¡Chicas! Liberada por fin satisfactoriamente de los siniestros exámenes orales, y tras una larga e intensiva cura de sueño, aquí estoy de regreso, y que mejor forma que con algo de la parejita :p. Os dejo la tercera parte de este relato robsten escrito por Irina, desde el punto de vista de Kristen, sus impresiones sobre la película, sobre Robert... sobre ese beso ^^. En fin, que os va a encantar, al igual que pasará con las anteriores partes ;).
Y como siempre os digo, si os gusta, no tenéis más que decírselo a la autora para que así nos regale más de esta historia :P.
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Kristen
DIA 2
Inglés, 20 años, 1,86, pelo castaño claro, ojos azules. Catherine me dijo que había salido en “Harry Potter y el cáliz de fuego”. La había visto con mis amigas pero no me acordaba muy bien así que decidí volverla a ver en casa. A mí no me iban mucho las de Harry Potter pero bueno.
“Ese es. Alto, delgado, desgarbado. Pero esto es de… 2005, cuando tenía 18 años. Es guapo, sí y tiene una bonita sonrisa ¡y vaya ojos!, pero está un poco verde”.
Al final lo mataban, que pena y esa parte de la película era en la que mejor estaba.
“Bueno, tendré que esperar a ver qué pasa en la audición. Nunca se sabe. Quizás esta vez…”. Y me fui a dormir. No quería tener ojeras al día siguiente.
DIA3
- - Te prometo que esta es la última audición, Kristen – dijo Catherine.
- - Sí pero eso dijiste de la anterior. ¿Y si esta tampoco…?
- - Bueno, no pienses ahora en eso, cariño. Mente positiva, como yo digo,
- - Positiva – bufé -. Solo espero que este no me intente meter la lengua hasta la campanilla como el último payaso.
De pronto sonó el timbre de la puerta.
- - Ese debe de ser Robert. ¡Puntualidad británica! – rió Catherine.
Suspiré y me dispuse una vez más a prepararme para la escena, que esta vez iba a ser sobre la cama de la mismísima directora.
“¡Mierda me sé el guión de memoria! Pero esta vez será la última, me niego a besar a otro tonto guaperas más”.
Los oí subir por la escalera. Primero escuché la voz de Catherine, él hablaba bajo, con voz suave y no conseguía oírle bien.
- - No será un problema. Puedo poner acento americano – le oí decir nervioso.
“ Me gusta su acento inglés y tiene una bonita voz”, pensé.
Era profunda y suave, grave pero no demasiado. Sexy era la palabra y eso era importante para el personaje. Sentía cada vez más curiosidad. De pronto se pararon en medio del pasillo y Catherine se sinceró con él. Pude oír a Robert decir ¿besar? con voz más aguda y fuerte y me hizo gracia.
“Pobre, no lo sabía y ahora estará de los nervios”.
La puerta estaba entornada. Catherine entró primero y le cedió el paso a Robert para luego presentarnos.
Sí que era delgado y alto pero no tan desgarbado. No era el típico guapo de anuncio, no, estaba claro. Había algo en él, algo diferente que no tenían los demás y que no pude precisar a simple vista. Le miré directamente a los ojos. ¡Vaya ojos, joder! ¡Y cómo me estaba mirando! Tenía una mirada intensa, felina.
De pronto estábamos dándonos la mano. La suya era de dedos largos y finos, cálida. Pronunció mi nombre y se tocó el pelo nervioso. “Es tímido”.
Me dio lástima y tuve la compasión suficiente como para decidir no a largar las presentaciones.
- - ¿Empezamos?
Dijo que sí titubeando y le invité a sentarse a mi lado. “Se nota que estaba cohibido y yo se lo he puesto más difícil interrumpiéndole. No te pases, Kristen. Parece majo. Dale una oportunidad”.
Robert me sonrió con una preciosa sonrisa ladeada, entre tímida y dulce. Estaba claro que él no iba a acercarse más a mí así que lo hice yo.
