¡Felicidades a ti!, aquí la niña, que se nos casa….Nada guapa, muchas gracias por tus palabras, se valoran mucho.

Y ahora si….

CAPÍTULO LVIII – ¿Vale la pena?

Robert

-¿Tu tampoco puedes dormir? – pregunto de pronto Kristen mientras cogía una de las sillas y la acercaba para sentarse a mi lado.

-¿Tanto se nota? – afirme con otra pregunta sin apartar mi vista del vacío de la ciudad.

Llevaba horas sentado en la terraza mirando la misma imagen. Viendo como poco a poco las luces de Vancouver se iban apagando dando paso así a la oscuridad de la noche, escuchando como los sonidos se iban silenciando trayendo con ello la tranquilidad, esa que a mí ahora mismo me faltaba.

Pero como podía estar tranquilo con lo sucedido horas atrás. Como podía estarlo si ni siquiera era capaz de dejar de pensar en ello, si nada llenaba el vacío que sentía en ese momento, ese vacío provocado por la impotencia, por la impotencia de no poder haber echo nada para evitarlo.

-¿Estas mejor? – pregunte tras varios minutos de silencio. Aún tenía grabada su imagen de horas atrás, su rostro pálido, sus ojos idos por los pensamientos de su mente…, su silencio.

-…Supongo…. – susurro, ahora era ella quien miraba al vacio - Sabíamos que una cosa así podría pasar ¿no?, no es la primera vez…

-Nunca ha sido tan fuerte – esas preguntas, esa insistencia, los flashes disparándose como locos, los insultos…., los empujones…joder, los gritos, esos que aún resonaban en mi mente, erizando mi piel con cada mal recuerdo.

-Ya….Supongo que cada vez lo será más, ellos quieren respuestas…, y así pretenden conseguirlas…, a si que… – dijo resignada.

-Me da rabia que siempre acaben estropeándonos el día – hable tras otro nuevo silencio.

-Por lo visto es lo que hay ¿no?, este es el precio que tenemos que pagar, es esto o quedarnos aquí encerrados.

-Pasara, llegara el día que pasara – tenía que pasar, algún día tenía que pasar todo esto ¿no?, al menos eso era lo que me decían todos.

-Si – rio irónicamente - …Pero dime cuando Robert.... ¿Cuando?....

Me jodio notar como su voz se quebraba mientras hablaba, me jodio ver sus ojos aguados, a punto de romperse, pero sin duda, lo que mas me jodio, lo que más me partió en dos… fue no poder contestar su pregunta, no poder hacer nada al respecto, ni saber siquiera que decir.

Y me jodía, me jodía por ella, por no poder darle tranquilidad, por no poder asegurarle cuanto duraría esto, por saber que así jamás….jamás podríamos ser felices realmente…

¿Podía sentirme peor…, de otra manera?, podía hacerlo cuando mis pasos cada vez eran más vigilados, más controlados…, cuando el acoso cada vez era mayor, cuando mi privacidad, la nuestra la de los dos, cada vez se reducía más a las paredes de un hotel… ¿Podría llegar a acostumbrarme a esto algún día?....¿Alguien realmente podía llegar a acostumbrarse a esto?....

La respuesta creo que es clara, no, no podía….pero lo único que me quedaba ya era seguir resignándome, seguir tragándome la impotencia por no poder hacer nada….

Dicen que no se puede tener todo ¿no?...eso es lo que suelen decir…

Al menos teníamos el aliciente del trabajo, gracias al cual conseguimos olvidar, o al menos no volver a recordar lo ocurrido esa nefasta noche, haciendo con ello que todo volviera a la normalidad, bueno, a nuestra normalidad, ya que las salidas del hotel hacia el trabajo continuaban siendo de distinta forma cada día, intentando evitar así que nos fotografiaran, pero luego en el set de rodaje, allí estaban otra vez. Dos, tres, cuatro…, cada día había algún nuevo paparazzi intentando colocarse en el mejor sitio posible para poder captar la mejor instantánea, cada día habían más, siempre más.

Así es como los días fueron arrastrándonos a la rutina, del trabajo al hotel y del hotel al trabajo, nada de salidas, nada de escapadas a cualquier zona de la ciudad…, nada, mi mayor contacto con esta era desde la terraza de la habitación, desde la cual noche tras noche veía como esta iba apagándose, sintiendo con ello como yo también lo hacia.

