Uno de enero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro de abril. Cinco de mayo, seis de junio, siete de julio San Fermín…
No, no estoy loca, las líneas de arriba pertenecen a una canción mundialmente famosa, que anuncia la llegada de una festividad, aún más conocida en el mundo entero. Los Sanfermines. Y este, como es un blog multicultural, pues me he dicho… ¿porque no aprovechar la ocasión, y hacer una pequeña mención sobre el tema para que aquella que no lo conozca, ya no tenga excusas?
Las fiestas de San Fermín o sanfermines, son una fiesta en honor a San Fermín que se celebra anualmente en Pamplona, capital de la Comunidad Foral de Navarra, al norte de España, entre los días 6 de julio (con el famoso chupinazo), dando a su fin el 14 de julio con el "Pobre de mí", una canción de despedida (aquí es que nos va lo de cantar :-}).
El origen de esta festividad se remonta varios siglos atrás, pero como digo, recientemente a adquirido una fama mundial. Sin ir mas lejos, hoy viendo las noticias al medio día, han entrevistado a gente venida de la misma Nueva York, solo por disfrutar de esta semana de locura.
Los festejos se resumen en:
El chupinazo
Se trata del cohete que se lanza el día 6 de julio de cada año a las doce del mediodía desde el balcón de la casa consistorial de Pamplona para señalar el inicio de las fiestas de san Fermín o sanfermines. Congrega gran número de público y se suele retransmitir en directo por televisión. Es el chupinazo más famoso del mundo.
A partir de ese cohete, los ríos de vino corren por las calles de Pamplona y desembocan
en las venas de todos los presentes. Vaya comienzo ¿eh?
El Riau-Riau
No se considera un acto oficial, ya que no es más que una multitud de gente (muchas de ellas con el exceso de vino en la sangre), cantando una canción del mismo título.
El primer encierro de las fiestas es el del día 7 de julio y el último el del día 14.
En otras palabras, sueltan a los toros y la gente corre despavorida delante de ellos por las calles habilitadas para ello. Los hay que encuentran esta costumbre emocionante, pero también los hay chalados, que exponen a niños pequeños a ser arrollados por el ganado. Y luego los hay cafrés, que encuentran divertido provocar al animal y hacerle daño, aunque esto último, desde hace algunos años esta más controlado.
Los gigantes, kilikis y zaldikos
O como yo suelo llamarlos vulgarmente, “los cabezudos”.
Son unas figuras de madera, cartón y tela con porte altivo que van con su cohorte de kilikis, cabezudos y zaldikos (figuras similares, de inferior tamaño). Juntos forman la Comparsa, comitiva que no falta una sola mañana a su cita sanferminera. Detrás de cada pareja de gigantes están los comparseros, gaiteros y txistularis que marcan su paso.
Aquí en mi pueblo tenemos una versión similar a ellos, (por supuesto más pequeños y menos conocidos), los cuales me hacen recordar mis años de niña cada vez que escucho las gaitas sonar anunciando su paso:-}.
Junto a estas actividades, se encuentran otras de menos reconocimiento pero igual de importantes que hacen de estos días, algo inolvidable. Y por supuesto, no puede faltar aquello por lo que vienen la mayoría de los transeúntes, fiesta, música, colorido y alcohol, mucho alcohol.
Pues nada, hasta aquí mi intento de que conozcáis un poco más de nuestra cultura, ya sabéis, si os animáis algún día a venir a esta festividad, o de lo contrario, formáis parte de ella, no dudéis en contarnos que tal.
Y por ultimo deciros que, cualquier tradición que queráis contarnos, de vuestro país, ciudad, pueblo… no tenéis más que enviarnos un mail al correo del blog, y nosotras la publicaremos ;-)
2 Sonrisas:
Viva San fermin!!!
He ido....3 veces creo. De las dos primeras no recuerdo demasiado..efectos del entorno, digamoslo así.
La tercera hice San Fermin de día y me quedé impresionada.... Es precioso! Lo que pasa es que al final vamos todos a lo que vamos.... pero oye, que tiene una cara cultural desconocida y fantástica! Recomendado!
Nos vemos!
Yo he de reconocer que nunca me llamo la atención esta festividad, por lo anti taurina que soy :S. Pero ya son muchas las recomendaciones que me han llegado, así que... a ver si para el año que viene (que creo que terminare antes los exámenes, debido al cambio gigantesco que van a hacernos este año), puedo ir y ver que tal.
Y tú, ¿nos regalas una sonrisa?