Visto de tan cerca era aun más guapo, mucho. ¡Qué ojazos! Los enmarcaban unas cejas oscuras y pobladas que hacían que fuesen tremendamente expresivos. Labios muy rojos, bonitos, una extraña nariz y piel muy blanca y fina. ¡Y cómo me miraba!, sin pestañear, como hipnotizado.
Algo en aquellos grandes ojos azules me hizo apartar la mirada. Carraspeé, la muestra de que aquel chico me estaba… poniendo nerviosa. “Kristen, céntrate”. Rápidamente aparté ese pensamiento de mi mente y comencé a leer mirando el papel, aunque a esas alturas ya no me hacía falta pero sabía que él seguía observándome.
Robert me siguió y para mi sorpresa con un buen acento americano. Tuve que levantar la vista del guión y me topé una vez más con sus ojos, que me miraban fijamente, llenos de ternura.
Catherine entró de pronto y debía estar tan concentrado en la escena que del susto casi se cae de la cama. Intenté no reírme. El rubor cubrió su cara.
- - ¿Empezamos a grabar? – preguntó Catherine.
Robert dijo que sí. Frunció el ceño y apretó los puños. Ese gesto de rabia contra sí mismo y el hecho de que tuviese las orejas coloradísimas me hizo sentir una gran ternura por aquel chico. Y en ese momento me di cuenta de qué era eso que lo diferenciaba de los demás candidatos a Edward: Robert no era perfecto. Era torpe, inseguro y eso lo hacía tremendamente dulce. Estaba claro que no era como aquellos arrogantes que vinieron antes que él, con la sonrisa ensayada, fingidos, creyéndose maravilloso e irresistibles. Su sonrisa era real y también su vergüenza.
Volvimos a sentarnos juntos y me dieron ganas de decirle lo bien que lo estaba haciendo con su acento y sus frases pero no podía.
Estaba tenso. Miró sus frases y tragó algo. Me di cuenta de que era el chicle que masticaba al llegar y que ahora me tocaba besarlo.
- - Quiero probar una cosa – dijo con voz suave, algo ronca y la mirada más intensa que había visto.
De repente se fue acercando a mí muy despacio. Parecía tan…asustado. Deseé con todas mis fuerzas que Catherine grabara un buen beso porque ese miedo que estaba experimentando Robert era lo que Edward sentía ante Bella, ese miedo a herirla, a dañarla.
- - Quédate muy quieta – susurró con la voz más sexy que había oído en mi vida -. No te muevas.
Pero lo hice. Fui yo la que me acerqué a él hasta casi tocarle. No sé por qué.
Sus hermosos y enormes ojos estaban fijos en los míos. Cerré mis ojos dispuesta a besarle y no sé que más hice pero de pronto sus labios estaban sobre los míos. Los sentí calientes y blandos. Olía a jabón de afeitar.
El beso comenzó muy lento, casi solo un tímido roce pero cuando sus manos tocaron mi cintura sentí como se me hacía un nudo en el estómago y le correspondí besándole con mayor intensidad.
“¡Guau!, esto sí que es un beso. ¡Por fin!. Lo hace bien, definitivamente bien”.
La boca de Robert era grande, sus labios suaves y tiernos. Su respiración se volvió más rápida y sus beso más intenso. Sus manos se deslizaron por mi cintura bajo la camiseta. La recorrieron hasta mi espalda y acariciaron mi vientre. Se me puso la piel de gallina y deseé que aquel beso no acabara nunca. No pude evitarlo, le acaricié la nuca por instinto y agarré su espesa mata de pelo. Su boca se apretó más contra la mía, más abierta y pude notar el sabor salado con un toque de menta de su saliva.
De pronto me soltó y tomándome de los hombros me alejó de su cuerpo con delicadeza. Robert abrió los ojos y al mirarle sentí que me ruborizaba sin remedio.