Al menos tuvimos unos días libres, no para descansar, ojalá, ojalá hubiera podido perderme con Kristen y olvidarme de todo durante unos días, pero no, el estreno de Luna Nueva se acercaba y con ello la promoción de esta, lo que nos llevo a viajar hasta Nueva York para asistir como invitados de honor a los premios MTV music.

No es que la idea me hiciera mucha ilusión en principio, pues tenía miedo de lo que pudiera esperarnos allí, pero…. me equivoque, pues aunque la sombra de los periodistas siguió acechándonos, por lo menos en la gran ciudad pude relajarme.

Definitivamente el cambio de aires pareció sentarme bien, a ambos lo hizo, hasta que volvimos a Vancouver, y todo volvió a complicarse de nuevo….

-No, no voy a ir – respondió a mi idea mientras se alejaba de mi. Desde el regreso de Nueva York, la rutina volvió a caer sobre nosotros nuevamente. Nada de salidas, solo hotel, hotel más hotel, algo que a mi estaba empezando a asfixiarme.

-Kris, Jackson nos a invitado, ya le he dicho que si iríamos – Jackson y su grupo celebraban una fiesta esta noche en la ciudad, fiesta a la que estábamos invitados todo el elenco de la película.

-Me da igual, lo siento pero no pienso ir – siempre era la misma respuesta, desde aquella noche siempre era lo mismo.

-Peque – dije siguiéndola hasta la cocina – por favor, necesito salir de aquí – rogué.

-Pues sal, nada te obliga a quedarte conmigo – contesto sin mirarme.

-No pienso irme sin ti – continúe.

-Pues yo no pienso ir – dios….cabezota, cabezota, cabezota….

-Kris… - volví a intentarlo tras tener que morderme la lengua para no decir algo de lo que después me arrepentiría - Necesitamos salir un poco de aquí, siempre estamos aquí, y si quedamos con alguien es aquí… - hable relajado mientras me acercaba a ella – Me se cada forma de las losetas del suelo…Además, ya le he dicho que iríamos, los dos – susurre en su oído una vez pegue mi cuerpo a su espalda y la aferre mas a mi cogiendo su cintura.

-Eso te pasa por tomar decisiones por mí – dijo enfadada.

-Bueno no cogías el teléfono, por eso lo hice.

-¡Ah!, sabes que eso me da igual, es una tontería – dijo a la vez que se deshacía de mi agarre – Mira Robert de verdad, vete tu, yo no tengo ganas.

-Nunca tienes ganas – murmure mirando al suelo.

-No, prefiero quedarme aquí, tranquilita, leyendo un libro o haciendo lo que sea antes de salir y…..déjalo, he dicho que no voy a ir y no voy a ir.

-¿Ni siquiera puedes hacerlo por mi? – volví a insistir.

-¡Joder Robert! – gritó – No puedes pedirme eso, es que no entiendes que no quiero salir, no entiendes que no me apetece que vuelva a pasar lo mismo de siempre.

-No tiene porque…

-¡Robert no! – me interrumpió – no pienso salir de aquí, no tengo ganas de que mañana la foto de mi cara este en todas partes, tanto te cuesta entenderlo… - y tanto le costaba entender a ella que yo si necesitaba salir, y que quería hacerlo con ella - Vete tu, de verdad a mi me da lo mismo – dijo algo más calmada. Si, estaba claro que no lo entendía.

-¿Sabes?, eso voy a hacer, voy a irme porque no soporto estar más aquí – dije sintiendo como mi pulso iba acelerándose.

-¿Y crees que yo si? – pregunto siguiéndome.

-Eso parece – respondí sin pararme siquiera a mirarla.

-Pues te equivocas, lo que no quiero es…

-Ya se… - la interrumpí – no quieres que te echen fotos, no quieres que te sigan, ¡ya lo se! Pero es lo que hay Kristen, es lo que hay entiendes – gesticule con mis manos mientras hablaba o más bien gritaba - No podemos hacer nada para evitarlo – cada vez me iba encendiendo más, el que no cediera ni un poco cuando yo….dios….

-Lo evito quedándome aquí – sentencio mirándome fríamente, mirada que yo le devolví.

-¿Sabes?... haz lo que te de la puta gana, yo me voy de aquí – dije cogiendo mi chaqueta y dirigiéndome hacia la puerta.

-Robert… - oí que me llamaba, pero ya no quería escuchar ninguna excusa más.