En ese momento Catherine nos interrumpió pero Robert continuó mirándome. ¿Seguía actuando? ¿Por qué me miraba con tanta intensidad? ¿Y por qué había tenido la extraña sensación de que estábamos solos él y yo?
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Catherine no quería humo en su casa y tras el café salimos al jardín a fumar.
- - Así podréis charlar un poco – dijo.
“Y oír su precioso acento”, pensé yo.
Era simpático y tan agradable y educado… no un ególatra de los que abundan en Hollywood.
“También odia las audiciones. Y tienes que reconocer que su beso ha sido mucho más agradable que el de los demás. Más que agradable, en realidad”.
Robert me dijo que había visto alguna de mis películas. Me sentí muy halagada y extrañamente avergonzada por la intensidad con la que lo dijo.
Me pareció que sonreía. “Me lo ha notado, seguro. ¡Mierda! ¿Por qué tengo que ser tan estúpidamente tímida?”.
No me quedó otra que intentar ponerle humor al asunto porque la mirada que me echó al decir que mi personaje de Tracy dejaba huella me puso nerviosa.
- - Te vi en Harry Potter – dije.
“Que poco original eres, Kristen”.
- - ¿Ah sí? Empiezo a odiar esa película – dijo.
- - Te mueres muy bien – bromeé.
Acompañó su respuesta con una cara tan graciosa que no pude reprimir una carcajada. La sonrisa que me dedicó después me dejó sin palabras y con un nudo en el estómago.
Cuando me iba le dije lo que a todos los aspirantes a Edward: Espero volver a verte.
Pero esta vez iba en serio.
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Llegué a casa pronto y canturreando.
- - ¡Ya estoy aquí! – grité al entrar por la puerta.
- - Qué buen humor traes, ya era hora – dijo mi madre saliendo a mi encuentro -. Kristen, te ha llamado Mike.
- - ¿Qué quería?
- - Saber qué tal te había ido. Ha llamado dos veces.
- - Luego le llamo. Estoy hambrienta.
No lo hice enseguida. Me molestaba eso de Mike. Siempre que tenía algún casting se comportaba así conmigo y sobre todo durante las audiciones con actores masculinos. Yo no lo hacía con él. Era nuestro trabajo y aunque sabía que estaba harto de tanto beso no me parecía motivo para ponerse tan pesado.
“No es mi padre y yo no soy ninguna niña”, pensé enojada. No le di más vueltas y en vez de llamarle le mandé un mensaje para quedar por la tarde. Pero aquello me estropeó el buen humor que había traído de casa de Catherine.
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Quedamos donde siempre pero me empeñé en pasar a buscar a Mike con mi flamante nuevo coche, mi Mini Coupé gris que me encantaba. Estaba orgullosa de mi pericia al volante, a pesar de llevar poco tiempo como conductora y también de habérmelo pagado yo misma con el dinero ganado con el sudor de mi frente. ¡Y vaya si sudé porque rodé “Into the wild” en el desierto!
- - Hola cariño – dijo Mike besándome en la mejilla y pasándome el brazo por el hombro.
- - Hola Mike – dije sonriéndole.
Ya se me había pasado el mal humor. Mike era cariñoso y tierno conmigo y nos lo pasábamos bien juntos. Nos conocíamos casi desde niños y aunque tenía la edad de mi hermano enseguida congeniamos. Al principio solo fue amistad, luego hicimos una película juntos y lo que empezó como una cosa de críos ya iba para los dos años.
- - Bueno ¿y qué tal Catherine?
- - Bien, muy bien. Me dio recuerdos para ti.
Mike había estado en una película de ella y se tenían mucho aprecio.
- - ¿No terminabais hoy?
- - Sí, creo que esta será la última audición. ¡Por cierto, Nikki hará de vampira! ¿No es genial?
- - ¿No es seguro?
- - El qué, ¿no me escuchas?
- - Que si acabáis de una vez.
- - Ya sabes cómo es esto Mike, nunca hay fechas. “Tú deberías saberlo mejor que nadie y no atosigarme con preguntas estúpidas”.
Tuve la sensación de que a Mike no le interesaba lo que le estaba contando y que me estaba haciendo un interrogatorio. “Hoy estás un poco extraña Kristen. Paranoias tuyas”.
Mike debió notar algo en mi voz porque se apresuró a excusarse.
- - Solo me preocupo por ti, cariño.
- - Lo sé, pero creo que ya hemos terminado, de verdad. Catherine me llamará mañana. Pasado mañana se reúne con Stephenie Meyer y el productor pero quiere implicarme en el proyecto porque dice que tengo las cosas muy claras – sonreí orgullosa.
- - Sí cariño, clarísimas para tus 16 añitos – dijo besando mi mejilla.
- - Ya tengo 17 como quien dice – dije molesta.
- - Sí y por eso nos vamos a ir de acampada el fin de semana que viene, para celebrarlo.
Me agarró de la cintura y quiso besarme en el cuello pero me solté.
- - No puedo Mike. Catherine quiere que me reúna con Meyer sin falta.
- - Pero ya había preparado todo – dijo desilusionado.
- - Anda no te enfades. Podemos posponerlo para el siguiente fin de semana – dije dándole un beso rápido.
Volví a besarle pero esta vez con más cariño y él me devolvió el beso. Cerré los ojos y fue cuando vino a mi memoria el beso que Robert y yo nos habíamos dado esa misma mañana. Sin querer volví a sentir aquel agradable cosquilleo en mi estómago y el dulce beso que le estaba dando a Mike se convirtió en otro diferente, lleno de pasión.
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DIA 5
- - ¡Tienes que ver esto, Kristen! – me dijo Catherine al otro lado del teléfono -. ¡Se come la cámara! Bueno desde mi punto de vista por eso quiero que lo veas cuanto antes.
Y tenía razón, Robert era abrumadoramente sexy, aun más que en la realidad. No me había equivocado. La ansiedad en sus ojos, la tensión de su cuerpo, el temblor en su voz. Catherine había enfocado un primer plano de nuestros rostros casi rozándose, luego un primerísimo plano de nuestras bocas abiertas y por último de sus ojos. Las pupilas dilatadas, brillantes, sus pestañas largas y curvadas y sus suaves párpados azulados. ¿Era deseo lo que mostraban? Aquellas imágenes eran tan hermosas, él era tan…hermoso.
Recordé su beso. ¡Vaya beso me había dado!
- - Es él, Catherine, es mi Edward – dije absolutamente convencida, esta vez sí, de que era Robert.
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- - Vale, me has convencido del todo – dijo Catherine – pero ya sabes que Stephenie tiene que aprobarlo y aunque desde el principio ha sido muy comprensiva y siempre se ha dejado aconsejar…
- - Qué – dije ansiosa.
- - Pues que no las tiene todas consigo. Le gustó otro actor pero si le doy tus razones y ve esto está hecho.
- - Sí, déjale bien claro que Robert no es solo una cara bonita. El no es…no es perfecto. Vuelve a poner la grabación. Pásala un poco, un poco más, ahí. ¡Míralo! Estaba asustado. Tiene miedo y ese miedo es el que tiene que tener el personaje, miedo de hacerla daño, de herirla. Edward cree que no es bueno para Bella y eso lo transmite Robert a la perfección. El ni siquiera se cree guapo y además, lo más importante, no parece ningún idiota.
- - ¡Vaya!, le has tomado la medida al Casanova.
- - ¿Casanova? ¿Por qué lo dices?
- - Lo digo porque me dio su número de móvil para ti – rió -. Prometí que te lo daría pero tuve que decirle que tenías novio – rió.
- - Ah, bueno, por lo menos ya lo sabe – dije entre aliviada y decepcionada -. Gracias, así no he tenido que decírselo yo. Hubiese sido muy embarazoso. Parece muy majo después de todo.
- - ¿Solo majo? – rió de nuevo Catherine.