-Déjame tranquilo – dije antes de cerrar la puerta de un portazo. Necesitaba salir de allí, lo necesitaba con urgencia o al final acabaría ahogándome de verdad…

Joder, es que no podía entender que me estaba matando estar allí encerrado, que nos estaba matando a los dos, que siempre era lo mismo y lo mismo, que nos estábamos dejando dominar por los periodistas, que estábamos dejando que ellos controlaran nuestra vida….No, ella no podía entenderlo, porque ella no podía entender nada más allá de lo que a ella le interesaba.

Lo que en teoría seria una noche para desestresarnos acabo convirtiéndose en una mierda, pues no pude quitarme la maldita pelea de la cabeza en toda la noche. Sus palabras, su mirada, su poca comprensión hacia mi, ¿es que no se daba cuenta que no podía estar más allí?, encerrado en ese maldito hotel. Vale que me había dicho que me fuera yo solo, que no le importaba pero joder, a mi si, a mi si porque al igual que a mi me estaba asfixiando estar siempre allí, sabía de sobra que a ella también, pero no, no podía ceder en nada, no podía siquiera entenderlo.

Lo más gracioso de todo es que acabe sintiéndome culpable, acabe sintiéndome mal por ser yo el que quizás no la había comprendido a ella. Encima eso no era lo peor, no, lo peor era que mis palabras, esas que le grite antes de marcharme, no paraban de repetirse en mi cabeza una y otra vez, haciéndome sentirme aún peor por haberle hablado así…pero es que….pufff…., otra vez la misma situación de meses anteriores me estaba volviendo a superar, más bien era ver su actitud lo que me superaba….

-¿Pensando en vampiros quizás? – dijo Jackson sentándose a mi lado.

-Gracias – respondí cogiendo la cerveza que me ofreció – No se…., hoy no es mi día – conteste antes de dar un trago largo a esta.

-Problemas en el paraíso verdad – asentí - ¿Tiene algo que ver con que ella no haya venido esta noche?

-En parte… Es eso, es lo otro….es todo…, es todo Jack, porque cuando no es una cosa es otra – bufé antes de recostar mi espalda contra el respaldo del sofá, ya estaba harto de darle tantas vueltas a las cosas, estaba cansado ya, pero aún así no podía evitar dejar de hacerlo.

-No es fácil una relación como la vuestra, siendo el centro de atención de todo y todos…es para volverse loco.

-Y tan loco. Es que…ella, ella cree que la solución de todo es quedarse encerrada, ocultarlo todo, no dar la cara con nada.

-A mi tampoco me gustaría tener que estar dando explicaciones – contesto.

-No digo que de explicaciones pero…, es como si no quisiera que la vieran conmigo, yo que se, ya, ya no se que pensar….

-Bueno, yo se poquito de lo vuestro la verdad pero, si alguien se la ha jugado en esta relación, esa creo que es ella, no digo que tu no ¿vale?, no me malinterpretes pero…., no se, que la vean o no contigo es lo que menos le debe de importar ahora mismo…

-Ya…, lo se, déjalo, no se ni porque he dicho eso…

-Deja de rascarte la cabeza y dime que es lo que más te carcome, anda….desahógate.

-No es el lugar – reí.

-¿Como que no? Estamos en una fiesta, hay alcohol por todos lados, es el mejor momento – volví a reír con su comentario.

-Es que…Pufff, no se, es que cuando no es una cosa es otra Jackson. Primero su ex, luego sus dudas y ahora, ahora que parecía estar todo claro, nos toca lidiar con este acoso. No se…es, es como si algo nos dijera que no podemos estar juntos, como obstáculos que nos avisan, que no nos dejan ser felices….

-¿La quieres?

-No se como puedes preguntarme eso – dije irónico. La amaba, que más podía haber, ella se había convertido en mi vida, sin quererlo lo había echo.

-Y ella también solo hay que ver como te mira así que….

-¿El amor es suficiente? – pregunte sin pensar, ¿valía la pena todo realmente?

-¿Te ves sin ella?

-No – afirme rotundo.

-Entonces es más que suficiente. Todo pasa Robert, se que es muy fácil hablar y muy difícil vivirlo, y que el seguimiento vuestro en nada puede compararse al de alguno de nosotros pero…., no siempre se esta en lo alto, todo lo que sube baja. La ley de la gravedad se aplica a la de la vida, así que….

-Vale la pena, por ella todo vale la pena…lo que no se es si ella lo vera igual.

-Que no este aquí esta noche me hace pensar que si…Rob, cada uno lleva las cosas a su manera, si ella cree que así es mejor…déjala…, no intentes forzar la máquina…. – si, tenia razón así que…

-Aún no se como un tío como tú puede estar soltero.

-¡Hey!, cero ataduras tío, ya llegara mi momento, eso seguro – rio.

-Gracias….

-Que no seamos íntimos amigos no significa que no sepa ver las cosas – dijo golpeando mi hombro – Y no hay de que colega.

-Chicos, a que no sabéis el teléfono de quien he conseguido – dijo Kellan todo emocionado viniendo hacia nosotros.

-Sorpréndenos – respondí.

-De las pasteleras, tengo que pedirles un encargo de esos pasteles, están buenísimos – contesto haciéndonos reír, al final, no había sido tan mala noche.

Pasadas las tres de la mañana me marche de la fiesta, no es que quedara aún mucho de ella, pero….siempre están los últimos que se niegan a abandonar el local. Uno de ellos perfectamente podía ser yo, ya que desde mi conversación con Jackson me estuve debatiendo entre irme y hablar con Kristen o quedarme un rato más.

Al final opte por lo último, no es que no tuviera ganas de hablar con ella, ganas me sobraban pero…quería intentar olvidar lo máximo posible las palabras que nos habíamos dicho en la noche, quería llegar y poder hablar con ella bien, intentar que ninguno de los dos volviera a perder el control, y hacer payasadas con Kellan durante más de dos horas me habían relajado lo suficiente para no volverlo a perder.

La oscuridad y el silencio me acogieron nada más abrir la puerta de la habitación. Suspire varias veces mientras me quitaba la chaqueta y pensaba que le diría, si estaría o no despierta, o si seguiría aquí o de lo contrario estaría en su habitación.

Un suspiro más salió de mis labios antes de encaminarme hacia el dormitorio, el cual estaba cerrado aunque la luz procedente por la rendija de la puerta me indicaba que estaba tras ella, despierta o no pero estaba, eso ya era un paso.

Sin pensarlo más veces gire el pomo y empuje la madera. Allí estaba ella, ovillada entre las sabanas, con su rostro sereno y su respiración pausada, completamente dormida. Me arrodille en suelo, justo a su lado y acaricie su pelo con una de mis manos mientras la otra apartaba el libro enredado con ella.

Por supuesto que merecía la pena, por ella todo lo merecía….

-Te amo peque – susurre a la vez que besaba su frente justo antes de alejarme de ella, gesto que la fuerza de sus brazos me impidieron – Siento a verte despertado – volví a susurrar cuando vi como iba abriendo los ojos.

-¿Que hora es? – pregunto aún somnolienta sin apartar sus brazos de mi cuello.

-Las tres y media…

-Parece que te has despejado muy bien – dijo bostezando.

-Un poco – reí – Kris…, siento lo antes, la forma en la que me he ido, lo que te he dicho.

-Bueno, yo también tengo mi parte de culpa, así que estamos en paz.

-Quería que te vinieras, quizás eso hizo que perdiera un poco los nervios…, no se, tu negativa, quizás tu negativa me hizo sentir mal, como si no quisieras que te vieran conmigo.

-Robert….eres un cazurro…. – rió – Él que me vean contigo me da lo mismo, es más, si eso me garantizara que nos iban a dejar en paz lo haría, lo haría ya mismo pero…., no es así, ellos siempre querrán más y más….Y yo no quiero que lo nuestro se acabe estropeando por eso, no quiero ser el centro de atención…

-Yo tampoco, pero tampoco quiero que ellos controlen nuestros movimientos, no quiero dejar de hacer cosas por ellos, ni quiero ni puedo.

-Habrá que llegar a un punto medio entonces ¿no?

-¿Merece la pena llegar a el? – pregunte apoyando mi frente en la suya.

-Sabes que si – susurro seguidamente.

-Te amo – dije antes de besar sus labios.

-Yo también – contesto tras separarlos levemente – pero lo haría más si te ducharas, apestas a alcohol y tabaco.

-A sus órdenes – conteste separándome de ella.

-Robert…

-¿Si? – pregunte girándome para mirarla mientras caminaba hacia el baño.

-Te amo.

Os pregunto lo mismo que Rob, ¿el amor es suficiente?, ¿lo puede todo?....nos leemos mañana con Disturbia, besos…..

Publicado por Almu en 1:09