DIA 6
- - Menos mal – dijo Mike cuando le di la noticia -. Creí que te pasarías la vida besando a cientos de tipos.
- - Ya, pues tranquilo que de momento solo te besaré a ti – dije dándole un cariñoso beso en los labios.
- - ¿Cuándo empezáis a rodar? – dijo acariciando mi mejilla y tomando mi mano.
- - Falta mucho aun. Catherine calcula que las pruebas de vestuario se harán a finales de año y que a principios del que viene comenzaremos a grabar Crepúsculo. Están con las localizaciones, hay muchos exteriores. ¡Tenías que haberte leído el libro y lo sabrías!
- - Lo sé pero sigue en mi mesilla.
- - Me lo prometiste – dije haciéndome la ofendida.
- - Lo haré, lo haré. ¿Por cierto quién es el tipo?
- - Ah, eh… un inglés que salió en Harry Potter. El de la última audición – dije quitándole importancia -. Se llama Robert Pattinson.
8 Sonrisas:
Robert Pattison , que bonito se escucha y mas viniendo de Kristen!!!
Esa famosa audición .... en el punto de vista de Kristen q has creado , has logrado meter los detalles que ellos mismos dijeron en tatas entrevistas que dieron durante la promoción!!! hicieron quimica desde el primer momento y ella lo sintio tanto q ella dio q él era su Edward!!!
Solo un detallito Irina , Rob tiene los ojos verdes un tono que me encanta!!!
Irina despues de tantos años no se de que color son los ojos de robert jejej me he puesto a ver fotoss y en unas se ven ..si , azules pero en otras fotos en un tono verde y en otras grises jejej xd ......
solo a mi me pasan estas cosas jejje
Woooww, me encantó!!!
Pobre kristen tan cansada de muñequitos, y que suerte tuvo al encontrar a "su" Edward en Rob, me gustó mucho la forma en que urgaste, de alguna forma, en su mente, la forma en que ve a Rob, y conociendo la otra parte.. divertidicimo, porque sí él estaba nervioso por el papel pero más que nada por ella.
Lástima que existia Mike en ese entonces, de verdad no me cae para nada, pero si lo piensas bien el se lleva la peor parte, de un dia para otro viene un inglés con increible voz, acento que te hace suspirar, pone a tu chica a recordarlo cuando te esta besando (menos mal que eso no lo sabe... creo) y en menos de lo que imaginas se queda con ella.
A DIOS GRACIAS!!! Porqué, obviamente Rob en años luz mejor elección que el orégano, una decisión muy, muy difícil pero infinitamente sabia por parte de Kris.
Irina el capi increible, espero que no acabé aqui.
Besos
Gracias chicas, me alegro de que os guste. Habrá más pero al principio será difícil, lo aviso. A Angarano todavía le queda tiempo.
Respecto a los ojos de Rob son tan increibles que depende de la luz a veces son verdosos, otras azules grisaceos. Tiene unos ojos de gato maravillosos. Es que yo soy amante de los gatos, como Kristen, ja, ja.
Os quiero poner sonrisas pero no me salen los muñequitos!!!! De todas formas muchas sonrisas para todas.
Por favor, sigue con este fic me parece genial, me encan escuchar la historia desde el principio y tú lo estás haciendo genial
Hola cabo de encontrar este blog, me encanto este fic y me gusta como escribis. Cada cuanto publicas? espero leerte prontp
Que precioso fic,me encanto lo real que se siente,y eso es porque has plasmado perfectamente lo que ellos han contado fragmentado y lo que hemos percibido de su enamoramiento,realmente genial!!!!!
Hola Irina,
te está quedando genial.
Dime que seguirás, vale?
Sé que se han escrito varios fics robsten, pero siempre es interesante ver los giros que cada autora va dándole a la historia.
Y creo que tu historia funciona, porque siento que los personajes son fieles a los de la vida real, o al menos a lo que puedo deducir que son, no?
Ojalá sigas con este fic.
Cariños,
Anto
Y tú, ¿nos regalas una sonrisa?